Capítulo 47 》Nuestro final de cuento

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A ver gente, este capitulo no tendrá sentido si no escuchan esta canción mientras leen, así que haganme caso y lean mientras escuchan esto.


El auto se detiene a las afueras de la ciudad, Ben baja del auto y a los diez minutos llega un auto con los vidrios polarizados, baja del auto y ve esas distintivas botas amarillas que reconoce al instante.

–Te tardaste, sabes que soy puntual– dijo con una sonrisa –te dije 6:30 y llegaste 6:32

–Siempre peleando por la hora– responde acercándose a el.

El la toma de la cintura y le da un beso de esos que te roba el aliento, muerde lenta y suavemente sus labios acercandola más a el. Se separan para tomar aire y el pone una mano sobre su vientre.

–¿Le dijiste?– pregunta el.

–Si

–¿Y cómo lo tomó?

–Solo se fue

–Te vez hermosa embarazada– dice cambiando el tema mientras que ella se sonroja –¿estas lista para lo que viene?

–Claro que si– respondió ella.

–Eres el amor de mi vida y lo vas a ser siempre, te amo ¿tu me amas?

–Claro que si, te lo prometí

–¿Así como Hitler prometió no conquistar Checoslovaquia?

–Dejate de cosas y vámonos ya

–Okey– responde riendo.

El momento es interrumpido por unas voces, ruidos.

–¿Escuchas eso?

(...) 30 minutos antes

Rey a las afueras de la mansión soltó un grito con tanta fuerza que literalmente la vida se le iba. Rey petrificada voltea a ver Jyn con la sangre escurriendo por sus delgadas piernas. Al instante Jyn grita desesperada.

–¡Una ambulancia!

Todo sucedió tan rápido y por más que Jyn intentaba sostenerla Rey se desvaneció en sus brazos hasta perder el conocimiento. Carlo y Hux la ayudaron a subirla a un auto para llevarla lo más pronto posible al hospital.

–Rose llama a Charlie– dice Jyn.

–¿Debemos de llamar a Charlie o a Ben?– pregunta Carlo.

–¿O los dos?– pregunta Hux.

–¡Idiota no es momento para bromas!– responde Jyn molesta.

Van en el auto rumbo al hospital a toda velocidad cuidando de no chicas pues cada vez era más la sangre que salía de entre sus piernas.

(...)

Lincoln llevó a Ben a las afueras de la ciudad, el sol ya estaba por ocultarse y las luces de la ciudad se veían perfectamente. Eran las 6:15 y ellos estaban a la mitad de la nada completamente solos. Bajó del auto, puso sus manos en sus bolsillos y cerró los ojos deleitandose con la paz y la tranquilidad del momento.

–¿Por qué me trajiste a este lugar?– pregunta Ben dándose la vuelta para admirar el paisaje.

–Es muy pacifico, para pensar antes de irnos

–Es cierto, gracias Lincoln lo necesito

–De nada señor

–¿Alguna vez te has arrepentido de algo?– pregunta acercándose un poco más a la orilla.

–Nunca– responde Lincoln convencido.

–Yo si, de muchas cosas– responde mirando el acantilado y después retrocede para admirar la ciudad –pero es maravilloso como el regalo de la vida te hace cambiar de opinión y te hace seguir adelante, es sorprendente como todo puede cambiar en un instante– dice recordando esa noche en el muelle –como con un gesto todo puede llevarte a hacer cosas que creíste que jamás harías, y ahora mírame– dijo suspirando –me arrepiento de muchas cosas, de la muerte de esa chica en San Feancisco, me arrepiento de haber estado pensando en el trabajo y me arrepiento de haberla alejado, pero jamás me arrepentiré de haberla conocido porque ella me enseñó cosas que jamás hubiera podido aprender con otra persona

–Y ahora tendrá que despedirse

Cuando escuchó esas palabras Ben volteo y se encontró con una pistola apuntándole a la frente y los ojos de un hombre dolido, un hombre que está sufriendo. Ben se queda serio, con miedo frente a la pistola mientras que Lincoln lo mira con los ojos cristalizados derramando un par de lágrimas.

Ben podrá ser muy frío, pero estaba aterrado, no quería morir y menos ahora que tenía mucho porque vivir, ahora que era feliz, no quería abandonarlos.

Lincoln no estaba seguro de querer hacerlo así que cerró los ojos y disparó. Se subió al auto y se fue...

(...)

Charlie entra al hospital paniqueado, estaba decidido que aunque no fuera su hijo no la dejaría sola en este momento.

–¿Dónde está?

–La están atendiendo– responde Jyn.

(...)

Creímos que Lincoln no tenía corazón pero en realidad es humano. Mira por el retrovisor y después miro y se planteo la posible idea de un niño creciendo sin un padre por su culpa, así que sin pensarlo dio la vuelta y fue por el. No había sido lo suficientemente fuerte como para dispararle en la cabeza. Llega a donde estaba Ben y el estaba casi inconsciente, deliraba, y estaba sobre un charco de sangre, si no lo ayudaba moriría desangrado.

Le quita las placas al auto, lo sube al auto y lo lleva a un hospital, lo dejaría en la acera para que alguien más lo ayudara, no iba a arriesgarse a que lo atraparan.

–¿Por qué lo hiciste?– dijo Ben con mucha dificultad.

–¿Acaso no me recuerdas? ¿No viste nunca foto mía? ¿En verdad no sabes quién soy?

(...) 6:34

–¿Qué ruido?– pregunta e mirandola con sus hermoslos ojos color verde.

–Rey mirame, ignora todos esos sonidos, ahora estamos juntos– dice poniendo la mano sobre su vientre –este es nuestro final de cuento– dice con una voz tierna y dulce.

15 de Septiembre, 6 horas con 34 minutos, Ben y Rey están juntos sin que nada ni nadie los separe, viviendo su final de amor de cuento.

Amor De Cuento 》Reylo AU《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora