Amor De Cristal

Cap. 33 Dolor/Heridas Parte 2

Sam

¡Que cagada!

¡Mierda y más mierda!

Aunque había intentado muchas cosas nada había funcionado para hacer separar a aquel idiota de mi Clari. Diego me aconsejó que la dejara en paz pero ¿podría?

Cuando volví a acercarme, luego de aquel beso que me dejó en claro mi posición, me sentí realmente herido. Ella me veía como un hermano solamente y yo… bueno, practicaría el incesto si de ella se tratara.

Mis objetivos siempre fueron claros y mi vida anterior me gustaba. Creía que siendo el chico bueno ella se enamoraría más fácil de mi pero las chicas siempre buscan lo complicado. ¿Por qué lo hacen? ¡Les gusta sufrir! Masoquistas.

Luego, después de todo ese tiempo pasado, me volví a alejar de ella. Solo le mandaba mensajes distantes para saber como se encontraba. Algunas veces me los respondía y otras no. Pero no recibía más de 5 palabras y un beso de despedida cortando la charla definitivamente.

Kaiser la tenía agarrada hasta las patas. ¡Maldito idiota!

Mi vida se resumió en vivir cada día. El trabajo iba muy bien y mi relación con Diego se volvió más fuerte. Se había convertido en un hermano que jamás tuve. Cada cosa que pasaba la hablaba con él y cada día nos mandábamos nuestras cagadas. Seguíamos yendo a las carreras y aunque quise entrenar para pelear es algo que no me dejó hacer. Solo íbamos a las carreras y apuestas, no tenía nada más que eso y según mi amigo estábamos bien solo con las carreras.

Mis relaciones sexuales eran casuales. El amor lo había sacado de mi vocabulario. Si no era Clari no era nadie. Diego me confesó que en su momento algo había sentido por aquella chica, ahora me doy cuenta ¿quién no sintió algo por Clari? Esa rareza la hacía perfecta y era algo que no creía tener y eso la hacía aún mejor. Pensar que no era lo suficiente cuando en realidad no deseaba otra cosa más que su amor. Me enojé cuando me lo contó pero se me pasó rápidamente, si yo no la tenía podría estar con él, aunque antes de eso jugaría sucio. Por más de que sea mi mejor amigo ella era Clari, mi Clari; no podía negociar eso.
A Hans no lo volví a ver, espero en algún momento encontrarlo y saber de él. Tal vez podría invitarlo a volver a las carreras.

Nuestras noches aseguradas con Diego era carreras, alcohol y sexo. Obviamente que entre nosotros no. ¡Puaj!

Él estaba con Nayra ya hace tiempo en una especie de “relación", habían sentado cabeza aunque mucho amor no veía.  Creo que se terminaron de acostumbrar el uno con el otro y bueno, se "respetaban". Entre comillas porque Nayra varias veces había pedido que me funda en ella y se me abría de piernas fácilmente en cualquier lugar, pero era de Diego y yo respetaba eso a pesar de que su novia fuera una zorra sin remedio. El cambio que mi amigo había hecho en mi me había agradado demasiado y lo respetaba por eso.

Cualquier mujer que quería la tenia y terminaban donde yo quería: en mi cama, gimiendo mi nombre para luego irse por donde vinieron. Sabían que de mi no podían esperar amor eterno, pero con que me las montara se conformaban y eso era suficiente.

¡Que vida mi vida! La amaba; pero siempre estaba aquel dolor del rechazo que aquella chica había causado en mi. Tarde o temprano llegaría mi momento y podría disfrutar todo eso que ahora es de él. Los tipos como él no pueden quedarse con la chica buena. ¡No es justo! Yo me quedaría con ella. Mientras tanto disfrutaría con otras como por ejemplo en este instante.

Estaba en el parque, hoy no tenía nada que hacer hasta la noche así que salí a hacer un poco de ejercicio cuando vi a aquella chica. Marrie se encontraba allí sentada en la banca tomando un helado, había cambiado bastante y sus curvas estaban más pronunciadas, sabia que estaba enamorada de mi y podía jugar con eso. Aunque de igual manera recordaba todo lo que había pasado aquella vez en el colegio y no me agradaba nada el saber tanto dolor que provocó en mi futura chica.