Cap 2: "Casi primer encuentro"

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Las horas pasaron rápidamente y como supuse, Hans no había entrado a clases. Mis amigos se despidieron rumbo a sus casas; ellos tenían la suerte de vivir en lugares cercanos, en cambio mi casa quedaba alejada a la de ellos pero cada vez que iba a la casa de mi hermana Isabel podía visitarlos.

Cuando llegué a mi casa fui rápidamente a la cocina y tomé una fruta, agarré la mochila y me dirigí a mi habitación en donde pude revisar la carpeta y ver que no tenía nada de tarea. La tarde se pasaría aburrida si no me dignaba a hacer nada más que dormir ya que todos en la casa estaban trabajando y no vendrían hasta más tarde. Mi celular vibro con la notificación de un mensaje.

-¿hermanita que haces? -preguntó mi hermana Isabel.

-recién llego del colegio y ahora estaba pensando en hacer algo productivo... -contesté.

-¿productivo cómo? ¿O qué?

-productivo como por ejemplo dormir siesta -_- -contesté.

-ven y almorzamos juntas. Ahora vienen los chiquis.

-okeey. -respondí. Me había convencido. Mi hermana tenía 2 hijos, la parejita. Con mi sobrina Melody nos llevábamos 3 años de diferencia en cambio con mi sobrino Catriel era más el tiempo aunque, de igual manera, no me consideraba una tía, eso me hace sentir vieja. Entonces algunas veces soy la "prima Clari".

Tomé los auriculares; las llaves de la casa, un poco de dinero y salí rumbo a lo de mi hermana adorada.

En mi pecho se instaló algo que no pude descifrar, era como una mezcla de dolor y anhelo. Coloqué entre mis manos el pequeño y lindo collar que tenia en mi pecho. Esto era el dije del ying yang, algo me llevó a tocar ese símbolo. Mientras esperaba en la parada el colectivo me puse a pensar... quería creer que todo iba a seguir igual de bien como lo estaba siendo hasta ahora.

(...)

—¿qué puede estar pasando por esa cabecita loca? ¿Será algún chico? —decía Isabel mientras preparaba un rico jugo de naranja.

—no hermana, te dije que así estoy bien, no quiero a nadie en mi vida por el momento.

—eres mi hermanita y esta bien que quieras estar con chicos de tu edad...

—no quiero estar con chicos de mi edad. —respondí.

—¿no? ¿Acaso te gustan mayores? ¡Esa es mi hermanita! —decía ella divirtiéndose a mi costa.

—¡Claro que no! estoy bien así, con mis amores literarios, mis amigos y... —traté de comentar pero me detuvo.

—ajam... ¿y Sam? ¿Qué hay con él? ¿Acaso no te gustaba cuando eras mas chica? —preguntó. Mierda, esto me pasaba por contarles mis enamoramientos.

—eso es pasado Isabel, aparte a los chicos de mi edad no les gusto. —contesté mirando hacia la ventana— tampoco quiero gustarles y se acabó.
Di la charla con mi hermana Isabel por terminada cuando mis sobrinos entraron con cara cansada por la puerta de la casa.

—¡Clari! —festejó Mel mientras me abrazaba.

—hola fea —dijo una voz masculina, ese fue Catriel.

—hola mis adorables primos. ¿Cómo están? ¿Cómo les fue en la escuela? Creo que es hora de charlar un poco, hace mucho no nos vemos. —respondí mientras me separaba de Melody.

Toda la tarde la pase divirtiéndome con Isabel y mis "primos". Hablamos de la escuela, de amigos, del cumpleaños de mi hermana que ya se aproximaba en dos días, de amores prohibidos de Melody. En fin, pasé una hermosa tarde hasta que mi celular vibró seguido del sonido de un mensaje llegando.

-"¿chiquita donde estas?" -Preguntaba mi madre en un mensaje.

—upsi —dije mientras observaba a mi hermana.

—¿qué paso? —preguntó.

—olvidé decirle a mamá que venía para acá —contesté. Teclee un mensaje rápido que decía: "estoy en lo de Isa, ahora voy" y como respuesta me envió un "Ahí vamos a buscarte"— Genial. Me vienen a buscar.

Esperamos 5 minutos más hasta que se escuchó el sonido de la bocina del auto de Sack. Salí corriendo saludando a mis tres personas favoritas y me metí en el auto saludando a mi padrastro y a mi madre. El auto dio arranque y comenzamos a ir rumbo a la casa, mi madre le estaba contando a Sack como le había ido en el trabajo y me dispuse a ponerme los auriculares hasta que escucho el grito de mi madre.

—¡Cuidado! —espetó, entonces Sack frenó de golpe haciendo que me dé de lleno con el respaldar del asiento de atrás de donde estaba mi madre, yo solo fui capaz de agarrar fuerte mi collar nuevamente.

—¡¿Por qué no te fijas por donde andas eh?! ¡pendejo! ¡te pude haber chocado! —gritó Sack enojado.

Veo por la ventana y me encuentro con un grupo de chicos en moto pero solo uno era el causante de la frenada del auto. Estaba montado en su moto con un casco que cubría su rostro, solo llegué a ver esos ojos que provocaron algo en mi interior, esos ojos verdes lograron hacer que no vuelva a respirar. Su mirada petulante estaba en Sack, cuando se aburrió lo dejó de observar y me miraron directamente, entonces sentí que me paralice aún peor que antes, ¡que hermosos ojos!
Sack aceleró el auto y nos fuimos de allí, oí a mi madre preguntarme si me había lastimado pero solo fui capaz de apartar la mirada de ese oji verde y ver hacia mi mano: ella seguía sujetando ese collar.

—¡ay Dios mío! ¡estos chicos de hoy en día! solo piensan en motos; droga, sexo y el peligro. Eso les encanta y se les da de maravilla. Imagínate si no hubiese llegado a alcanzar el freno ¡lo mato! ¿Y luego qué? La culpa es de uno porque tiene el vehículo más grande. —hablaba Sack enojado.

—ya paso amor, vayamos a casa tranquilos. ¿Estas bien Clari? —preguntó mi madre, cuando sentí pronunciar mi nombre la vi.

—mmm ¿qué pasó? —respondí.

—que si estás bien —preguntó nuevamente dándose vuelta a verme.

—si, si estoy bien. —respondí.

—me alegra que no estés metida en ese mundo, hija —dijo Sack y asentí.

El transcurso no fue largo, hablamos de todos los peligros que hay en la sociedad actual, llegamos a la casa y lo primero que hice fue encerrarme en mi cuarto.

¿Por qué esos ojos seguían clavados en mi puta mente? ¡No! Me niego a pensar en eso.

Amor De CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora