Capítulo 30 - Verdaderos sentimientos.

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 Aunque fue algo que le costó conseguir debido a varios sentimientos complicados, y un latir enloquecido, You YuMo logró volver su rostro y corazón a un estado normal

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Aunque fue algo que le costó conseguir debido a varios sentimientos complicados, y un latir enloquecido, You YuMo logró volver su rostro y corazón a un estado normal. Apenas así, decidió regresar a la habitación que compartía con Wen ShanShui.

Había estado por un shichen completo sobre los árboles del tupido jardín. Aunque tenía muchísimas ganas de regresar ya hacía un tiempo, su estado nervioso no se lo permitía. Para regresar, caminó más calmado, pero estaba igual de ansioso por la situación que transcurrió con anterioridad con Yi Hen.

Como era de esperarse, cuando llegó a la habitación, allí estaba Wen ShanShui, leyendo algún libro a la luz de un pequeño farol. Imperturbable, como si nada hubiera pasado solo un rato antes. Como si nunca se le hubiera confesado una princesa, como si su corazón no pudiera ser agitado con nada de este mundo.

—Wen ShanShui...

Al escuchar la voz del joven, la atención de Wen ShanShui se volcó en él.

—You YuMo, ¿cómo te sientes?

—Yo... Bien, bien, estoy muy bien.

Wen ShanShui observó con atención al joven. Sus mejillas estaban un poco coloradas, sus ojos un poco rojos también. ¿Se habría resfriado? No sería de extrañar, habían estado bajo la lluvia un largo rato en los días anteriores. Eso lo preocupó, ¿era por eso que You YuMo se alejaba? ¿No quería molestarlo?

—Te ves cansado —mencionó el maestro—. Estuviste mucho afuera, aunque haga calor estos días. Ten cuidado en las noches, ¿por qué no descansas?

—Sí, eso haré, me siento un poco cansado después de todo. Gracias por preocuparte.

You YuMo no quería parar de hablar, mas solo salían esas palabras cortas de su boca. ¿Qué más podía decir? Todo lo que se memorizó salió volando de su mente. Ya no sabía qué decir o cómo preguntar algo. Sin embargo, luego de acostarse y cubrirse, sentir el aroma de esa persona cerca y su suave respiración, no pudo evitar sentirse protegido. Feliz.

—Dormiré primero. Descansa bien, Wen ShanShui.

—Que descanses, también dormiré —dijo en tono tranquilo, dejando el libro a un lado y apagando el pequeño farol.

Esa noche pasó sin novedades y sin contratiempos. Ambos estaban cansados, por lo que lograron dormir sin demasiado esfuerzo.

El día siguiente fue tranquilo, quizás algo más productivo que el anterior. You YuMo y Wen ShanShui estaban en su habitación, estuvieron todo el día practicando con los soldados, se encontraban exhaustos. Fue después de un relajante baño que ambos decidieron meditar juntos. Ahora que estaban en condiciones, deseaban aumentar su energía espiritual lo máximo posible antes de ir a luchar.

Ambas energías se sentían pacíficas y cálidas, quien entrara en la habitación, quizá tendría ganas de tomarse una siesta cerca. Era muy agradable.

Espadas del Cielo 《Tiānkōng Zhī Jiàn》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora