Tres🍃

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Dos meses habían transcurrido desde que se había mudado con la familia Kim.
Había recibido las cartas de su abuela y le contaba lo mucho que lo extrañaba, y que esperaba poder verlo para las fiestas de Otoño.

Había conseguido trabajo en una pastelería cercana a su nuevo hogar, para él ya era costumbre, llegar por la tarde, jugar con Ji Yong, comer junto a la pareja Kim, pasar su día libre ayudando a SeokJin con el jardín, reparar alguna cosa que estuviera descompuesta y ayudar a NamJoon cuando le hacía alguna consulta sobre administración.

Se sentía parte de una familia. Se había hecho pasar por Beta y nadie lo miraba o le prestaba atención en lo particular. Aunque algunos Alfas habían intentado insinuarsele cuando estaba trabajando en la pastelería, que contaba con un café, y a veces era el mesero.
A sus adentros reía pues esos Alfas ni siquiera le hablarían si se enteraran quien es.

Todo iba normal, estaba empezando su vida de nuevo, disfrutaba lo que hacía, amaba el aroma de los cupcakes recién horneados, disfrutaba las tardes en las que podía leer con los tiernos balbuceos del bebé que le hacía compañía, y despertar por las mañana con sus ojos puestos en el horizonte...

- Bienvenidos...- saludó al ver a un Alfa llegar junto a un Omega de cabellos castaño claro, asemejando su color al de la miel. La respiración de YoonGi se cortó en ese momento, ese era el Omega mas delicado que había visto, claro, aparte de SeokJin, sí el castaño oscuro se enteraba de sus pensamientos lo golpearía.

- Una mesa para dos...- dijo el Alfa con voz tranquila, YoonGi los dirigió a una de las mesas vacantes y le entregó las cartillas del menú, donde se encontraban los diferentes cafés y bebidas frías junto a los postres.

- Sí me permiten una pequeña opinión, estos días frescos les recomendaría un café express con un pastel de frutos rojos...- dijo al ver la indecisión de ambos.

- ¿Al café podría agregarle leche?- preguntó el Omega. YoonGi asintió y miró al Alfa quien se encogió de hombros y le dió una sonrisa. El pálido fue tras el mostrador para preparar la orden y llevarla. Lo hizo rápidamente y entregó los postres y las bebidas a ambos.

Volvió a su puesto y de vez en vez miraba a ambos. Sabiendo que no era una de sus posibilidades, ese Omega estaba fuera de su alcance en todos los sentidos.

- Deja de mirarlo- le dijo el Alfa divertido al Omega que estaba junto a él.

- Lo siento...- susurró bajito con una sonrisa.

- Se supone que ibas a ayudarme a conquistar a tu mejor amigo- le dice con reproche, haciendo reír al Omega, sonido que es captado por YoonGi, y solo puede mirar- De verdad, en serio, necesito tu ayuda, no he salido con nadie desde hace tres años y encontré a mi compañero perfecto en tu amigo...

- Si te sinceras de esa forma, TaeHyung va a amarte, puede parecer un Omega consentido pero realmente le gustan los detalles sencillos y nada extravagantes...

- Eso no me lo dice su forma de vestir...- le dijo el Alfa con un puchero.

YoonGi observaba a ambos platicar muy cómodos, miraba la sonrisa del Omega y sus gestos a cada comentario que el Alfa le hacía. Pensó en sí mismo, si tan solo pudiera decirle un "hola", o se hubieran conocido en otras circunstancias, él ya le habría pedido que salieran juntos, lo conquistaría justo como su abuela le dijo que debía accionar para hacer sentir bien a su compañero de vida.

De repente sintió la mirada de alguien sobre sí, buscó al dueño y notó que el Omega lo estaba viendo, al verse descubierto se sonrojó y YoonGi trató de sonreírle de manera amable, el Omega le devolvió la sonrisa de manera tímida. Y llamenlo exagerado pero YoonGi supo que toda su vida estaba bien, aunque fuera una pequeña sonrisa, sabía que no podía recibir mas.

Error [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora