I

4.2K 226 62
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Biancaaaaa —la castaña se recostó sobre Nico quien dejo sus cromos viendo divertido a su amiga—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Biancaaaaa —la castaña se recostó sobre Nico quien dejo sus cromos viendo divertido a su amiga—. Ya me quiero ir. ¿Por qué nos has convencido de venir? estaríamos justo ahora empacando para irnos, hasta logre hablar con mi padre y vamos a pasar unas grandiosas vacaciones en Las Vegas —se siguió quejando la joven quitándose por un momento los lentes que había sacado de un casino limpiándolos y volviéndoselos a poner y haciéndole una cara divertida a su amigo Nico mientras Bianca bufaba.

—Por milésima vez en el día Margareth, el baile era obligatorio, el doctor Espino nos lo dejo muy en claro —la reprendió Bianca.

—Ese viejo lo que quiere es jodernos la existencia, solo porque no se puede echar un buen polvo con alguna profesora.

—¡Margareth te dije que no dijeras eso frente a Nico! —Bianca le pego en la nuca ocasionando que Nico se riera de su amiga y su hermana mayor. 

—¿Están disfrutando el baile?  —pregunto el doctor Espino frente a ellos con una sonrisa que hizo que su piel se erizara, volteo a ver incómoda a los hermanos pero antes de que pudieran contestar estaban siendo cargados como costales de papas por el doctor hasta las puertas del gimnasio, el trío empezó a forcejear hasta que Espino los dejo en el vestíbulo principal con su mirada macabra esperando a que quien sabe quien apareciera por la misma puerta que ellos, el trío estaba sujetado entre sí, mirando con pánico al hombre que recién criticaban, un chico salió de la puerta acercándose hacia ellos bajando la espada que traía, Margareth le trato de advertir pero la voz no le salía.

—Tranquilos. No voy a hacerles daño — al ver que no podía calmar al asustado trío siguió hablándoles—. Me llamo Percy —dijo tratando de aparentar serenidad—. Los sacaré de aquí y los llevaré a un lugar seguro —Bianca abrió los ojos aún más y apretó los puños. Hasta que Percy por fin entendió que tratábamos de prevenirlo.

Lo que parecía una mano gigantesca lo impulsó hacia atrás hasta estrellarlo contra la pared. Bianca tapo los ojos de Nico mientras ambas asustadas veían como Percy lanzaba un mandoble con la espada, pero solo consiguiendo rasgar el aire. Una fría carcajada resonó por el vestíbulo.

𝐅𝐎𝐑𝐓𝐔𝐍𝐀 𝐆𝐑𝐈𝐄𝐆𝐀 ━━━ Reyna Ramirez-ArellanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora