Capítulo 05 - Reencuentro.

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 El viento fresco de la noche los envolvía, la oscuridad no les permitía ver adecuadamente y la confusión invadía a ambos maestros

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El viento fresco de la noche los envolvía, la oscuridad no les permitía ver adecuadamente y la confusión invadía a ambos maestros. Wen ShanShui no sabía qué más decir. Aun así, en medio de todo ese sombrío alrededor, el joven rubio sí que reconoció a la persona frente a él.

 Aun así, en medio de todo ese sombrío alrededor, el joven rubio sí que reconoció a la persona frente a él

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—¡Ah! ¡Eres Wen ShanShui! ¡Sabía que eras tú, no podía ser nadie más! No podía haberme confundido.

—¿Q-qué se supone que estás haciendo aquí? —Frunció el ceño como si no creyera lo que estaba viendo—. Más importante... ¿Estás bien? ¿En serio estás bien?

—¿Se conocen? —preguntó Yi Hen, asombrado.

—Él es el chico de Jiazhi, You YuMo.

—Oh... ¡El chico que te ayudó en aquel entonces!

—¡Qué bueno que te encontré! —interrumpió You YuMo, sin dejar que los dos continuaran hablando—. El líder de la aldea te echó, ¿verdad? Perdónalo, no es más que un viejo rabioso, no es malo. Te fuiste sin decir nada. ¿Sabes lo sorprendido que estaba cuando escuché lo que ocurrió en Jicheng? —exclamó, aún metido en la burbuja.

Wen ShanShui negó con su cabeza, como si le costara hasta pensar. Quizá nunca se hubiera esperado volver a verlo, a pesar de que lo había deseado, ya era algo que se había quitado de la mente. Bajó el sello de papel amarillo y la burbuja se rompió al hacer contacto con el suelo, permitiendo que el muchacho pudiera ponerse en pie con normalidad.

—Hablaremos en otro sitio, ninguno de nosotros debería estar aquí.

Apresurado y sin perder un segundo, You YuMo corrió hacia Wen ShanShui, con la intención de agarrar una de sus mangas. Solo que, antes de cualquier otro movimiento, Yi Hen lo sujetó de la muñeca, provocando que rebotara sobre sus pies.

—Tú, jovencito, ¿por qué corrías? No pienses que olvidaré eso.

—Ah... Es que... Bueno, en realidad pedí indicaciones para llegar al palacio, pero por alguna razón terminé metiéndome en este bosque. No sabía hacia dónde ir. —Observó la frialdad en los ojos de Yi Hen y comprendió que era muy sospechoso. Acomodó su voz y continuó—. De la nada apareció esa energía, era tan horrible que no supe cómo reaccionar, me hizo acordar a... Como sea, ¡solo tenía mucho miedo! —culminó, peinando un mechón de cabello cerca de sus labios para verse tierno e inocente, luego se lo llevó para atrás de su oreja.

Espadas del Cielo 《Tiānkōng Zhī Jiàn》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora