XI

235 37 1
                                    

Los problemas comenzaron a surgir  un año después, entre el duque de Dheanycco y el duque Lincano, sus malos humores los llevó a dejar de frecuentarse y más después de la forma tan vil con la que trató a Lady Beatriz. 

Un mes antes… 

-Buenas tardes¿se encuentra Lord Lincano? - preguntó Lord Dheanycco. 
-Buenas tardes Milord, se encuentra en su despacho con su madre tratando un asunto importante. - dijo el Señor Máx. 
-No me importa con quien esté, dígale que estoy aquí, y tengo prisa. - puntualizó este con mal carácter. 
-Como ordene Lord…. - el señor más se marchó dejando solo al sujeto con mal carácter. 

Tocó la puerta del despacho esperando confirmación para adentrarse. 
-Adelante pronunció Lord David.
-Disculpe la intromisión señor, El duque Dheanycco se encuentra afuera y requiere su presencia de inmediato. - dijo Máx. 
-Gracias Máx, hágale saber que en un momento lo atiendo. - Añadio David. 
-Como guste señor - el anciano hizo un ademán para marcharse cuando Lady Beatriz lo detuvo. 
-No le diga nada Máx, yo misma lo atenderé. - Añadio Lady Beatriz. 
-Madre son asuntos importantes. 
-Este asunto también lo es y espere mucho para ser escuchada, ya regreso quedate aquí. - Añadio antes de salir del despacho. 

Marlon se encontraba impaciente, caminaba de un lado a otro, los segundos parecían eternos, hasta que escucho esa voz…

-Buenas tardes Lord Dheanycco, es un placer verle por acá. - realmente no lo era, ese caballero en específico le daba temor, su mirada irradiaba odio, desprecio, maldad pura. 
-Lady Beatriz, es un placer ¿Tardará su hijo en venir? - estaba despertado, y ver a esa mujer solo le provocaba estrangularla, se paracia tanto a… No, no vale la pena recordarla - se dijo así mismo. 
-David no podrá atenderlo hoy, nos encontamos resolviendo unos asuntos de suma importancia. - dijo queriendo que el caballero se marchará. 
-No puedo esperar más tiempo, necesito hablar con él - dijo autoritario. - David escuchaba las voces en el despacho. 
-Pues lamento informarle que deberá esperar hasta maña…- Lady Beatriz no había terminado de hablar cuando Lord Dheanycco se le lanzó ensima acorralandola contra el diván, colocando sus manos sobre su cuello. 
-No le estoy preguntando si tiene tiempo, exigí verlo, por las buenas o por las mal…- no acabo la frase cuando Lord David lo lanzó contra el suelo para separarlo se su madre. 
-¡Madre! ¿Estás bien? - preguntó David. - ¿estás loco? Pudiste matarla. 
-Estoy bien querido, solo un poco conmocionada. - dijo Lady Beatriz. 
-Está bien ya escuchó, deje el drama, no le paso nada. - dijo riendo 
Dheanycco. 
-¿No pasó nada? ¡Casi la matas! ¿Crees que es un juego? - dijo David furioso. 
-Solo fue un empujón, eso pasa por no querer atenderme. - dijo Dheanycco. 
- Largate de mi casa ¡Ahora mismo! - dijo David. 
-No me iré hasta hablar contigo. - dijo Dheanycco. 
-No me interesa nada que tenga que ver con un monstruo cómo tu, te largas o te saco a patadas. - dijo decidido. 
-Inténtalo a ver que sucede. - dijo 
Dheanycco retandolo. 
-¡Que te largues dije! - exclamó. 
-Si, si, me voy pero solo porque tu irritante voz me molesta. - dijo divertido. 
-Sea cual sea la razón vete.-dijo David. 
Dheanycco se marchó, mientras David lo observava con odio. 
-¿Segura que estás bien madre? 
-Lo estoy querido, solo necesito descansar. 
-Te llevaré a tu habitación madre. 
David acompaño a Lady Beatriz a su habitación donde la dejó descansado. Estaba tan enojado que era capaz de matar a ese imbecil con sus propias manos ¿como pudo hacerle eso a una mujer? A su madre. ¡Por Dios! ¿Esta enloqueciendo?. Sea lo que sea el no permitiría que volviera a ponerle la mano ensima a una mujer, desde ese día no volvió a saber nada más de Lord Dheanycco, escazas veces en uno que otro evento, en los que no cruzaban palabras, miradas o caminos. 

Marlon insistió una y otra vez en cortejar a Lady Katherine quien lo rechazaba en sus intentos, no le permitía acercarse a ella, y eso lo enloquecida, durante todo un año le dedicó toda su atención, sin resultados. ¡Serás mía Katherine! Quieras o no, te cáscaras conmigo. 
Se concentro en crear un plan estratégico para obligarla a casarse con el, uno que por suerte desecho al ver el interés de Lady Eleonor en ayudarlo con su plan. 

-Lord Dheanycco, Katherine volvió a rechazar la oferta, no se que más hacer. - dijo Eleonor. 
-Milady, ya no queda más remedio que imponerle el compromiso quiera o no, ya tengo demasiado tiempo siendo paciente y soportando sus desplantes. 
-Algo se me ocurrirá Lord Marlon. 

Actualidad. 

Katherine salió de su habitación a primera hora de la mañana, necesitaba hablar con David, necesitaba su ayuda. 
Se dirigió a casa del duque Lincano, al Llegar fue anunciada por Máx. David y Lady Beatriz se encontraban desayunando cuando fue avisado de la visita de Lady Katherine. 

-Lady Katherine bueno… no pudo pronunciar otra palabra, Katherine se acerco apresurada a él y le abrazo fuerte, David le devolvió el abrazo tiernamente. ¿Esta todo bien? - preguntó. 
-No David, nada está bien - suspiro pausadamente - necesito de tu ayuda. 
- ¿Qué ocurre? Claro que te ayudare. 
- ¿Recuerdas que te conté que mi madre me impuso un compromiso? 
-Si, lo recuerdo. 
- Resulta que dicho caballero que deseaba desposarme agredió a mi madre cuando fue a romper el compromiso. 
- ¿Como se encuentra ella? 
-Está mejor, pero fue un susto grande, Lord Dheanycco casi la estrangula.
-¿Dheanycco?
- Si ¿le conoces?
-Si, ese idiota casi mata a mi madre de la misma manera, esta desquiciado. 
- ¡Por todos los cielos! 
- ¿Las está amenazando? 
- Si, dice que me casarse con él, por las buenas o por las malas. 
- Es un imbecil. 
- Estoy aterrada David - David se abrazo a Katherine como si con eso le dijera que todo estaría bien, necesitaba impartir seguridad, deseaba cuidarla.

El Recuerdo del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora