Wen ShanShui capturó de la ropa a You YuMo y lo jaló hacia él. El techo del sótano se iba a derrumbar sobre sus cabezas si se quedaban en el túnel. No dudó ni un segundo y lo llevó hasta la habitación donde estaban los cristales. Solo que ahora había más compañía.
Habían muchas figuras de pie bloqueando su camino, ¿de dónde habían salido? Se parecían a las personas, con la particularidad de que, desde sus cabezas, salían grandes cuernos, algunos tenían colas largas y garras. Viendo las ropas, Wen ShanShui cayó en cuenta. Esas extrañas criaturas eran los constructores desaparecidos. ¿Por qué se veían así? ¿Qué habían hecho con ellos? Ambos estaba atónito ante tal espectáculo.
Las extrañas bestias gemían y gruñían hacia ellos. Uno del montón expulsó una especie de espuma roja de su boca, muy similar a la sangre; se acercó con lentitud a los muchachos, ocasionando que todos a su alrededor lo imitaran.
Wen ShanShui reaccionó con velocidad, desenfundó su espada y You YuMo lo siguió.
—Wen ShanShui, no sé qué sucede aquí... Esas cosas tienen forma humana, ¿ellos fueron personas? ¿Qué está sucediendo?
Wen ShanShui negó con la cabeza, su nuez de adán bajó y subió por los nervios. Estaba más que claro que él tampoco comprendía la escena frente a él.
—Esto es inaceptable, han modificado los cuerpos de esta gente con alguna clase de magia oscura. ¿Quién podría pensar en hacer algo así? ¿Quién está tan loco como para hacer esto?
No hubo más tiempo para formular hipótesis o para preguntar, ya que varias criaturas saltaron sobre ellos, sin miedo a caer en el suelo. Al mismo tiempo, otros atacaron con sus garras.
Sus movimientos no eran fuertes ni tenían nada que destacar, era como si fueran bestias comunes, bastante torpes y desordenadas. Con este detalle, ya podían adivinar que dichas criaturas no eran las que emitían la energía que habían percibido.
Apenas terminaron con las bestias, Wen ShanShui cayó al suelo, arrodillado en su lugar. Su mente estaba derrotada, no entendía la situación y sus pensamientos estaban casi que en blanco. ¿Por qué los discípulos estaban en esos cristales? La situación era tan confusa, el sitio era extraño, la energía también. Además, estaban esas criaturas que parecían bestias y humanos. Su cabeza quería explotar.
—Lo lamento, no sé qué han hecho con ustedes. Lo siento —sollozó, apretando sus puños sobre el agarre de la espada que lo protegía.
You YuMo palmeó su espalda con suavidad. Wen ShanShui nunca demostraba sus sentimientos de esa forma; aunque se sintiera triste o preocupado, nunca llegaba al punto de soltar alguna lágrima o de quebrar su voz. El joven de ojos esmeraldas observó a su maestro inquieto y solo pudo moverse como su corazón le indicó: abrazándolo por detrás. Wen ShanShui solía ser quien cargaba con las responsabilidades, quien cargaba con los problemas, con los planes. Todo siempre recaía en él, mas, ¿él acaso no era un humano también? ¿No era una persona que bien podía sufrir, sentir miedo e impotencia? Incluso si sentía esa clase de sentimientos, ¿no tenía el derecho de demostrarlos? ¿Acaso no se tenía permitido llorar?
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Espadas del Cielo 《Tiānkōng Zhī Jiàn》
Fantasy❀DISPONIBLE EN AMAZON❀ You YuMo, un chico sin muchas preocupaciones y proveniente de una aldea remota, ve como su vida da un giro completo al cruzar su camino con Wen ShanShui, un maestro reconocido y respetado de la Academia del Palacio Tian. Desde...