XXV

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Al separarse Lady Katherine fue llevada a su habitación, donde al llegar rompió en llanto, se consumía en su dolor sin salida alguna, todo este tiempo deseo ser libre y ahora solo deseaba dejar de existir, dejar de sentir tanto dolor. 

David arribo al puerto de españa, ya la noche se abría pasó, se hacía presente enviando al sol a descansar, estaba cansado y decidio pasar la noche en una posada de la ciudad, y seguíe con su viaje al amanecer. 

Katherine se encontraba desolada en el suelo de la habitación, no tenía ganas de levantarse, ni de siquiera dormir, su corazón estaba esbozando en dolor, la tristeza poco a poco la hacía su esclava, la oscuridad se adueña a de sus sentidos y su razón estaba desapareciendo conforme transcurrían las horas. 

La mañana siguiente, David despertó entusiasmado por llegar a casa, se preparo y en seguida continuó su viaje, transcurridas más de ocho horas de viaje logró llegar a la villa Lincano, donde fue informado de la muerte de Lady Eleonor y de él retiro al campo de su madre, David se sentía triste, Lady Eleonor fue como una madre para el, en todo este tiempo ella le escribia pidiéndole que regresará pero sin dar a conocer su estado se salud, y también pedía que buscará a Katherine, que no la dejara ir, que luchará por ella, a lo que el siempre respindia un notorio "No". Y enterrarse de su muerte lo devastó por completo, inmediatamente mando a preparar su carruaje para dirigirse a la casa de campo, necesitaba ver a su madre. 

Despues de varias horas sin descanso logro divisar la entrada a la casa de campo, al bajar del carruaje se dirigió a la sala del té, donde su madre siempre leía, al no encontrarla subió las escaleras hacia su habitación, pero en en trayecto se topo con unos ojos café, que lo inundaron de esperanza. 

Katherine se levantó aún sin ánimos, se arreglo y decidió bajar a desayunar junto a Lady Beatriz, no deseaba dejarla un día más Sola, ella sabía lo que era sentirse en soledad, mientras bajaba las escaleras su vista permanecía en los peldaños de esta, y fue cuando se tropezó con un cuerpo lo bastante firme para sostenerla, al levantar la mirada sus ojos de posaron ese ese azul encantador, ese azul que la reconfortaba cada día, no sabía cómo reaccionar, aunque todo dentro de ella le pedía a gritos que le abrazara, sin más ella solo reprimió sus deseos. 

-Bue…Buenos días, Lord Lincano. - pronunció segundos después de volver en si. 
¿Lord Lincano? Desde cuando ella le llamaba de esa forma, por un momento David olvidó lo ocurrido hace dos años, y es que esos ojos color café, lo transportaban a la mismísima perdida de la razón. - Buenos días, Lady Katherine Braklon. - logró pronunciar, se sentía tan extraño llamarle de esa forma. 
Lady Katherine Braklon, mi nombre exacto. - Un placer saludarle MiLord, si me doapulpa debo retirarme. - la incomodidad se adueñó del momento, ambos estaban sorprendidos y con un despertar de sentimientos conocidos. - El placer es todo mío, Milady. -David no sabía que más a decir, así que sin pensarlo tomo su mano y posó un suave beso en su dorso. 

Katherine se sentía desfallecer, le estrañaba tanto que al solo sentirle cerca sus sentimientos comensaron a hacer revuelos en su estómago. 

David se separo de ella regalándole una sonrisa, la cual Katherine devolvió con un poco de nerviosismo presente, mientras su amado David se alejaba. Viéndole perderse por las escalinatas no dejaba de sonreír. 

David se detuvo al final de la escalinata, notando que Katherine aún le observaba, una sonrisa se formó en sí rostro dandole paso a sus pensamientos, dejando volar su imaginación la cual se mantenía aliada con sus sentimientos, y es que Katherine aún seguía siendo la dueña se su corazón, la única razón por la cual se había alejado era porque la vio feliz, pero verle de nuevo solo acarreo esperanzas a su corazón, a su amor imposible, que quizás ya no sea tan imposible después de todo. 

David camino hacia la puerta de la habitación de su madre, tocando en ella. Al no recibir respuestas decidió adentrarse, encontrando a su madre palaciadamente dormida, decido dejarla descansar y volver más tarde, quizás podría interceptar a Katherine de nuevo y aclarar las cosas, necesitaba saber si al menos su distancia habría servido de algo.

¿Qué creen que ocurrirá? ¿Se enterará David de la verdad?
¿Será capaz Katherine de revelar lo ocurrido durante esos dos largos años?
Nos vemos en el próximo capítulo, saludos mis tesoritos, no olviden comentar y votar.
Bendiciones❣️

El Recuerdo del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora