Los nervios me iban consumiendo poco a poco y más aun viendo que las diferentes exposiciones de mis compañeros eran sencillamente perfectas. Como sus atuendos.
—Bueno... quizás el profesor no lo note —me susurró Trevor, mientras atendíamos a la quinta presentación consecutiva.
—¿Que no? — carraspeé y él no pudo evitar reírse—. Gracias por el ánimo, Trevor... pero los dos sabemos que voy dando la nota allá donde me ves.
—¿Y si te dejo mi chaqueta? Así se disimulará un poco esa ropa tan... fitness.
—Solo quedaría más ridícula aun.
Debía admitir que mi positividad ese día no estaba precisamente por las nubes. Todo debido a que el día no lo había podido empezar peor; agitadas discusiones con Dereck, besos inesperados a los que mi mente siempre volvía cada cinco minutos, casi nos estrellamos en moto y ahora... todo apuntaba a que la presentación iba a ser un desastre.
¿Qué más me esperaba ese día para terminar de hundirme?
Al cabo de unos diez minutos, todo mi ser rezaba porque no me tocase a mí la siguiente y que acabara dando la casualidad de que terminara la clase y tuviera que hacer mi presentación el próximo día por falta de tiempo.
Pero por mucho que lo deseara, la suerte no parecía estar de mi lado. Sino todo lo contrario. Y eso se vio reflejado cuando el profesor acabó pronunciando mi apellido seguido de mi nombre, provocándome una gran crispación por todo mi cuerpo.
—Le toca a usted. ¿Preparada?
—No —contesté sin pensar y el hombre frunció el ceño desconcertado, por lo que rectifiqué al segundo—: No... podría estar más preparada.
El profesor sonrió y se sentó entonces en su silla, invitándome con la mirada a que me pusiera en el pequeño escenario que había frente a la pizarra. Cuando por fin me levanté, Trevor no dudó en darme ánimos y desearme suerte, lo cual agradecí bastante porque la iba a necesitar.
No sabía si era fruto de la propia sugestión o si de verdad estaban cuchicheando sobre mi atuendo, pero cuando me planté frente a todos los estudiantes que había, los murmullos se habían intensificado. Pero lo peor de todo no fue eso, sino identificar entre todas esas miradas una que consiguió crisparme como ninguna otra. Candace no paraba de murmurar algo junto a Sam, con un descaro que solo hizo que me sintiera más insegura.
Pero intenté simplemente pasar de ellas y centrarme en que las palabras comenzaran a salir de mi boca de una vez.
—Voy a hacer una síntesis sobre las diferentes vertientes de la psicología... —comencé a exponer, intentando no titubear demasiado.
Me sentía bastante alterada y con esa sensación resacosa en la cabeza. Además, mis nervios podían verse perfectamente reflejados en cómo temblaban los papeles que sostenía por el incontrolable tic que solía aparecer cada vez que hacía una exposición en público. Pero poco a poco fui cogiendo seguridad hasta el punto en que podía hablar con soltura.
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Desde que Llegaste. © #1 [COMPLETA]
Teen Fiction¿Puede haber alguien más insoportable en el mundo? Definitivamente Dereck Hughes es arrogante, maleducado, prepotente y un casanova en toda regla. No suena muy bien ¿verdad? Resulta bastante difícil lidiar con esa personalidad que tiene, pero aún m...