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POR SAKURA

.—Indra... ¿qué haces aquí? Creí que era Menma quien estaba en el recibidor —dije, dando un par de pasos hacia él, lo cual fue casi innecesario.

Indra se acercó a Tami seguido por dos de sus guardaespaldas. Tomó el perfume Chanel, lo olió e hizo una mueca de desagrado. Luego tomó el Amor Amor, lo olió y sonrió.

—Este me gusta. Llamé a Menma para invitarlo a la fiesta en mi casa, él dijo que tenía una cita con su maestra y que no podría asistir, así que deduje que tú no vendrías. Las fiestas no son lo mismo si tú no estás —dijo, tomando un mechón de mi cabello y rociando un poco del perfume en él antes de llevarlo a su nariz—. Corrijo: me encanta cómo huele este perfume... en ti, obvio —su voz era ronca, varonil.

Mordí mi labio inferior antes de quitarle el perfume y devolverlo a las manos de Tami.

—Ya lo he regalado.

—Puedo comprarte otro, es lo de menos. Ahora, ¿por qué no vienes conmigo?

—¿Qué mierda haces aquí? —cuestionó Naruto.

—¿Acaso eres sordo, Uzumaki? He venido por tu prima para llevarla a mi casa. Itachi, tanto tiempo sin verte. ¿Cómo va tu lesión en la pierna? Es una pena que no volvieras al campo después de eso.

—¿Cómo van los negocios, Ōtsutsuki? Oí que arruinaste una inversión de tu padre después de los destrozos que causaste en un hotel en Las Vegas.

—Ese fue mi hermano, y los negocios van mucho mejor que los de tu padre y tu tío Madara juntos. Es una gran responsabilidad la que tienes sobre tus hombros. Es una pena que el consorcio Uchiha lleve años intentando superar al de mi familia. Sasuke, ¿listo para ser el empleado de tu hermano después de que termines la universidad?

Indra era directo y no tenía miedo de expresar sus pensamientos. Los Uchiha  eran nada comparados con él.

—¿Por qué no te largas de una vez? Tu culo narcisista no es bienvenido aquí —dijo Shikamaru, tomando a Sasuke del brazo, pues este iba directo hacia Indra con no muy buenas intenciones.

Indra comenzó a reír.

—Me llamas narcisista cuando muchos de los que están aquí sufren de un complejo de superioridad. ¿Verdad, pequeño Sasuke? Además, si les molesta mi presencia, eso es algo que no me interesa, porque no vine a verlos a ustedes. Vine por Sakura —Indra dirigió su mirada hacia mí con una sonrisa de superioridad.

—Mi prima no irá contigo a ningún lado.

—Naruto, ya lo hablamos, tú a tus asuntos y yo a los míos —dije, tomando la mano de Indra.

—Sí, Naruto, es de mal gusto meterse en la vida de los demás cuando claramente estás hecho mierda. Te daré un consejo: si no puedes controlar las drogas, es mejor dejarlas. No es de buen gusto ser un adicto a la mierda que te metes.

—Pero qué hipócrita, tú eres el menos indicado para dar ese tipo de consejos —dijo Sasuke.

—Aprende a usar un condón, Uchiha. Mira que ni para ser la sombra de tu hermano mayor eres bueno. Qué patético resultaste ser para el clan Uchiha. Falta de vitaminas durante el embarazo, tal vez... lleva a tu esposa con el mejor ginecólogo del país para que no le ocurra lo mismo a tu bebé.

La situación se estaba saliendo de control. Los guardaespaldas de Indra se colocaron frente a él después de que Sasuke lanzó a Shikamaru hacia un rincón. Jalé de la mano a Indra, pues lo último que quería era una pelea en casa de mis tíos y que luego me recriminaran por mis malas amistades según la crítica de Naruto.

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