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Fiesta de compromiso.

-Lady Beatriz ¿donde se encuentra lord David? - preguntó lord Christian.
-  Lord ya no debe tardar en llegar, surgieron unos imprevistos en una de las empresas de la familia, y a causa de ello a demorado en llegar.
- Espero que su hijo tenga palabra y cumpla o me veré obligado a desprestigiar su nombre.
- Oh, no se preocupe Lord Christian llegará pronto.

Lord Cristian se marchó y lady Beatriz solo podía preguntarse - ¿Donde demonios estas David? ¡Más te vale aparecer! - Señor Máx ¿Sabe usted donde se encuentra David?

-Mi Lady el señor desde que salio a la hora del desayuno no ha regresado, y no dijo a donde, salió tan apurado y triste que no se me ocurrió preguntar a donde iba.
- Muchas gracias señor Máx, puede retirarse.
- Con permiso mi Lady- dijo el señor Máx haciendo ademán antes de marcharse.

¿Donde podría estar David? Es demasiado tarde para estar en las oficinas. ¡El lago! Claro como no se me ocurrió antes, ese es su lugar favorito.
-Señor Máx, David debe estar en el lago vaya por el.
-Si mi Lady enseguida.

El Señor máx se marchó mientras Lady Beatriz intentaba calmar a los duques de Brackess.

-En este momento nos vamos de este lugar. - dijo Lord Christian Brackess enojado.
- Mi Lord esperemos un momento más, ya mande a que lo traigan.
- No, ni un minuto más ni un minuto menos, su hijo incumplió así que tendrá que atenerse a las consecuencias.
- Como desee mi Lord, le pido que no se tan duro con David, estoy segura de que tiene una buena explicación a esta falta tan bochornosa.
- Ya veremos, que me busque en mi casa a primera hora, debo tratar asuntos con él.
- Le daré su recado, hasta pronto.

¡Ahs David! ¿Porque?. - Disculpe la interrupción Lady Beatriz, venía a informarle que Lord David no se encuentra en el lago, según la señora Lina, Lord David se encuentra en su recamara durmiendo. - Con que durmiendo, muchas gracias Máx.

¡Mientras yo hago el ridículo tu duermes! Espero que tengas una buena excusa David.

David despertó de su plácido sueño, hacía días que no dormía tan bien.
Se sentó en la cama mientras terminaba de despertar cuando lo recordó. ¡El compromiso! Madre me matara, Ahs David como se te pudo olvidar.
Lord David se arreglo rápidamente para bajar y aclarar lo sucedido con su madre.

-Madre Buenos días.
-¿Qué tienen de buenos? ¿Tienes alguna idea del bochorno que me hiciste pasar anoche?.
- Lo sé madre, y lo siento mucho, la verdad es que lo olvidé, llegué tan cansado que caí en un sueño profundo sin notarlo.
- A mi no me debes ninguna disculpa David, el Duque de Brackess te espera en su casa.
- Me lo imaginaba madre, enseguida salgo a su encuentro.
- Que Dios que acompañe David

Lady Beatriz se marchó dejando a David en sala del comedor, David no sabía que le esperaba en la casa del duque de Brackess, lo que si sabía era que debía presentarse y dar la cara por lo ocurrido.

David salió inmediatamente rumbo a su cita con el duque de Brackess.

-Buenos días ¿se encuentra lord Brackess?. - Pregunto al mayordomo.
- Buenos días Lord Lincano, si, lo está esperando en su despachó, síganme. - respondió Samuel.
- Gracias. - dijo Lord David siguiendo al mayordomo.
-Señor Lord Lincano está aquí. - dijo Samuel.
- Que pase Samuel. - dijo lord Christian.
- Si señor. - dijo el anciano despidiéndose.

- Puede pasar Lord Lincano. - dijo Samuel.
- Gracias Samuel. - dijo lord David.

-Lord Brackess, buenos días. - dijo David.
- Adelante Lord Lincano y tome asiento.
- Gracias Lord Brack…. - Christian, David llamame Christian. - Gracias Christian.
- Lo hice venir hasta acá porque tu conducta de la otra noche fue imperdonable.
- Lo sé Christian, disculpame es que me ocupe y el tiempo pasó muy rápido.
- Esa no es una excusa David.
- No digo que lo sea pero no puedo mentirte, no te diré algo que no es verdad.
- Eso es lo que me agrada de ti, pueden estarte acusando de algo pero siempre dirás la verdad aunque eso te perjudique.
- Así fui criado Christian.
- Gracias al cielo es así, pero hablemos de lo que realmente te trajo aquí, yo deseo que seas el esposo de mi hija, y estoy dispuesto a perdonar la falta de la otra noche.
- Christian yo te aprecio mucho, hace años que nos conocemos pero realmente no estoy listo para contraer matrimonio.
- Lo entiendo Christian, y estoy dispuesto a esperar el tiempo necesario hasta qué estés listo.
- Lo aprecio, pero no puedo prometer que al estar preparado querré casarme con Lady Rose.
- ¿Acaso existe una dama que robo su corazón?
- Si Christian, la verdad es que conocí a una señorita que llamó mi atención inmediatamente.
- Oh vaya, entiendo la situación.
- No lo tome a mal, pero deseo esperar un tiempo prudente para decidir que  hacer.
- Esta bien David, esperemos.
- Gracias por entender Christian, debo marcharme a atender unos asuntos, nos veremos pronto.
- Hasta luego.

Christian quedo muy decepcionado con la situación, pero entendía muy bien a David, en su momento el tampoco contrajo matrimonio ya que estaba enamorado de una dama, por la que lucho hasta convertirla en su esposa, su amada Sofía...

David se dirijo a la oficina a atender unos asuntos importantes de exportación, y allí permaneció hasta altas horas de la noche debido a la cantidad de trabajo acumulado que tenia, estaba tan exhausto que se quedo dormido en un diván de su oficina, y al despertar noto que su cuerpo le dolía por la incomodidad en la que había dormido la noche anterior, se puso en marcha a casa para asearse y descansar un poco antes de una junta que tenía a media mañana.
Logró descansar favorablemente dos horas y luego bajó a comer un poco antes de ir a la oficina.

- Querido ¿como te fue en tu asunto
con el duque de Brackess? - preguntó Lady Beatriz.
- Muy bien madre, aclaramos todo el asunto y rompí el compromiso.
- Veo que tu facilidad al hablar te ayudo.
- Solo dije la verdad madre y el duque me entendió a la perfección, es un buen hombre.
- Si lo es.
- Madre debo irme tengo asuntos pendientes en las empresas.
- Que te vaya bien querido.
- Gracias madre.

Lady Beatriz no podía creer que el duque de Brackess pudiera dejar ese asunto así, sin hacer nada.

David se marchó a la oficina donde ya lo esperaban los asociados para su junta importante.
Dos horas más tardes la reunión terminó y fue todo un existo, David estaba feliz con el incremento de las ganancias obtenidas, su trabajo valió la pena, se sentía tan agradecido con Dios, y al terminar de despachar a los socios se encerró en su oficina a dar gracias a Dios por su logro, ya era pasada la tarde cuando retorno a casa, estaba agotado, pidió que le llevaran la cena a su habitación, se dio un baño relajante y se recostó en su cama donde quedó plácidamente dormido...

El Recuerdo del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora