〰 🍀 ꒱ 𝗙𝗢𝗥𝗧𝗨𝗡𝗔 𝗚𝗥𝗜𝗘𝗚𝗔
﹙ 𝒊 ﹚𝙋𝘼𝙐𝙎𝘼𝘿𝘼
┈─ 𝐃onde un amor que ni los dioses pudieron imaginar, crece y rompe hasta con las palabras de la diosa del amor.
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Clarisse expulso a casi todo el ejército que estaba alrededor del Empire. Incluso sin su armadura y su lanza, aquella chica hizo casi todo el trabajo. Su energía era tan contagiosa que hasta los centauros despavoridos empezaron a reagruparse. Las cazadoras quitaban flechas a los caídos y lanzaban una salva tras otra al enemigo. Maggie corrió para estaba junto a Thalia y empezar a luchar juntas de nuevo. La cabaña de Ares repartía golpes y estocadas a cualquiera del bando enemigo, lo cual no dejaba de ser su ocupación favorita. Los monstruos optaron por retirarse hacia la Treinta y cinco Este.
Clarisse regresó junto a la carcasa del drakon y la enganchó al carro pasando un garfio por sus cuencas vacías. Luego fustigó a los caballos y salió disparada, arrastrando al drakon detrás como si fuera un dragón del Año Nuevo chino. Así cargó contra los enemigos en fuga, insultándolos y retándolos a enfrentarse a ella.
-La bendición de Ares -dijo Thalia cuando ambas se acercaron a Percy-. Nunca la había visto.
Le arrojaban lanzas y flechas, pero ninguna la alcanzaba.
-¡Soy Clarisse, la asesina del drakon! -gritaba enardecida-. ¡Los mataré a todos! ¿Dónde está Cronos? ¡Saquenlo de su escondite! ¿Acaso es un cobarde?
-¡Clarisse! -le grito Maggie-. Para ya. ¡Vuelve!
-¿Qué te pasa, señor de los titanes? -decía-. ¡Da la cara!
Los enemigos no respondían. Empezaron a retroceder poco a poco tras una barrera de escudos de las dracaenae, mientras ella describía círculos con su carro por la Quinta Avenida, desafiándolos a interponerse en su camino. Entre tanto, atendieron a los heridos y los trasladaron al vestíbulo del edificio. Mucho después de que el enemigo se hubiera perdido de vista, Clarisse continuaba recorriendo la avenida con su espantoso trofeo y exigiéndole a Cronos que saliera y le plantase cara.
-Yo la vigilo -dijo Chris-. Se acabará cansando. Ya me encargaré de que entre a descansar.
-¿Y el campamento? -le pregunto-. ¿Ha quedado alguien allí?
Chris negó con la cabeza.
-Sólo Argos y los espíritus de la naturaleza. Y el dragón Peleo, que custodia el árbol.
