VII

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Me escapare, me iré lejos donde no puedan encontrarme, pero lo me casarme, no lo haré, - Se decía Katherine una y otra ves.

Inmediatamente busco un baúl para guardar su ropa, solo llevaría lo necesario, se las arreglaría para sobrevivir, pero no desposaria a quien no ama. Después de guardar su ropa en el pequeño baúl, lo tomó firmemente para marcharse, bajo las escaleras rogando que nadie la viese, o todo acabaría, logró salir de casa sin saber a donde dirigirse.
¿A donde iras? - Se preguntaba así misma. ¡No lo pensaste muy BIEN! ¿Qué harás ahora?..

David decidió ir a ver a su madre, necesitaba saber si se encontraba en buen estado.
-Madre ¿puedo pasar? - Pregunto tocando a la puerta de la habitación.
- Querido, adelante.
- ¿Cómo te encuentras madre?
- Me encuentro bien David, solo es cansancio.
- Estaba preocupado madre, no sabía si mandar a llamar al médico.
- Tranquilo querido estoy en perdé to estado.
- Gracias al cielo madre, entonces me retiró para dejarte descansar.
- Esta bien querido.

David se retiró de la habitación de su madre más tranquilo al saber que se encontraba bien, decidió salir a tomar un poco de aire fresco.

-Max - dijo llamando al mayordomo.
- ¿En que puedo servirle Lord?
- Saldré a caminar un rato, lo dejo al cuidado de mi madre.
- Como usted diga señor.
- Su doncella Ana se encuentra con ella. - Muy bien señor.

David se retiró, decidió ir al lago a distraerse, no imaginando que se encontraría con una bella dama, sentada bajo el árbol llorando.
¿Porque estará triste? - se preguntó.

-Buenos días señorita ¿puedo ayudarla? - preguntó.
- Bue… Katherine levantó la mirada y al ver a David, sin pensarlo se abrazo a él.
David no se esperaba encontrarla en ese lugar, triste y sola. Se sintió un poco mal al ver tan triste a su bella dama, y de pronto ese abrazo, David quedó helado ante la reacción de Katherine al verlo, David la abrazo tiernamente.
-Perdoné mi osadía Lord David.- Pronunció con un tono de voz triste.
- No tiene que disculparse Lady Katherine. - dijo David sin dejar de verla a los ojos. ¿Se encuentra bien?.
- Estoy bien Lord David, no se preocupe por mi.
- ¿Esta segura? Me parece que algo grave a ocurrido debido a sus lágrimas y el baúl a su lado.
- Escape de casa - dijo avergonzada, mi madre me obligará a casarme y no deseo hacerlo. - dijo finalmente, no podía mentirle, no teniendo su baúl a un lado.
- Entiendo. ¿tiene usted donde quedarse? No puede hacerlo aquí, hace frío, y es peligroso.
- No por ahora, pero iré al pueblo y me quedaré en una pensión.
¿una pensión? No, no podría permitirlo, se dijo David. - Se quedara usted en mi casa, no puede estar sola es peligroso.
-¿En su casa? No puedo aceptar, no es apropiado Lord David.
- Apropiado o no, se quedará allí, no la dejaré sola a merced del mal.
Esra cun completo caballero, se dijo Katherine. - Solo por esta noche, mañana me marchare al pueblo.
-Como guste lady Katherine.

Katherine y David se pusieron en marcha a la villa Lincano, Katherine se sentía nerviosa ¿en que momento se te ocurrió escapar? Debiste pensarlo mejor. - se dijo así misma.
Que hermosa es. - Se decía así mismo David.

-Debemos avisar a tus padres que estas bien y a salvo.
-No, por favor no, si se enteran que estoy aquí se disgustaran.
-Khaterine lo siento pero no pretendo esconderte, no mereces eso.
- Gracias lord David por su hospitalidad, es muy amable de su parte.
- Es un placer para mi ayudarla Lady Katherine.- dijo sonriendo.
Katherine bajo la mirada, necesitaba esconder su notable sonrojo, se sentía nerviosa y segura. - Gracias. - Pronunció.

-Buenas tardes. - dijo Lady Beatriz bajando las escaleras. ¿Quién es ella? - preguntó.
- Bunas tardes madre, le presento a Lady Katherine.¿Te sientes mejor?
- Buenas tardes mi Lady, es un placer conocerle. - Pronunció Katherine nerviosa.
- Que agradable y hermosa señorita. Estoy mucho mejor querido, solo necesitaba descansar.
- Oh, gracias mi Lady, es usted preciosa. - Gracias querida.
- Madre Lady Katherine se quedará en casa, no tiene a donde ir, no podía dejarla sola pasando frio.
- Esta bien querido. ¡Máx! - levantó el tono de voz llamando al mayordomo.
- Si mi Lady. - dijo el Señor Máx.
- Prepara una habitación para Lady Katherine, quien nos honrra con su presencia.
- Como guste mi Lady.
- Gracias Max.

El mayordomo se retiró, Lady Beatriz quedó encantada con la presencia de Lady Khaterine, el Señor Máx volvió a informar que la habitación estába lista, Lady Katherine subió a refrescarse antes de la cena.

-Que linda es Lady Katherine ¿no crees David? - dijo Lady Beatriz.
- Es realmente hermosa. - respondió.
- ¿Desde cuando la conoces? Si no te conociera podría pensar que te quedaste hipnotizado con su belleza.
- La conocí hace unas semanas en el lago madre, no te equivocas, estoy encantado por su belleza.
- Oh que encantador. ¿Te gusta?.
- No podría afirmar con seguridad lo que siento madre, podría afirmar que  me encanta.
- ¡Te estás enamorando David! Es una hermosa joven.
- No hagas afirmaciones que no sabes madre, no puedo negar que es hermosa pero no la amo.
- No tardará mucho tiempo en amarla.
- Quizás madre, me encantaría que se fijará en mi..
- Se sincero con ella, dile lo que sientes.
- Temo que me rechacé ma…
David no logro pronunciar palabra alguna, sus ojos se posaron en la hermosa jovencita quien hizo acto de presencia.
-Buenas noches, disculpen la demora - dijo Katherine haciendo reverencia.
- No se preocupe Lady Katherine - Pronunció lady Beatriz dando un manotazo a David intentando que volviera en si.
- Buenas noches Lady Katherine - dijo David al volver en si. Esta usted preciosa esta noche.
Katherine sonrojada bajo su mirada, se sentía avergonzada. - Muchas gracias Lord David - pronunció casi en un susurro.
David se acerco hasta ella, como todo buen caballero acomodo su silla mié tras ella tomaba asiento. La cena transcurrió en calma, risas y alagos.

Al terminar la cena David envió una nota a cada de los Braklon avisando donde se encontraba Lady Katherine y su estado, las damas subieron a descansar mientras que David se encaminó al despacho, pondría en orden unos asuntos antes de ir a descansar, sin darse cuenta las horas pasaron volando, siguió sumergido en sus asusto hasta que sintió un ruido, decidió quedarse quieto sin realizar movimiento alguno, de pronto la puerta del despacho fue abierta.
¿Es un ángel? Se preguntó David al ver a tan hermosa dama entrando en silencio al despacho, sin percatarse de la presencia de dicho caballero, camino con dirección a la biblioteca - ¡Que hermoso paraíso! Dijo Katherine en voz alta, David al escucharla hablar de ese modo no pudo evitar sonreír, Katherine tomó un libro, se volteo a la puerta y lo vio, era el, David estaba observandole, sus mejillas ruborizadas por la vergüenza se hicieron presente, gracias al cielo la iluminación era poca y no se podría apreciar.

-Disculpe Lord David, no quería interrumpir.
-No se preocupe Lady Katherine, no es molestia.
-Solo quería leer un poco antes de dormir, deje mis libros en casa.
-Puede tomar los libros que quiera Lady Katherine, estoy seguro que los disfrutará
-Muchas gracias Lord David. - dijo antes de marcharse, Katherine salió huyendo del despacho, se sentía avergonzada, frágil.

Que hermosa eres Katherine, ansío tener una oportunidad de hacerte feliz. - pronunció David mientras caminaba a su habitación…

El Recuerdo del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora