Indra le dió una calada a su cigarrillo, para después expulsar el humo y solo después me miro fijamente.
Mi cuerpo tiritaba de frío, la noche y el cielo estrellado nos vigilaba atentamente con la luna llena como su fiel compañera, respirar me costaba pues el vestido de gala era sumamente ajustado.
-¿Seguirás ignorandome?.-cuestione.-Ya te he explicado que no tengo nada con Itachi...¿Creerás más en lo que dice Asura que en mí?.
-Creo en las pruebas, tú te reunirse con Itachi en un maldito departamento, pasaste horas dentro con él, aún sabiendo que lo aborrezco tú te reuniste con él, mierda y fue más de una vez, te pedí que me acompañaras a esta cena porque mi padre así me lo pidió pero esto será lo último que hagamos juntos, adentro está la familia Uchiha, está Itachi y si sientes un poco de empatía por mi te pido que lo ignores y hagas de cuenta que todo está bien entre nosotros, cuando la cena termine te llevaré un departamento que compre para ti hace una semana, está a tu nombre y eso será todo lo último que sabrás de mi, no te preocupes por la prensa que yo me encargaré de eso.
Mordí mi labio inferior, dicen que si te provocas dolor físico el dolor emocional se vuelve nulo así que yo mordí mi labio hasta hacerlo sangrar.
Terminar así las cosas con Indra no estaba dentro de mis planes, romper su corazón no era lo que yo deseaba pues aunque tenia planeado marcharme yo quería hacerlo en mejores términos.
La chica que huyó y me dejó solo era mejor que la chica que me pinta los cuernos y me ve la cara de idiota mientras planeo una vida color de rosa para el futuro.
-Si eso es lo que quieres entonces es lo que haré.
-Bien, es mejor que volvamos adentro.- Indra dió un par de pasos hasta quedar justo frente a mi, me tomo de la mano para después guiarme al interior del salón, y como si fuera una especie de robot Indra remplazo su cara triste por una con una enorme y arrogante sonrisa dibujada en el rostro.
El padre de Indra organizaba año con año una reunión de importantes empresarios de Japón y el resto del mundo, solo la élite se la élite tenia acceso, ahí discutían asuntos de política externa e interior, hablaban sobre inversión extranjera e intercambiaban ideas, era algo así como la reunión anual de los Bilderberg, la seguridad que custodiaba el recinto era jodidamente exagerada pero se entendía en parte, pues incluso algunos precidentes y candidatos al puesto asistieron.
Prácticamente en dicha reunieron ellos hablarían sobre el futuro de la economía mundial y tal vez más que eso.
Asura se acercó a nosotros mostrando una enorme sonrisa, falsa...ahora sabía que sus sonrisas hacia mí siempre eran falsas...igual que todo lo que el me había dicho, mentiras, era lo único que emanaba de la boca de Asura porque si yo creía que Hinata era una hija de perra por mentir obtener su propio beneficio, al amor de Indra, francamente ahora entiendo que la relación de hermanos que tienen es jodidamente tóxica, dependen uno del otro para subsistir y sin darse cuenta uno jode más la vida del otro.
No es sano, nada sano para ninguno de los dos.
-Cuñada, estás preciosa está noche, un poco más gordita pero te quedan bien esos kilos de más, Indra hizo una exelente elección de vestido para ti está noche.
Sonrei con el mismo nivel de hipocresía que el lo hacía.
-¿Lo eligió Indra o lo elegiste tú?, Porque bueno los tres sabemos que Indra no tiene voz propia cuando se trata de ti, disfruta la noche Asura.-me solté de la mano de Indra para después depositar un beso en su mejilla, pude escuchar a un par de ancianos decir lo fantásticos que nos veíamos juntos.
La perfecta pareja que éramos.
Y es que ahí lo más importante era la apariencia, tal vez por eso Indra se había vuelto experto en ocultar su verdadero yo.