En medio del alboroto, el fuego y las explosiones, la voz del maestro apenas se escuchaba como un débil eco.
—¿Escuchas mi voz? Despierta, ¡por favor, despierta! —Wen ShanShui se arrodilló, colocando la cabeza de You YuMo en su regazo para analizar mejor su estado.
Apenas tenía energía espiritual dentro, más bien, era como si no la tuviera. Por sus meridianos no parecía pasar ni un poco de energía. Era casi como si fuera un humano corriente, como si toda su vida hubiera sido succionada por alguna razón.
—¿Por qué tenía que pasar? Despierta... Tienes que abrir tus ojos...
Su voz ya no lograba siquiera escucharse por el ruido del exterior.
De inmediato, comenzó a enviar energía espiritual y a intentar liberar los meridianos bloqueados. Necesitaba urgentemente que todo volviera a fluir en su interior, de lo contrario, podría perder por completo el trabajo de cultivo que había alcanzado. Aunque hubiese querido, no pudo seguir por mucho rato: había demasiado humo y no podía respirar. ¡Tenía que correr lejos y tratarlo en otra parte! No podía permitir que se asfixiara, y tampoco podía dejar que su cuerpo se rindiera.
Por la desesperación del momento, no pudo notar que You YuMo podía sentir su tacto y lágrimas caer sobre las mejillas, solo que no podía hablar, no conseguía siquiera mirarlo. El joven consiguió escuchar algunas suaves palabras distorsionadas en el aire. Era difícil de descifrar, sentía que era demasiado difícil seguir luchando por sobrevivir. Sin embargo, incluso si su cuerpo completo estaba destrozado, su corazón consiguió latir con fuerza cuando reconoció esa voz. ¿Cómo podía no estar feliz? No podía ser alguien más que Wen ShanShui, esa voz, esas manos, la forma en la que lo trataba. No podía ser nadie más.
Con sus últimas fuerzas, abrió los ojos nublados e intentó moverse, aunque fuera un poco, al menos para dar una señal, mas fue imposible. Sus piernas estaban quebradas a causa de los golpes, sus brazos no respondían, las marcas rojas que habían dejado las cadenas cortaban su circulación, la energía bloqueada apenas volvía a fluir. Sus ojos nublados, poco podían percibir de la figura frente a él.
«Está bien, todo estará bien. Me alegra tanto verte, me alegra tanto respirar un momento más solo para verte». Quería decirle eso a Wen ShanShui, sin embargo, su garganta no funcionaba. Sus labios no se movían, no había nada que pudiera hacer. No obstante, aun en ese estado, sus lágrimas empezaron a caer, hasta que ya no sintió más dolor.
—Aún estás vivo... Es pequeña, es débil, pero es honesta, hermosa y cálida. Sé que aún estás ahí... Puedo sentirte —sollozó el maestro.
Su posición vaciló, se tambaleó con el joven en brazos, mas no se dejó caer. Wen ShanShui no esperó más, cargó a You YuMo y corrió en dirección a la salida. Fuese lo que fuere lo que lo esperara, lo atravesaría, eso decía el brillo de sus ojos.
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Espadas del Cielo 《Tiānkōng Zhī Jiàn》
Fantasy❀DISPONIBLE EN AMAZON❀ You YuMo, un chico sin muchas preocupaciones y proveniente de una aldea remota, ve como su vida da un giro completo al cruzar su camino con Wen ShanShui, un maestro reconocido y respetado de la Academia del Palacio Tian. Desde...