Treinta y Tres🍃

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Las familias estaban reunidas.
De la familia de JiMin se encontraban su padre y su tía SuRan en la sala, junto a ChanYeol y su pareja.
De la familia de TaeHyung se encontraba su hermana Hyo y su pareja.
De la familia de HoSeok se encontraban su madre, padre y hermana.
De la familia Kim, estaban presentes la madre de NamJoon y el padre de SeokJin.

Todos estaban ansiosos por conocer el secreto detrás de todos sus escritos. El renacimiento de aquel Lobo que había protegido el país entero, era la única alternativa que tenían. YoonGi miraba a todos expectantes, no podía irse sin respuestas. Las necesitaba ahora mas que nunca.
Sin embargo no todo era tan fácil. Habían muchas preguntas que quizás no tendrían respuestas.

Para YoonGi su prioridad era proteger a su familia de cual sea fuera la amenaza a la que deban enfrentarse, de él, dependía asegurar el bienestar de JiMin y sus cachorros. No podría perdonarse jamás, si algo llegara a pasarles. Sabía que las familias mas importantes, tenían un refugio oculto a la vista de las manadas actuales. Era un santuario donde las familias estarían a salvo.
YoonGi necesitaba conocer donde se encontraba el refugio de la familia Min. Si bien JiMin podía ir con su padre y estaría seguro, JiMin era su esposo, su Omega, el padre de sus cachorros. Su Alfa exigía ser quien defendiera a su familia.

Luego de que ChanYeol volviera a hacer los análisis, la respuesta generaba incertidumbre, pues el Alfa Park no tenía una respuesta exacta o precisa para darle. Pues había cambiado algo, pero no podía identificar que era en sí.
No pudo darle ninguna respuesta a pesar de querer ayudar, YoonGi por otro lado le restó importancia. En ese momento su única preocupación sería JiMin y sus hijos.

Esconde en su mente, el hecho de que ama acariciar el vientre de su pareja, tocar su piel, o presionar un poco solo para escuchar su risa. El Alfa esta encantado con ese relieve que demuestra que su Omega está esperando un cachorro suyo, siente una felicidad inigualable, al saber que pudo darle un cachorro a su pareja.

Una pequeña revuelta los tenía preocupados a todos. Sobre todo a YoonGi, quien abrazaba a JiMin por la cintura. Su Omega estaba sentado en su regazo. En esos días, luego de su conversación, el Alfa estaba muy pendiente de su pareja, recordandole a cada momento que estaban juntos. Que nada iba a separarlos. YoonGi iba a proteger a JiMin, demostraría ser un Alfa a la altura de su Omega...

Sin embargo, en un descuido, el Alfa iba a ser alcanzado por una flecha, su Omega alcanzó a verlo, y se interpuso entre el cuerpo de su Alfa y la flecha.
Pudo darle una última sonrisa y un beso en los labios. Un delicado y sutil roce que se llevó las vidas de ambos lobos. Tanto Alfa y Omega murieron aquella tarde. Y no solo ellos, su tercer heredero no conoció la luz de la Madre Luna...

- Es hora de empezar, ustedes siguen nuestra línea, y por ende deben conocer un poco de la historia detrás de las Manadas- el señor Park habló mirando al señor Kim. El hombre asintió y miró a su hijo.

- Antes no creía que esto fuera necesario, pero por lo que veo lo es- el señor Kim habló- No pensé que la historia se estaría repitiendo de nuevo...- mencionó con amargura.

La tarde era fría, la Manada Kim estaba esperando la noticia sobre el cachorro heredero de las Manadas, la ansiada noticia llegó a oídos de todos. A cada rincón. El cachorro de los Min había nacido.

Para los Líderes Kim era importante, ya que su hijo menor podría ocuparse de su familia y dejar el cargo en la Manada Min. El hijo menor, siendo un Omega, había tenido que hacerse cargo por un tiempo del Consejo, su hermano mayor, un Delta, estaba al frente de la guardia en ese momento. De no haber sido ellos, hubiera sido cualquiera de los Hijos Herederos. Ya sea de la familia Jung, Park, Lee o Wang.

Error [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora