XXIII

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Su furia fue aumentando, su exasperación era tanta que su arrebato violento se hizo presente, lanzando cuanto se encontraba en el camino, su escritorio queso vacío, diván es volteados, las botellas exparcidas en el suelo.
¿Por qué Katherine, que te llevó a irte con él? ¿Acaso era un plan de los dos para dejarme casi muerto? 
No consigo respuestas a mis preguntas, no consigo paz ni calma en este lugar. ¿Debería luchar para saber que pasó? ¿Debería irme y dejarte ser feliz? ¡Dios! ¿que debo hacer? 
Fue entonces donde David cayó de rodillas al suelo, si dolió no lo sabe, su desesperación era tanta que no podría sentir ningún dolor externo, el único dolor que siente es el de su corazón quebrado en pedazos, arruinado, aplastado. 

Tiempo después, David después de una reunión en la cámara de lores en Inglaterra decidió volver a España, después de dos años creyó que volver a su país sería buena idea, las heridas estaban sanadas, ya había dejado salir todo el dolor, o al menos eso parecía. 

Su madre se encontraba refugiada en la casa de campo a las afueras de España. El lugar donde estuvo por última vez Lady Katherine, su amor imposible. 

Lady Beatriz desde el suceso decidió permanecer en la casa de campo, nunca perdió las esperanzas de volver a ver a su hijo unido con la única dama que lo haría feliz, con la única dama que conquistó su corazón.

-Han transcurrido dos largos años desde que me trajeron a esta villa. - suspiró Katherine. - Dos años llenos de insertidumbre, donde fue obligada a casarse con Lord Dheanycco, donde el dolor se apoderó de su corazón, donde sus esperanzas murieron con el pasar de los meses. Dos años en los cuales espero a David, espero ser rescatada, pero ese día nunca llegó, ese momento nunca fue más que un sueño. Decidió cerrar su corazón, y tratar de fingir que al menos su matrimonio funcionaba. Pero, ¿Podría funcionar?. 

Esa mañana Katherine bajo la escalinata para ir a desayunar, encontrándose con Lord Dheanycco en el comedor, quien al notar su presencia se dispuso a levantarse e indicarle donde sentarse. 
Desde hace un año Marlon a estado cortejando a Katherine, anhelaba que al menos le quisiera. 

Katherine tomó asiento a la derecha de su ahora esposo, quien amablemente la recibió. 

-¿Has descansado bien?. - preguntó Marlon. 
-¿Si, gracias por preguntar, ¿Y usted Lord?. - respondió, intentando no ser descortés. 
-Bueno en realidad solo un poco, me pasé la noche pensando. - respondió. 
-Son excelentes noticias MiLord. - Añadio. 
-Katherine. - dijo Marlon llamando su atención. - ¿Cree que podamos salir a dar un paseo?. 
-Katherine debía admitir que Lord Dheanycco era un caballero, a pesar de todo lo ocurrido, en esos dos años nunca la tocó, nunca la trató mal. El se estaba esforzando para que esto funcionará, ¿por qué no hacer lo mismo?. - Me encantaría. - dijo unos segundos despues. 

Despues del desayuno partieron a la ciudad, Katherine se sentía libre, por primera vez en dos años salió de la villa, fue liberada del encierro, caminaron por el parque, recorrieron la zona plácidamente, charlando de cuadros, flores y música. Llegada la tarde se encontraban camino a la villa nuevamente y fue cuando Marlon decidió acercarse a ella. 

Ambos se miraban fijamente, se encontraban den una guerra de sentimientos encontrados, miradas que estuvieron cargadas de cariño.

¿Podría ser posible? Se preguntaba Katherine, fue un precioso y plácido paseo, ¿Quizás debería intentar tener un matrimonio feliz?.-se dijo haciendo énfasis en la palabra "Feliz", Katherine no sabía si funcionaria, pero debía intentarlo, quizás olvidar a David por completo sería lo mejor. 

Que fascinante día, - se decía Marlon así mismo, evocando una sonrisa que no podía ocultar, se sentía feliz, por primera vez en dos años se sentía emocionado, no sentía el rechazo de Katherine y eso le calmaba. 

El Recuerdo del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora