Capítulo 25 - Mientras dormía.

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 Yi Hen tomó aire para organizar sus ideas, en verdad parecía estar exhausto en ese momento

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Yi Hen tomó aire para organizar sus ideas, en verdad parecía estar exhausto en ese momento.

—En el palacio, cuando me separé de Wen ShanShui, bajé la montaña y me dirigí hacia la capital. Las personas eran devoradas por las bestias, mientras que sus hogares eran destruidos. Luché con algunas de ellas intentando defender la zona, su fuerza era increíble, una persona corriente no tiene en absoluto oportunidades contra ellas. Poseen grandes colmillos y sus garras son como filosas espadas, además, a pesar de su gran tamaño, son muy veloces. Representan un serio problema. Por suerte, Yue Jin apareció de inmediato para ayudarme, y Zhi Jian llegó pasado un rato.

—¿Zhi Jian llegó bien hasta allí? —preguntó Wen ShanShui.

—Sí, lo hizo. ¿Por qué?

—Ya veo... —El joven dejó salir aire—. Luego te cuento sobre eso.

—Bien —asintió—. Me dirigí a la Mansión Wu para refugiarnos al menos por el momento. Sus túneles secretos podrían escondernos hasta que pasara lo peor, por eso guie a un pequeño montón de gente con esperanzas de que la familia Wu nos ayudara... Nunca me imaginé que el ejército ya estuviera invadiendo todos los rincones de Tian.

La nuez de adán de You YuMo subió y bajó con nerviosismo, no pudo evitar sentir que algo malo sucedía, tenía la piel de gallina.

Yi Hen continuó:

—Al llegar allí, el joven amo de la familia, Gu Yue, estaba junto a varios soldados de rojo en la puerta, y ellos... Todos ellos, mataron a las personas que estaban detrás de mí. Ese joven sin dudas estaba de su lado en ese instante.

Todos se sorprendieron al escuchar el nombre de cortesía de su compañero, ¿Wu ShuangJue era parte de esta historia? ¿Yi Hen y Wu ShuanJue se habían visto? ¿Entonces por qué no estaba aquí ahora?

Yi Hen bajó la mirada con culpa, pese a que él luchó contra varios soldados en ese entonces, nadie había salido con vida. Nunca se liberaría de ese peso en su corazón, si hubiera actuado más rápido, si hubiera utilizado más escudos, quizás habrían sobrevivido, aunque sea algunos. Se sentía humillado y angustiado.

Aunque se sintiera de esa manera, en aquel entonces no había mucho por hacer. Las personas, en su desesperación, salieron disparadas en varias direcciones, se pegaban o pechaban entre ellas buscando escapar. ¿Qué podía hacer Yi Hen tras semejante desorden?

Incluso si intentaba calmar a quienes estuvieran cerca, incluso si empleaba escudos para protegerlos, las personas solo salían de ellos, sin confiar en la protección que la magia les brindaba, sin confiar en Yi Hen. Gracias a eso, los soldados habían podido atacar como una ráfaga de viento.

Chang Gao golpeó la pared, impidiendo que Yi Hen continuara.

—¡¿Qué quieres decir con eso?! ¡¿Qué insinúas cuando mencionas a Wu ShuangJue y a esos soldados de rojo?!

Espadas del Cielo 《Tiānkōng Zhī Jiàn》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora