VII

1.4K 163 13
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Maggie estaba esperando fuera del ruedo con los brazos cruzados, la Señorita O'Leary la veía desde su lugar en medio del consejo de guerra moviendo su cola, los veía discutir desde su lugar su vista estaba fija en Quiron, Quintus y Argos para lueg...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Maggie estaba esperando fuera del ruedo con los brazos cruzados, la Señorita O'Leary la veía desde su lugar en medio del consejo de guerra moviendo su cola, los veía discutir desde su lugar su vista estaba fija en Quiron, Quintus y Argos para luego ver cómo Annabeth se levantaba y salía rumbo a la Casa Grande, Quintus le hizo una seña de que se podía acercar, sin rechistar corrió hasta él, pensado que le diría que había pasado.

—Annabeth irá con el Oráculo, mientras habló con Quiron y Argos, ¿te molestaría servirle su almuerzo a  la Señorita O'Leary?

—¿Por qué Annabeth irá a ver al Oráculo? —preguntó extrañada.

—Liderará la cruzada al Laberinto —soltó en un tono lastimero.

—¿Qué? ¡Pero eso es muy peligroso!

—Se los estoy diciendo pero al parecer ha estudiado mucho sobre el Laberinto.

—Annabeth es muy inteligente no lo negaré, pero incluso para ella o cualquier hijo de Atenea entrar ahí es un suicidio —soltó tan rápido que Quintus apenas le pudo entender.

—Lo sé, Maggie. Por eso vamos a esperar por lo que le dirá el Oráculo —le regalo una sonrisa de lado antes de irse junto a Quiron y Argos, dejando a Maggie para que ella le sirviera el almuerzo tamaño gigante a la Señorita O'Leary.

Luego de un buen rato esperando, la castaña se reuso a irse solo para quedarse con la Señorita O'Leary en una parte del ruedo mirando como Annabeth volvía con una expresión de miedo, veía como hablaban manteniéndose y manteniendo lejos de la reunión a la Señorita O'Leary, se acercó un poco escuchando apenas cuando Annabeth recitaba la profecía.

«El muerto, el traidor y el desaparecido se alzan.»

—¡El desaparecido! ¡Ha de referirse a Pan! ¡Es genial!

—Con el muerto y el traidor. No tan genial.

—¿Y qué más? —dijo Quirón—. Cuéntanos el resto.

«Te elevarás o caerás de la mano del rey de los fantasmas —añadió Annabeth—. El último refugio de la criatura de Atenea.»

—Eh... no hemos de precipitarnos en sacar conclusiones —dijo Silena—. Annabeth no es la única criatura de Atenea, ¿no?

𝐅𝐎𝐑𝐓𝐔𝐍𝐀 𝐆𝐑𝐈𝐄𝐆𝐀 ━━━ Reyna Ramirez-ArellanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora