Ocho🌾

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Esos días en la manada, fueron algo dificiles de manejar. Muchos Omegas estaban acostumbrados a su pequeña independencia, sobre todo los jóvenes que no tenían pareja o estaban siendo cortejados.

SeokJin también lo resentía pues aunque estuviera marcado y tuviera un cachorro. Y aunque su Alfa fuera un amor, éste le había dado libertad para hacer las cosas que le gustaban. Pero allí estaba encerrado, aunque era una bella oportunidad para apreciar los recientes cambios de su cachorrito, extrañaba salir a la pequeña plaza donde la mayoría de Omegas con sus cachorros se reunían para hablar de sus quehaceres y gustos.
Eran tardes agradables y muy cómodas, NamJoon lo pasaría a buscar antes de que anocheciera, y volverían a casa...

- Estás decaído, SeokJin...- la voz de YoonGi sonó tras de él.

- Bueno, mi padre y NamJoon están alterados por la reciente situación y dudo que NamJoon tenga tiempo para salir, deben reforzar la seguridad y los centinelas en la manada...- suspiró y tomó el juguete que su pequeño Ji Yong le estaba dando.- Incluso, escuché que, iban a involucrar a mujeres Beta para la vigilancia diurna...- tomó en brazos a su hijo, para levantarse del piso donde había estado sentado casi toda la mañana.

- JiMin también estaba preocupado, pero debes entender que es por su bien, a veces los Alfas son demasiado idiotas- le dijo YoonGi tratando de hacer reír al Omega, logrando apenas que sacara una sonrisa.- Sé que no te agrada este encierro, pero piensa en Ji Yong, piensa en NamJoon, ¿cómo se sentirían si no vuelven a verte?, hasta que ese Alfa encuentre a alguien que le haga recapacitar sobre su estupida forma de pensar, no podemos fiarnos...

YoonGi no dijo nada mas y se despidió llevando una pequeña bolsa en manos. SeokJin supo que iría a traer a su Omega a la librería. Ahora ya no trabajaba el turno completo, solo durante la mañana. El Omega lo sabía porque YoonGi se los había dicho al día siguiente que la alerta fue dada a toda la manada.

Sonrió pensando que tal vez YoonGi tenía razón, si salía en un tonto impulso de sentirse libre, perdería todo lo que le costó construir, todo lo que ama...

Negó y disfrutó ese tiempo junto a su cachorro.

YoonGi, en cambio, se dirigía a la librería a paso rápido. Debía ser puntual para recoger a su Omega. Desde que el aviso había sido dado, su Alfa se encargó de dejar su aroma marcado sobre la ropa, cabello y piel de su Omega, abrazandolo por mucho tiempo y dejando su aroma en la habitación de su pareja. Él no era el único es esas condiciones, los padres marcaban a sus hijos con su aroma, a sus parejas y cuidaban sobre todo a aquellos quienes estaban esperando cachorros.
Y desde hacía una semana, varios Omegas también portaban su marca renovada.

A unos cuantos pasos divisó a HoSeok, supuso que se encontraba allí por la misma razón que él. Recoger a su Omega.
Cuando llegó a su lado lo saludó.

- Hola YoonGi- le dijo el Alfa con su sonrisa, que el pálido creía que ya era permanente en su rostro. Bueno todo Alfa es feliz cuando encuentra a su bella pareja. YoonGi es feliz.

- Hola HoSeok, supongo que sabes lo del aviso...- le dijo YoonGi con un sabor amargo al recordar eso.

- Todos en la manada parecen estar siempre alertas. Espero que ese Líder encuentre a su pareja pronto, para que ésta le ponga un estate quieto- dijo el Alfa con diversión y seriedad al mismo tiempo.- Las calles cada vez estan mas solas y muchos Alfas han optado por convertirse a Lobos, para poder proteger a sus familias...

- Lo entiendo, esta situación se ha vuelto demasiado incómoda y peligrosa- aseguró YoonGi, pensando en los Omegas que estaban muy lejos de ser marcados o apenas y se habían presentado. Era algo preocupante.

Error [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora