Capítulo 15 - Caso en Xuán Yá I.

803 96 167
                                    




 Por un segundo que pareció eterno, el silencio se mantuvo en la habitación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por un segundo que pareció eterno, el silencio se mantuvo en la habitación. You YuMo llegó hasta Wen ShanShui y se acuclilló a su lado. Sus miradas hicieron un breve contacto hasta que el segundo habló.

—Puede comenzar, señorita.

La joven por detrás de la puerta temblaba, su voz era cálida y juvenil. Sonaba entrecortada y preocupada, suspiró con dificultad y logró aclararse.

—Todo fue muy extraño aquella noche. Antes de desaparecer, mi padre actuó de una manera insólita. Parecía un loco desquiciado, tiró cuantas cosas hubiera en la casa y rompió todo lo que hubiera frente a él. A decir verdad, yo estaba en mi habitación en ese instante, solo escuché el desastre y sus gritos.

—Esa fue la primera vez que su padre actuó de ese modo, ¿cierto? ¿Nunca hubo episodios como ese antes? —interrogó el maestro.

—Mi padre es la persona más amable que conozco. Nunca le había escuchado gritar tantas locuras o maldecir a alguien así, menos actuar de esa manera. Por más enfadado que estuviera, él mantenía la compostura y su buen hablar.

¿Podría ser obra de la posesión de un fantasma resentido? Wen ShanShui hizo silencio, aunque por dentro buscaba todas las posibilidades posibles.

—¿Él le dijo algo a usted antes de desaparecer?

—Sí, luego del desastre. Él caminó hacia mi cuarto, tocó la puerta con suavidad, y, aunque yo tenía muchísimo miedo, me arriesgué y abrí la puerta. —Tembló e inhaló aire—. Le pregunté si todo estaba bien, ya que había escuchado gritos y golpes. Tan solo dijo: "Ahí abajo. Tengo mucho miedo. Ella es la culpable de todo, nos obliga a ir, yo ya no quiero ir".

—¿Ella? ¿De quién hablaba su padre?

—No lo sé, no pude preguntárselo. Después de decirme eso, entró en su habitación, y ya no volví a verlo.

Wen ShanShui reflexionó por un momento. Si se había vuelto loco de la nada, lo primero que uno pensaría era que había sido poseído; pero si el hombre le había hablado tranquilamente, e incluso le proporcionó información sobre lo que le pasaba, aquel no era el caso, o al menos no lo parecía. Para eso, había una pregunta clave que resolvería sus dudas al respecto.

—Cuando usted habló con su padre, ¿él tenía ambos ojos?

—Sí, claro que los tenía. ¿Por qué pregunta eso?

—Quería descartar algo. —Suspiró, dejando caer sus hombros, y añadió—: Escuché que muchas personas desaparecieron. Usted habló de un templo en construcción, ¿verdad?

You YuMo curvó una ceja y miró a su maestro. No comprendió del todo a lo que quería llegar, aunque tenía sus propias hipótesis.

—¿Por qué sacas lo del templo? —consultó You YuMo de todos modos.

Espadas del Cielo 《Tiānkōng Zhī Jiàn》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora