XXII

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David es totalmente distinto a Lord Dheanycco, ¿Cómo puede un noble ser de esa forma? Tiene título, posición, podría tener todo cuanto desee y aún así esta obsecionado conmigo… Una dama sin título cuyo padre trabajo más de lo que podrían imaginar para conseguir la pequeña fortuna que hasta ahora conservan, si, es cierto que mi padre proviene de una familia de nobles, pero ellos lo hicieron a un lado sin herencia, debido a que se enamoro de mi madre.

Fue en ese momento donde Katherine noto lo egoísta que podrían llegar a ser los nobles, pero no todos eran así, David no es así, el es comprensivo, temeroso de Dios, es fiel a su palabra y sentimientos, David es un noble con corazón de oro, es valioso, respetado y querido. 
Un sonido extraño la saco de sus cavilaciones, y al girarse se topo con esos ojos sombríos que tanto temor provocaban en ella. 

Marlon observó a Katherine, desde el ventanal de su despacho, como caminaba de un lado a otro, como el viento movía su cabellera negra, como se acercaba a las flores para obtener su aroma, esa mujer lo enloquecida, no sabía que exactamente lo tenía prendado de ella, lo único que sabía era que no quería dejarla ir, no deseaba verla con nadie más, Katherine solo seria de él. 

Salió de su despacho con una sola idea en su cabeza y esa era tomarla quisiera ella o no. Al llegar al jardín su pulso se volvió débil y acelerado, ella lo ponía nervioso. Pudo ver como ella sintió su presencia y se giro hasta verle, es tan preciosa, sus ojos color café son sumamente encantadores, pero su mirada denota dolor, tristeza, repulsión. El deseaba probar el néctar de sus labios, y sin pensarlo mucho acortó el espacio que los separa a, apresando sus labios con los suyos. 

Marlon se sentía desfallecer, pero sabía que ese beso no significba nada para ella, y fue entonces que poco a poco se fue apartando de ella, Katherine estaba pasmada no decía nada, no hacía nada, por unos segundos podríamos decir que se había convertido en roca con ese beso. 

Esos ojos profundizaban dolor, deseo, sus temores salieron a relucir, ella quiso irse de ese lugar pero justo en ese momento, Lord Dheanycco acortó la distancia que los separaba y beso sus labios, no sabía que hacer exactamente, solo había dado un beso en su vida, y fue David quien había protagonizado ese beso, sus labios le correspondieron de manera inmediata y es que cuando el amor esta en el aire sus actos son perfectos. Pero ahora estaba siendo besada y no por su caballero de ojos azules, si no por el dueño del infierno al que fue llevada y apresada, ese beso solo la invadía de temor, no era nada sutil, nada hermoso, fue un beso digno de un demonio. 

La vida volvió a su cuerpo cuando Lord Dheanycco, se aparto de ella, Katherine sólo pudo permanecer callada, quieta, asustada. Si ese caballero se atrevió a besarle no podía imaginar que más podría llegar a hacerle, le sostuvo la mirada unos segundos y fue alejándose más y más de él hasta quedar del otro lado del jardín, ¡Huir! Es lo único que pasaba por sus pensamientos en ese momento. 

David que estaba escondido entre unos árboles observando a la dama, se percató de la presencia de Marlon Dheanycco, cuando este salía al jardín, y sólo podía pensar, Si ese es Dheanycco, entonces esa dama es Katherine. ¡Mi Katherine!. Y fue entonces cuando divisó el beso que esos dos se dieron. 

Fue entonces cuando sintió que su corazón caía partido en pedazos, no podía creer lo que estaban viendo sus ojos, sus lágrimas comenzaron a hacerse paso por sus mejillas, se sentía derrotado, burlado, engañado. Se encaminó hasta la carpa de vigilancia que habían establecido cerca de la Villa, y mandó a levantarla lo más pronto posible, tenía que irse de ese lugar, necesitaba estar solo, alejarse de todo. 

-¡Máx! - grito David. 
- MiLord, ¿puedo ayudarle en algo?. - dijo Máx acercándose lo más rápido que podía. 
-Levanten todo, nos vamos ahora mismo de este lugar. 
-Pero MiLord ¿que pasará con Lady Katherine?. 
-Katherine está… Esta muy bien en compañía de Marlon Dheanycco. 
-MiLord ¿Cómo puede estar tan seguro de eso?. 
-Los vi, están bien.. Se veían enamorados Máx. 
-Pero señor…. - David no lo dejo termina de hablar, y solo se encaminó al carruaje. 
-Nos vamos ahora mismo. - fue lo último que pronunció. 

David tenía el pulso acelerado, podría ser capaz de correr hasta llegar a su Villa en España, su corazón estaba al borde de explotar, su vulnerabilidad se estaba consumiendo en el mismo infierno, necesitaba gritar, ahogarse, sus ganas de vivir se han deteriorado. 

Su confianza fue ultrajada, abandonada, el engaño es una de las cosas más odia en su vida, ¿por qué Katherine? ¿Por qué?. 

El Recuerdo del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora