XVII

201 33 3
                                    

Eleonor llegó a la habitación de Katherine agitada por la prisa en la que subió, sumando el susto por ver a Lord Dheanycco arribar a la casa de campo del duque Lincano.

Katherine al escuchar la puerta cerrarse abruptamente se giro exaltada.

-¡Madre! ¿Ocurre algo? ¿Está bien?.
-Querida, debemos permanecer aquí sin hacer ruido.- suspiró. - Lord Dheanycco acaba de llegar, la está buscando.
-Katherine abrió los ojos de par en par, no sabía que decir. - ¿c-como nos encontró?. - logró decir después de unos segundos.
-No lo se querida, solo se que Lady Beatriz, esta enfrentandose a él... Fue ella quien me pidió que te mantuviera encerrada.
-No podemos dejarla sola madre, ese caballero es un.... Miserable, puede hacerle daño.
-Pero Katherine, si te ve te llevará a la fuerza.
-Nadie más saldrá herido por mi causa madre, ahora mismo lo enfrentare, no deseo seguir huyendo. - dijo decidida aunque nerviosa, se sentía asustada pero al mismo tiempo una adrenalina ligada con ira recorría su ser.
Con cautela y silencio salieron de la habitación, mientras descendían lograban escuchar voces retumbantes por la estancia.

David y Máx, el mayordomo se encontraban encaminados a la casa de campo familiar, estaban a media hora de llegar, no descansaron en ningún momento, deseaban llegar cuanto antes. David sentía que su pecho se abriría en dos partes, sentía un dolor punzante en el, era difícil de explicar, se sentía ahogado, desesperado, nunca en su vida había deseado llegar tan pronto a la casa de campo como en ese momento.

Al subir Lady Eleonor, las escaleras, un sonido fuerte proveniente de la entrada se hizo presente, Beatriz, ya sabia de quien se trataba, más no dejaría que semejante majadero acabará con su paz.

-¿Donde está?. - Pronunció gritando Lord Dheanycco. - Mirando a todos lados, encontrado a Lady Beatriz sentada en un diván de unos de los salones.
-¿Donde está quien?. - Preguntó Beatriz, aunque ya sabiendo a quien se refería. - Es inaudito que un Duque entre de formas ásperas en la residencia de una dama, irrumpiendo de formas tan rudas.
-Me importa muy poco lo que piense, ahora mismo me dirá ¿donde se encuentra Katherine?.
-Se dice llamar "Noble" cuando es totalmente un imbecil, majadero sin modales. - dijo Beatriz, llenándose de valentía, aunque se sentía asustada no dejaría que ese canalla lo notará.
-Marlon, se acerco hasta Lady Beatriz, tomandola fuertemente por uno se sus brazos. - Dígame lo que le he preguntado o.... - ¿O que?. - dijo Beatriz, sin dejarlo terminar de hablar. - ¿Cree usted que le tengo miedo? Pues esta muy equivocado, usted no es más que un idiota sin el más mínimo valor.
-Marlon, asombrado por la aptitud de Lady Beatriz, quedó atrapado en sus pensamientos unos segundos, los cuales ella aprovecho para safarse se su agarre. - Pues debería temer, o quizás ¿quiere recordar el pasado?, si no me dice donde está Katherine, la mató. - Respondió sin ningún tipo de expresión en su rostro, sus ojos sólo irradiaban odio.
-Jajaj, ¿que debería recordar? A sí, ¿el empujón que recibió por parte de David, el cual lo hizo golpearse con la pared?. Sus amenazas me tienen si cuidado. - Respondió casi temblando pero apretando sus puños para no hacerlo tan notorio.
-El débil de su hijo en su mísera vida podrá volver a colcar una de sus manos sobre mí. - Dijo jactandose de su cometido, se aproximó a ella tomandola por el brazo y lanzandola al suelo.- Hay es donde debes estar tu y tu hijo.
- Tus aires de grandeza terminaran antes de lo que imagina, y si mi lugar es en el sueño,!Entonces el tuyo es bajo tierra!. - exclamó, con un poco de dolor, tras caer en el suelo su peso callo sobre su rodilla izquierda la cual dolió de inmediato.
-Jajaja, Ya veremos quien queda sepultado primero. - Dijo acercándose a ella y apuntandola con un arma que traía en sus manos. En el momento en el que quito el seguro del arma y su dedo se preparaba para detonarla, Lady Katherine, descendió las escaleras.

-¡No! ¡Ato! - dijo Katherine, llamando la atención de Marlon, quien al girarse la vio y sus sentidos se nublaron.
-La única forma en la que deje que viva es que te vayas conmigo. - dijo Marlon, mirándola sin dejar de apuntarle a Beatriz.
-¡No Katherine, no lo hagas! - Exclamó Beatriz.
-Hija escucha a Lady Beatriz. - dijo Eleonor.
-Haré lo que me pidas mientras las dejes ir tranquias. - dijo Katherine, en tono decidido, no permitiría que nadie más saliera lastimado por su causa.
-Buena elección, veo que eres astuta. - dijo Marlon, en tono burlon. - Entonces vamos, es hora de irnos.
-¿Puedo despedirme?.- Preguntó Katherine, cohibida.
-Que sea rápido. - dijo Marlon.
Katherine se acerco a la duquesa viuda y su madre.

-¿Porque lo hiciste Katherine?. - Preguntó Eleonor.
-Es lo mejor, ya han sufrido mucho por mi causa. - dijo con lágrimas en sus ojos Katherine.
-No debías hacerlo, David está mejorando y se que vendrá por ti. - dijo Beatriz.
-No puedo dejar que les hagan más daño. - dijo Katherine, dando un beso a su madre y a Lady Beatriz. - Dígale a David que lo amo y siempre será así, Adiós...

Marlon tomo a Katherine por su brazo y la jalo hasta sacarla del salón en el que se encontraban, ya fuera de la casa le extendió su mano para ayudarla a subir al carruaje, pero esta declinó su oferta y subió por si misma, con lágrimas en sus ojos Katherine se preparaba para sufrir hasta el último día de su vida, Marlon dio unos toques al techo lo cual indicó al cochero que podía comenzar su camino.

David desde la ventanilla del carruaje ya divisaba la entrada a la casa de campo, cuando vio salir un carruaje de esta, lo cual le asombro pero al reconocer las insignias del duque Dheanycco, dijo al señor Máx que se asegurará de que su madre estaba bien, y el junto a los hombres contratados se pusieron en marcha para seguir el carruaje de Dheanycco.

El Recuerdo del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora