Se preparó rápidamente y salío de la posada, el carruaje ya estaba listo y los lacayos junto con los hombres contratados se encontraban esperándolo para continuar el camino.
Katherine se levantó sin ánimos, no sabía cómo sentirse, el estar encerrada sólo la llenaba de temor al no saber que pasará en los próximos días. ¿Sería Lord Dheanycco, capaz de hacerle daño? ¿La podría tomar a la fuerza? No encontraba respuestas a sus preguntas, solo sabía que debía estar preparada para cuidarse de lo que vendría en los próximos días.
Katherine se preparó y bajo la escalinata, se dirigía al comedor cuando en el camino se topó con Lord Dheanycco.-Bue… Buenos días Milord. - Logró pronunciar al verle.
-Buenos días, Lady Katherine. - respondió sin ningún tipo de emoción. Le extendió su mano para escoltarla hasta el comedor.
Katherine dudó por unos segundos, pero terminó aceptando, no quería ser descortés, ella haría lo que fuese necesario para al menos poder soportar todo.El desayuno transcurrió en silencio, Katherine, no ingerio mucha comida, no tenia apetito. El ambiente se sentía pesado, ella solo quería salir de ese lugar, quería escapar..
-¿Cree usted posible… Que pueda salir a caminar al jardín?. - preguntó temerosa.
-¿Te sientes ahogada?. - dijo mirándola a los ojos, se sentía culpable al ver ese dolor en sus ojos.
-Si, un poco… Estar encerrada en cuatros paredes me enloquecera. - dijo sincera.
-Per…Perdoname Katherine, no quería hacerte pasar por esto. - suspiró. - se que esta mal todo lo que hago, pero estoy enamorado de ti, y por más que quice olvidarte no lo logré, deseaba verte feliz pero… No quiero tenerte lejos de mi. - dijo con pesar.
-No es la manera correcta de actuar, la verdad todo esto no a sido más que una pesadilla… ¿Sabes? Cuando amamos de verdad… Deseamos ver a la persona amada feliz aunque no sea a nuestro lado.
-Por más que intento dejarte ir… No Puedo Katherine, si tan solo lo intentarás, yo quiero conquistarte. - inquirió.
-El amor no se obliga, no decidimos de quien nos enamoramos, el amor es libre como el viento, transciende fronteras sin permiso y llega al lugar indicado sin que lo notemos. No puedo amarte porque mi corazón ya le pertenece a alguien más, no puedo mirarte con amor porque hasta ahora has actuado como un desquiciado.Marlon se levantó dando un golpe a la mesa, estaba furioso, se sentía destruido… Ella lo volvía vulnerable y no podía permitirlo, se marchó dejándola confundida.
David llegó a una Villa que se encontraba escondida y un poco alarmante, no quiso levantar sospechas ni que lo vieran así que se escondieron para no ser vistos.
-Debemos investigar, esta villa es sombría y oculta, algo está mal aquí. - dijo David.
-Como desee MiLord. - dijo Máx.
-Caminare a los alrededores, ustedes vayan instalando la cara pa, creo que estaremos a qui un buen tiempo. - Añadio David encaminandose.Al retomar el camino, comenzó a observar la villa, tenia un jardín explendido, era preciosa. Era impresionante cómo al ver de lejos las fachadas tienden a cambiar, lo que en un principio te parece sombrío al detallar lo muy bien te das cuenta de cuanta belleza guarda en su interior.
Se encontraba a una distancia considerable donde podría ver quien entra y sale de la villa sin ser descubierto. Y fue cuando divisó a una hermosa dama quien caminaba observando el maravilloso jardín, se veía tan cautivado por el color de las florores y quizás su aroma. No quería asustarla y tampoco intimidala, se limitó a observarla, se veía tan bella, que solo pudo contemplarla.
Al verla no pudo evitar sonreír, sus pensamientos viajaron inmediatamente y sus recuerdos evocaron el rostro de su amada dama, de su indescriptible señorita de ojos color café, esos ojos que lo envolvían llenandolo de amor, su amada princesa era adorable, dulce, preciosa y con un corazón totalmente precioso, no podía dejar de recordarla y su sonrísa se escapaba con solo evocar su nombre, Katherine definitivamente se a apoderado de su corazón y pensamientos, su amor tenía nombre de mujer, un nombre que se tatuo en lo más profundo de su ser, Su adorada y encantadora Katherine.
Katherine mientras caminaba por el jardín y admiraba las flores era invadida por su grato olor, en ese instante recordó la primera vez que vio a Lord David, a su amado.
Recuerdo.
-Katherine apresurate deseo ir por aire fresco, - dijo Lady Eleonor.
-Ya estoy lista madre, podemos irnos. - pronunció bajando la escalinata.
Lady Eleonor y Lady Beatriz se encaminaron a caminar por el parque, el día estaba iluminado, precioso, el sol estaba en su máximo esplendor, mientras caminaban Katherine se detuvo a observar unas flores de color peculiar, su olor era grato, y fue allí donde sus ojos se posaron en un caballero que se encontraba distante, vestía con traje gris y su cabello largo despeinado por el viento lo hacía ver guapo. Se quedó prendado de él, nunca había visto un caballero tan sutil al caminar, tan frágil al observar. Mientras se perdía en sus cavilaciones, sintió que unos ojos la observava, se sentía incomoda, se trataba de una mirada que más que admirarla la llenaba de temor. Y fue cuando lo vio, Lord Dheanycco, se encontraba viéndola fijamente y ella solo se quedó pasmada sin saber que hacer. Y fue entonces cuando su madre la salvo de las garras de ese caballero con mirada indecente.Actualidad.
Suspiró al recordá a David, cuando sus ojos se posaron en los suyos, cuando sintió su aroma por primera vez y cuando poco a poco se iba enamorando de ese caballero tan dulce, tan peculiar y fantástico, su corazón es tan grande que... Que simplemente no podría dejar de amarlo nunca, su amor sería eterno, y aunque tendría que vivir en el infierno siempre recordaría el ángel que ilumino su vida y le enseñó el verdadero amor.
El amor verdadero nace del corazón y se posa en tu alma.
¿Qué les ha parecido el capitulo?
Espero que les guste. ❤️Saludos mis tesoritos.☺️
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El Recuerdo del Duque
RomanceEl duque de villahermosa en españa, un hombre de corazón noble y temeroso de Dios, conoce a una dama sin título alguno, una chica encantadora, quien desde el primer momento cautivo su corazón, el duque David Lincano no podía dejar de pensar en esos...