Siete🍁

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Luego de que YoonGi pasara su celo encerrado. Esos dos días, SeokJin y Ji Yong salieron de la casa, NamJoon se quedó a cuidar del pálido esos días.
YoonGi estuvo pasando su celo de una manea dolorosa, apenas y le había preguntado a JiMin sí aceptaba su cortejo, pero su lobo al parecer no entendía que estaban iniciando, solo había podido entregarle dos pastelillos que él mismo se había esforzado en hacer. Y su Omega los había recibido muy contento y emocionado, agradeciendole con un pequeño beso en su mejilla. Ya estaban en la etapa del cortejo. Podían hacer es acto tierno.

Su lobo quería ir y estar con su Omega, que le abrazara. Pero YoonGi sabía o creía que era demasiado pronto para que eso sucediera. Y de seguro moriría de vergüenza si dejara a su lado animal controlarlo todo el tiempo.

Ahora sin embargo luego de esos días dificiles, YoonGi llevaba una pequeña caja, donde estaban guardados cuatro postres diferentes, que él había hecho con la ayuda de SeokJin, para su Omega. Por un momento pensó lo que pasaría sí su padre lo viera. Un escalofrío recorrió su espalda, no es que sus actos lo avergozaran, pero en su Manada era denigrante que un Alfa cocinara, al menos algunos así lo veían, los Alfas obligaban a los Omegas a encargarse de ese tipo de actividades hogareñas. A diferencia de su abuela Alfa, ella a veces cocinaba para su pareja, era algo que disfrutaba hacer y algo de lo que YoonGi también se beneficiaba, pues podía disfrutar de las ricas galletas que su abuela hacía.

Al divisar la casa de su pareja, su lobo se emocionó, y él se puso nervioso. Debía disculparse con su suegro por su ausencia. Porque ya era oficial. YoonGi estaba cortejando a JiMin.

Y allí estaba. Detrás de la puerta escuchó el pequeño alboroto, quizás estaban persiguiendo al pequeño Bin, ese cachorro era demasiado travieso a veces. Tocó y esperó a que la puerta abriera.
Cuando ésta se abrió, dejó ver unos hermosos cabellos miel, y una sonrisa. Unos brazos lo rodearon y él se tambaleó un poco debido al repentino movimiento.

- ¡Yoon!- la voz emocionada del Omega, hizo a su lobo mover su cola contento y a él sonreír.

- Hola JiMinnie...- le dijo, dejandose llenar del aroma de su pareja, relajandose de inmediato con solo abrazarlo.

- Pasa, pasa- le dijo tomando su mano, para que su Alfa entrara. YoonGi se percató de los diferentes juguetes y papeles coloreados en el suelo- Disculpa el desorden, pero papá no está, tuvo que salir por una pequeña reunión de trabajo y Binnie creo que esta algo irritable...

- No te preocupes- le dijo el pálido acariciando la mejilla de JiMin quien se inclinó ante su tacto.- Te ayudo a ordenar esto...- dijo Min, pero se percató de la caja entre sus manos- Oh... disculpa que no te haya entregado nada estos días, estuve enfermo, en verdad lo siento, pero tengo un pastelillo por cada día que me ausente y el de hoy...- le explicó y le tendió la caja.
Pero antes de que JiMin pudiera responder. Unos pasitos resonaron en la estancia.

Binnie corría hacía YoonGi con claro gesto de felicidad.

- ¡Yogi!- gritó el pequeño emocionado por ver al Alfa de nuevo, pidiendo ser alzado en sus brazos. Cosa que YoonGi hizo.

- Hola cachorro travieso- le saludó el Alfa. JiMin sonrió.

- Dejaré esto en la cocina, muchas gracias YoonGi... te prepararé un café- le dijo el Omega con una sonrojo y una pequeña caricia en el brazo del mencionado, le daría vergüenza que su hermano menor lo viera dandole un beso a su Alfa. Aunque JiMin quería besarlo mucho.

YoonGi asintió. Y se sentó en el sofá con el cachorro en su regazo, quien le preguntaba donde estaba.

- Estuve un poco enfermo...- le dijo YoonGi al cachorro, quien le miró y frunció el ceño de manera adorable.

Error [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora