Por Sakura.
—Ustedes los ricos y sus lujos.—exclamé una vez que salimos del elevador y entramos al departamento de Sasuke.
—¿Qué?... tú también eres rica.
—No, yo no soy rica, yo vivo de arrimada en casa de mis tíos. Tú tienes un departamento modesto en el centro de la ciudad, un departamento de lujo y un auto del año. Eres rico.
Sasuke comenzó a reír.
—¿Y te gustan los ricos? Puedo darte lo que quieras si te quedas conmigo.
—Lo material no me interesa, para eso están mis padres. A mí me importa más lo físico. Dime, Sasuke, ¿me darás un orgasmo?—pregunté, fingiendo inocencia mientras salía a la terraza para admirar la vista. El departamento de Sasuke se encontraba en la cima de la lujosa torre, era el único con terraza y piscina de cristal al borde.
—Te daré millones de orgasmos, pero no hoy. Aún me duele el cuerpo.—dijo Sasuke desde dentro. Al parecer, estaba acomodando las víveres. Volví a donde estaba y comencé a ayudarle.
—¿Por qué tu departamento está arriba del departamento de Itachi?
—¿Has estado en el departamento de Itachi?—cuestionó mientras destapaba una botella de vino tinto espumoso.
Lo miré con cara de "hey, no es obvio". Él sonrió, negó con la cabeza y me ofreció una copa.
—¿Cuánto tiempo estuviste follando con él?
—Eso no es importante, Sasuke. Responde: ¿por qué viven tan juntos? ¿Acaso estás obsesionado con él?
Sasuke comenzó a reír nuevamente.
—Nada de eso. Cuando Itachi cumplió dieciocho, mi papá le dijo que podía elegir un departamento como regalo. Itachi eligió este, pero por ser el más grande y el único con alberca, el precio se triplicaba. Así que papá le dijo que era imposible, que si lo quería, él debía trabajar para tenerlo. Papá le compró el departamento que está abajo del mío. Cuando yo cumplí dieciocho, esperé que hiciera lo mismo conmigo, pero después de un año eso no pasó. Mamá se molestó y me compró este departamento como venganza. Le pedí a mi madre que no dijera nada respecto a mi regalo, pues aún tenía la esperanza de que papá se ofreciera a regalarme algo. Nada de lo que tengo me lo ha dado él. Mi auto lo cambia cada año mi tío Madara, al igual que el otro departamento. Las tarjetas de crédito... todos en la familia las tienen. El departamento me lo dio mi madre. Mi padre solo me dio el apellido, supongo.
—Y a Itachi... a él le da todo, ¿cierto?
—Así es. Debería odiar a Itachi por la preferencia que tiene mi padre hacia él, pero no es así. Sé que a él no le interesa eso. En fin, por eso es que mi departamento está arriba del de Itachi. Pienso mudarme cuando termine la universidad. Al fin de cuentas, la casa de mis padres es enorme y casi nunca están en casa. Tal vez por eso aún vivo ahí. No lo sé. Itachi se mudó hace unas dos semanas. Supuse que él tampoco utilizaba su departamento, pero creo que me equivoqué.
—¿Quieres que te cuente cómo es por dentro? Eso sí te lo puedo contar.
—No, no me interesa.
—Buuu. Oye, ¿y por qué siempre lo hicimos en tu auto o en el otro departamento? Pudiste traerme aquí.
—Porque son más de cuarenta minutos de trayecto de la casa de Naruto a este lugar. Era más práctico follar cerca que perder el tiempo, ¿no lo crees?
—Piensas en todo, eres muy listo. ¿Será que podemos nadar desnudos en la piscina? ¿No está sucia?—pregunté entusiasmada, pues siempre que venía a casa de Itachi me gustaba fantasear con la piscina de cristal al borde de la cima.