XXVI

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Las historias de amor nacen del corazón, cada palabra queda grabada en nuestra alma, somos lienzos a los cuales el pintor está dando forma, con cada pincelada y cada color ❤️

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Al bajar la escalinata observó lo sola que estaba la planta baja, se dirigió a la salita de té esperando encontrarla, pero para su sorpresa la estancia se encontraba vacía. Mientras se recostaba al marco de la puerta intentado saber donde podría estar, recordó lo mucho que amaba leer y fue cuando una sonrisa se dibujó en su rostro al recordar cuando la había invitado a quedarse en villahermosa, donde tuvo la gran oportunidad de verle en su traje de dormir mientras se escabullia por un libro a su despacho. Sin pensarlo mucho se encaminó al despacho, deteniéndose en la puerta, respiro hondo y se adentro a esta sin hacer ruido, y allí la observó, se encontraba sentada en el diván, con su hermoso vestido color plata, el cual se ajustaba perfectamente a su cuerpo, su cabello en un medio recogido el cual dejaba escapar algunos cabellos de su preciosa cabellera negra. El sólo se quedó inmóvil observando lo preciosa que se veía, con un libro en sus manos y tan concentrada. 

Katherine estaba sumergida en la historia que leía, el amor de aquellos dos personajes la atraía, se sentía inmersa en aquella lectura, era como si se volviese parte de ella aún cuando su vida amorosa era un completo desastre, pero aún así amaba leer ese tipo de historias, al menos eso la reconforta y la hacía transitar por un rato en el camino del amor. Minutos después, se sentía observada, pero ella sabía que estaba sola, o eso creía. Al levantar la vista se encontró con unos ojos azules que la sumergía en la más profunda ola de sentimientos que podría sentir. Se veía tan perfecto, recostado al marco de la puerta, con sus brazos cruzados, un traje de color gris que resaltaban sus ojos y ese cabello rubio adecuadamente largo, que le daba un aire de guerrero valiente, por un momento se imagino al Rey David, y sonrió para sus adentros ya que recordó que a este se le describía como un chico de buen parecer. 
Ambos estaban hipnotizados, no dejaban de mirarse y detallarse el uno al otro. 

-Lady Katherine,  disculpe si la interrumpí, parecía muy concentrada en su lectura y no quise molestarle. - logró pronunciar David. 
-Oh, no es molestia MiLord, discúlpeme usted a mi por disponer de su despacho sin informarle de ello. - se disculpó . 
-No tiene porque disculparse MiLady, se lo mucho que le encanta leer. - dijo sonriendo.
-Muchas gracias MiLord, prometo que no volverá a suceder. 
-Usted puede disponer de cualquier espacio de la casa si así lo desea Milady, se lo mucho que madre la estima y es un honor para mí tenerla entre nosotros. - Añadió sincero. 
-Katherine se sonrojo al escucharlo decir aquellas palabras, y es que ese caballero tiene la gran capacidad de hacerla sonrojar con tan solo mirarle. - Le agradezco su confianza MiLord, Lady Beatriz es como una madre para mi. - dijo evitando derramar sus lágrimas al recordar a su madre. 
-Lamento mucho lo de Lady Eleonor , fue un golpe duro para todos, ella era muy importante para la familia y me siento culpable por no poder haber venido a verle cuando me pidió que regresará. - dijo triste. 
-No fue su culpa MiLord, su salud estaba comprometida y bueno, se que ella le quiso mucho. - dijo con dolor en sus palabras. - Katherine sentía como sus lagrimas se acomodaban para deslizarse por sus mejillas, no podía permitir que David le viera de esa manera, no podía permitirlo. Se colocó de pie, para marcharse, haciendo un ademán en forma de despedida, y mientras se acercaba a la perilla de la puerta para abrirla, sintió como la tomaban por el brazo, su cuerpo se erizo al sentir el contacto de David con su piel, fue acercada hasta el quien se unió a ella en un abrazo. 

David no podía creer lo hermosa que se veía, es simplemente perfecta, decía para sí mismo. En el momento que la vio dirigirse a la puerta, no pudo dejarla ir, necesitaba más tiempo a su lado, deseaba poder admirarla un poco más, sin pensarlo mucho la tomó por el brazo y la acercó a él, uniéndose en un abrazo, el solo contacto que mantenían le hipnotizaba, le hacía viajar en sus pensamientos mientras sus emociones se hacían presente, nunca la olvidó, y nunca podría hacerlo, ella le transmitía paz, le llenaba de alegría, le hacía querer amarla sin dar paso al miedo, le necesitaba, deseaba poder compartir su vida junto a la de ella, añoraba hacerle feliz, olvidar lo ocurrido y seguir diciéndole cuánto la ama, pero ¿Deseara ella lo mismo?.  No sabía si sus sentimientos hacia él habían cambiado, si estaba casada y solo estaba de visita o si se quedaría. El solo sabía que no deseaba soltarla, no deseaba dejarla ir, no de nuevo. 

Minutos después de ese gran abrazo, se separaron lentamente mientras se miraban fijamente, ambos estaban nerviosos, no sabían qué decir o cómo actuar. 
Después de unos segundos Katherine decidió romper con el silencio que les invadía. 

-¿Porque lo hizo?. - preguntó curiosa ante el acto de David. 
-No deseo que se marche, me encantaría disfrutar de su compañía por más tiempo. - dijo sincero, aunque sabía que era inapropiado. 
-Pero MiLord… no es apropiado, no deseo ocasionarle problemas. - añadió . 
- Katherine, tu no ocasionas problema alguno, y se que no es propio pero deseo hablar con usted. - dijo con ilusión en cada palabra. 
-Yo.. - David no la dejo terminar. - Se que quizás no merezca que me escuches, pero necesitamos aclarar las cosas, avanzar o cerrar ciclos, no pretendo obligarte a nada, solo deseo que hablemos de lo ocurrido hace dos años. - dijo con nostalgia. 
-Está bien, hablemos. - por primera vez en dos años podría hablar con alguien, desahogarse, ser libre de todo lo ocurrido.- ¿Que desea saber?. 
-¿Porque accediste a irte con Dheanycco?. - preguntó. 
-No deseaba que le hiciera daño a Lady Beatriz o a mi madre. - respondió. 
-¿No deseabas irte?. 
-No, solo me fui para salvarla de las torturas de ese loco maniático . Cuando baje las escalinatas ese día Lord Dheanycco, tenía sometida contra el piso y le apuntaba con un arma, temí por sus vidas y por ello decidí sacrificar lo que sentía, por amor. - dijo derramando algunas lágrimas, ella sabía que no sirvió de nada ya que justamente el hombre que ella amaba, le había abandonado, le había dejado en aquel lugar, sabiendo lo ocurrido. 
-Cuando te encontré, lo primero que vi fue a ti caminando en aquel jardín, observando las flores, y luego te vi unida a aquel canalla, creía que le habías elegido. Yo…. C-Creí que… Perdoname Katherine, perdóname por dudar de ti, por dejame llevar por los celos, pero es que me sentí desfallecer, sentí que la vida se me iba en un hilo de respiración aguada que se apoderó de mi cuerpo. - dijo acercándose a ella, pero esta vez ella retrocedió. 
-¿Porque dudaste David?, yo no di razón alguna para que eso Ocurriera. Desde el primer día te he sido sincera, no te oculto nada, siempre aunque doliera fui sincera. 
-Perdóname, estaba cegado por los celos, dolido por lo que vi, y aunque el dolor se apoderó de mi única te olvide, nunca pude arrancarte de mi corazón, mis pensamientos te perecen desde que te vi por primera vez, y mi corazón, el late al son de tu nombre. Te amo Katherine y nunca dejaré de hacerlo, aunque pasen mil años, y el mar nos separe, jamás mi corazón dejara de gritar tu nombre, de cantar melodías al son de tu recuerdo. - David fue sincero sin importar la reacción de Katherine, necesita ser libre de toda carga, anhelaba amarla con todo su corazón, pero sabía muy bien que si no sanaba antes todas las heridas, no podría dar lo mejor de él a la dama de su vida.
-Si me amas, ¿porque me dejaste en esa villa?. - le reclamó llena de dolor.
-Porque soy un tonto Katherine, yo… Soy un cobarde, un idiota que no supo luchar por la mujer que ama, sino que huyó como todo un  parásito. 
-Es tu culpa todo lo que ocurrió estos dos años, sino me hubieses dejado en ese lugar yo…. - Katherine suspiró, se llevó las manos al rostro limpiando las lágrimas que por el corrían, se sentía traicionada, a pesar de saber que David la amaba, sentía una rabia en su interior que se adueñaba de cada parte de su ser. No sabía cuando comenzó a ser tan dura, pero necesitaba sacar todo el dolor que mantuvo en silencio por dos años. 
David se acerco a ella acortando la distancia no soportaba verla llorar, no deseaba ver como sus lagrimas recorrían su rostro y le dolía ser el culpable de su dolor. La atrajo hacía el y le abrazo fuerte, como nunca en su vida, deseaba apasiguar el dolor que ella sentía, si alguien debía sufrir ese tenia que ser el y no ella, ella debería ser feliz, sonreír y no llorar aunque fuese con otro caballero, el seria capaz de dar su vida por la felicidad de Katherine. 

¿Qué creen que ocurrirá ahora?
Recuerden comentar y votar ❣️bendiciones mis tesoritos😘
Nos vemos en el próximo capítulo, espero que disfrutes de este...




El Recuerdo del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora