Luego de que Yue Jin reuniera a todos los discípulos que participaban del evento, Wen ShanShui llevó a Wu ShuangJue, Bai GuangXuan, Chang Gao y You YuMo con Sheng ZhiGuang, el maestro retirado de hechizos, que ahora era más conocido como el médico principal de la academia.
El hombre de avanzada edad, corta barba y escaso cabello, los había revisado de manera rigurosa a cada uno. Incluso tuvo una breve conversación con Wen ShanShui y Yue Jin sobre lo sucedido. Al finalizar, rascó su barba y, en un tono más alto, añadió:
—Tienen suerte. No hay ninguna maldición en ustedes, tampoco tienen huesos fracturados. Nada más que algunos golpes y quemaduras. —Observó a Chang Gao—. Y tú, muchacho, descansa ese brazo, pronto sanará. Por suerte, no llegó más lejos. Deberás lavar eso todos los días y mantenerlo limpio.
Chang Gao asintió, cabizbajo.
Al ver los ánimos bajos de todos, Wen ShanShui suspiró, descansando sus hombros.
—Es un alivio escuchar eso, maestro. Se lo agradecemos.
—No debes agradecerme, muchacho. Vayan a descansar.
Después de saludar con una inclinación respetuosa, juntando su mano y puño a la altura de su pecho, dejaron el cuarto en silencio. Todos llevaban la cabeza gacha y los ojos apagados. El terror que habían pasado en el sótano les había consumido cualquier palabra que pudieran decir, toda rivalidad o problema ajeno a eso ya no importaba. Quizás porque era la primera vez que habían corrido esa clase de peligro, sus corazones se sentían fríos, sus auras, desoladas. Sabían que, si Wen ShanShui no hubiera aparecido, no habrían estado contando la historia de lo que sucedió. Si las cosas se hubieran salido de control, tampoco habrían hecho demasiado. Tuvieron mucha suerte de haber sobrevivido.
Los hacía sentir impotentes. Se dieron cuenta de lo arrogantes que habían sido hasta ese momento, creyendo que eran fuertes ante cualquier cosa y situación. No habían podido manejar bien ni siquiera sus miedos. Contra ese monstruo, tuvieron menos poder que una pequeña piedra en el fondo del mar.
Al salir del gran salón, Wen ShanShui los acompañó hasta la zona de entrenamiento y habló con un tono tranquilizador.
—Sé que están exhaustos, me gustaría dejar esto para más tarde también, sin embargo, necesito que me digan cada detalle de lo que vieron allí abajo. Entiendo que puede ser difícil, pero, cuanto antes sepamos qué pasó, más rápido podremos actuar.
Los discípulos se miraron entre ellos y asintieron, empezaron a contarle cada detalle. Sobre los gritos, los cuerpos de las mujeres, los sellos dibujados con sangre, los talismanes, artefactos, la puerta de piedra y la pared oculta. Wen ShanShui rascó su mentón y quedó pensativo por un rato.
—¿Recuerdan cómo eran esos sellos y talismanes? ¿Había algún otro patrón o dibujo extraño? —Giró su cabeza con duda.
Al escuchar eso, You YuMo dibujó en la tierra y aportó.
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Espadas del Cielo 《Tiānkōng Zhī Jiàn》
Fantasy❀DISPONIBLE EN AMAZON❀ You YuMo, un chico sin muchas preocupaciones y proveniente de una aldea remota, ve como su vida da un giro completo al cruzar su camino con Wen ShanShui, un maestro reconocido y respetado de la Academia del Palacio Tian. Desde...