Capítulo 03 - Retirada Parte II

766 140 133
                                    


 Por culpa de esto se alteró aún más, buscó en todo el interior de sus ropas, sin embargo, las plantas tan solo habían desaparecido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por culpa de esto se alteró aún más, buscó en todo el interior de sus ropas, sin embargo, las plantas tan solo habían desaparecido.

—No están, ¿por qué justo ahora? —Chasqueó la lengua—. No me queda otra opción —expresó, apresurado al mismo tiempo que sacaba una bolsita de color verde. Dentro había una pasta blancuzca, la colocó sobre el trapo y esta absorbió el líquido que había sido desparramado con anterioridad—. Bien. —Suspiró—. Ha funcionado. Esto dolerá, pero detendrá la peor parte de la hemorragia. Yi Hen, gracias por darme esto —dijo con preocupación en su tono.

You YuMo tenía los ojos casi cerrados, la sangre no dejaba de salir de su pecho, comenzaba a sentir mucho frío; aun así, le asintió en respuesta. Wen ShanShui colocó la pasta por ambos lados, introdujo sus dedos en la herida y la esparció por la zona con mucho cuidado, asegurándose de que nada quedara sin medicamento.

Dolía, dolía horrores. You YuMo gruñó y apretó sus dientes en las mangas de Wen ShanShui para no gritar. Era insoportable. Daba la impresión de que le estuvieran cociendo la mismísima carne lentamente. Sin embargo, no quería provocar ruidos innecesarios solo porque le dolía, ¿no sería malo que alguna otra bestia los encontrara también? Lo más sensato que podía hacer era aguantar los gemidos y morder fuerte en esas negras ropas. Esa era la razón por la que Wen ShanShui había buscado en primer lugar las otras medicinas, sabía sobre el dolor que sentiría; esa pasta en específico era muy dolorosa, una mezcla especial de su hermano, no obstante, era lo más efectivo que tenía en ese momento.

Por otro lado, el joven rubio nunca había sentido una curación mágica tan intensa; cuando se lastimaba de manera severa, o si se trataba de un simple raspón, en su aldea le trataban las heridas sin sufrimiento alguno, ¿cómo era posible que una medicina doliera tanto? ¿Quién era el loco que la había creado en primer lugar?

Cuando Wen ShanShui terminó de colocar la pasta medicinal, You YuMo no soportó más el dolor y cayó desmayado en el acto.

—Me alegra haber aceptado esto de mi hermano, aunque el dolor... —Suspiró, dibujando un rostro complicado—. Ya ha dejado de sangrar. Eso es bueno. —Levantó a You YuMo en sus brazos con sumo cuidado—. Aún necesita tratamiento, esto servirá por breves momentos.

Corrió montaña abajo en busca de ayuda, alguien debía escucharlo. Si nadie lo hacía, al menos podían percibirlo, ya no estaba ocultando su presencia espiritual, pues quería, no, necesitaba que lo encontraran. Si bien no sabía con exactitud dónde estaba localizada la aldea He Ping, conocía las zonas por donde You YuMo había estado, así que los utilizaría como referencia.

—¡¿Alguien de la aldea He Ping cerca?! ¡Por favor, You YuMo necesita de su ayuda! —Wen ShanShui gritaba con todas sus fuerzas.

Nadie parecía oírle.

«Si nadie me escucha aquí, buscaré ayuda en el pueblo. No me importa que no quieran aceptarlo, los obligaré», pensó mientras corría en dirección a Jicheng.

Espadas del Cielo 《Tiānkōng Zhī Jiàn》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora