Narcotraficantes

Prólogo

"Que decepción, al enterarme de que no eras la misma persona que conocí".

RAILANE VICINI

Flashback:

2:45 de la mañana marcaba el reloj colgado sobre la puerta de mi habitación, me paré de la cama y ate mi pelo a una alta coleta para luego deslizar los pies por mis sandalias. Caminé despacio a la puerta, pero choque con una de las cajas que había en medio, hace una semana cumplí 15 años y aún hay regalos que no he podido abrir por causa de mucho trabajo.

Las puse a un lado con cuidado y luego abrí la puerta la cual rechino ligeramente, al salir la cerré tras de mí y me propuse a salir de la casa. Mis padres y Rene estaban dormidos, casi siempre esperaba a que se durmieran para poder verme con Castor. Al llegar a la puerta trasera lo vi caminando de un lado a otro esperando por mí:

—Castor —susurré y él rápidamente se acercó.

Entramos a la casa donde él me dió un pequeño beso en los labios y caminamos a mi habitación. Después de estar allí le coloqué seguro a la puerta y nos sentamos en la cama. Nos quedamos viendo por unos segundos mientras sonreíamos y nos acariciabamos hasta que él sacó de su bolsillo trasero una carta y me la pasó:

—Te la escribí esta mañana.

La tomé y sonreí muy nerviosa, era la primera vez que me daban una carta, obviamente, porque Castor ha sido mi primer novio. La abrí y la visualice por unos segundos antes de leerla, era un pequeño texto con letras cursivas, conocía sus letras a la perfección:

Pequeña, no pasa un día en que mi mente no te piense, eres lo mejor que me ha pasado en la vida y quiero pasar el resto de mi vida a tu lado. Te amo con todo mi corazón, aprecio cada momento que pasamos juntos y te amo aún más en los momentos que estamos separados.

La verdad es que no puedo imaginar mi vida sin ti. Cuando escucho tu voz me derrito un poco por dentro, cuando veo tu rostro sé que es mi único y verdadero amor, cuando me abrazas se siente como estar en casa. Tú eres el sol de mi cielo, el río que recorre por mi alma y el mismo aire que respiro.

Con amor, tu Castor.

Levanté la cabeza y lo miré mientras sentía mis ojos picar, las lágrimas se avecinaban debido a lo feliz que me sentía en ese momento:

—Te amo, tesoro —dijo tomando mi cara entre sus manos.

—Yo también te amo —contesté y lo besé.

La carta cayó a un lado del suelo y él se dejó caer en la cama, me subí a horcajadas sobre él y no me detuve ni un segundo de besarlo. Hoy estaba segura de lo que iba a hacer, hoy estaba preparada. Sus manos acariciaron cada parte de mi cuerpo haciéndome estremecer de una manera exquisita, un cosquilleo en mi espalda me hizo querer más de sus besos y aquella noche, a escondidas de todos, hice el amor con Castor.

Fin del Flashback.

UN AÑO DESPUÉS.

Echa pedazos entré a mi habitación en busca de mi maleta ya que papá y yo debíamos irnos a casa de mi tía; donde comenzaríamos a vivir. Pasé la mano por mi cara tratando de secar mis lágrimas, pero fue en vano. Me acerqué a mi escritorio para tomar un pequeño cofre donde tenía mis relojes y prendas ya que las llevaría conmigo, lo abrí para asegurarme de que todo esté allí, pero al hacerlo me encontré con un pedazo de papel doblado del cual estaba segura que no había sido yo quien lo había puesto ahí.

Me senté en la cama y tomé el papel, lo abrí y las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos nuevamente, llevé una mano a mi pecho y mi respiración se volvió dificultosa. Me puse de pie y dejé la carta sobre la cama, pasé las manos por mi cabeza para luego dejarlas posar en mi cadera. Regule mi respiración y tomé la carta la cual estaba escrita por unas letras cursivas que conocía a la perfección:

No sé cómo debería comenzar a escribir esta carta, ni cómo debería decir mis disculpas para hacerte creer la culpa con la que estoy lidiando en este momento.

Entiendo cómo te sientes y me apena que estés así por mi culpa. Todo lo que quiero decir es que lo siento, y créeme que te lo digo de corazón. No sé como podré vivir ahora sabiendo que perdí a la mujer más hermosa del mundo y que en verdad me amaba, por dejarme cegar del dinero. Sé perfectamente que estoy equivocado, que traicioné la confianza que habías depositado en mí y en nuestra relación y que rompí tantos sueños e ilusiones. Rai, fui yo quien traicionó a tu papá con Quintanilla. Me ofrecieron demasiado dinero y me llené de avaricia.

Sí te amé, todos los te amo que te dije fueron ciertos, todas las caricias fueron ciertas, todos los besos fueron ciertos. En el plan no estaba enamorarme de ti, pero tú sonrisa encantadora atrapa a quien sea. Me culpo por mi mala decisión, me culpo por lo mucho que estás sufriendo ahora. Cuando acepté el trato no habíamos empezado nuestra relación, pero luego de enamorarme de ti no me pude echar para atrás.

Sé que no me vas a perdonar, pero quería dejarte saber que todo mi sentimiento por ti era cierto, pequeña.

La gente dice que del odio al amor hay un paso, pero no sabe que del amor al odio hay medio milímetro. Ayer me amabas con locura, hoy juras acabar con mi vida.

Castor.

—¡Papá! —grité mientras sentía como mi cabeza daba vueltas.

No recibí respuestas de su parte por lo que lo volví a llamar:

—¡Papá!

Demasiados pensamientos a la vez, demasiados sentimientos y demasiado dolor. No me di cuenta cuando papá llegó, sentí náuseas y un mareo que me nubló la vista haciéndome caer al suelo.

💣

PuelloG.