Capítulo 8

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Holaa, este capítulo tiene escenas fuertes y subidas de tono, no quiero que nadie se sienta ofendido, se pide la mayor discreción posible.

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Vegeta.


*Masacre en el Salón de la Fama*

*Queda cordialmente invitado a acompañarnos este viernes XX-XX-XXXX al show más sangriento del año, esperamos su respuesta*

*Atte. Frezeer*



La invitación es más que absurda.

—¿Iremos? —me pregunta 18— sabes bien que las masacres me encantan.

—Claro que no —respondo tajante arrojando la invitación a la basura.

—Tranquilo —se levanta y recoge la invitación— a demás es justo lo que necesitamos, tienes una cuenta pendiente con Frezeer ¿o me equivoco?

La maldita rubia tiene razón.

—Bien, que preparen el Jet y todo, partiremos a primera hora.

La rubia asiente y se retira del despacho.

Dirijo toda mi atención a los contratos que tengo pendientes que firmar, varias ciudades importantes del mundo me piden un hotel.

Tengo una línea hotelera de gran alcurnia, obviamente también las uso para el lavado de dinero.

—Jefe —entra Nappa— al parecer 18 no ha hecho hablar al enano —se queja— solo lo golpea pero no hay tortura de por medio ¿quiere que me encargue yo?

—No me molestes con tonterías —-respondo sin verlo— si al finalizar la semana no hay avances simplemente lo matas ¿entendido? —lo miro y solo asiente.

《Todos son una bola de incompetentes》



***




Milán, Italia.


—¿Cuánto ofrecen por esta perra? —pregunta Zarbon, uno de los hombres de Frezeer.

Están subastando personas, una de las tantas actividades de la Masacre en el Salón de la Fama, se trata de quien vaya a jugar debe comprar a su víctima para después cazarlo por el bosque.

—Ofrezco diez mil dólares —le responde un hombre.

—¿Alguien da más? —pregunta Zarbon pero nadie contesta— ¿ves a ese hombre? Ese hombre es el que te va a asesinar —le informa a la mujer desnuda ensangrentada que tiene encima del escenario.

—¿No vas a jugar este año? —me pregunta 18 y niego— ¿qué te tiene tan pensativo? —me pregunta viéndome directamente a los ojos — ¡No puede ser! —se exalta— ¡aún no superas que te hayan dejado en un hotel! —se burla, le dirijo una mirada llena de reproche— lo siento, es que es tan divertido, pero si tu no juegas yo lo haré —levanta su mano junto con la paleta que tiene el numero 18— ofrezco quince mil dólares.

Veo al tipo que ha comprado, un hombre corpulento y al igual que todos ensangrentado y con cadenas.



***



Todos los jugadores se montan a los caballos, listos para la caza.

—¡Dejen libres a los esclavos! —ordena Zarbon a través del micrófono y todos salen despavoridos, más de cien personas comienzan a correr adentrándose al bosque.

—¿Sabes cuales son las trampas que pusieron esta vez? —me pregunta la rubia.

—No se vale si te digo —respondo cruzándome de brazos.

—Ash, de verdad que luego si eres bien amargado —me responde enojada y se aleja.

—¡Jugadores, a sus puestos! —todos comienzan a formarse como si de una carrera de caballos se tratara— ¡Disfruten su presa y que la cacería comience! — Zarbon anuncia dando un disparo al aire.

Los relinchos y gritos inundan todo el jardín, los jinetes cabalgan con espada en mano como si fueran a la guerra.

Después de dos vasos de whisky, el caballo blanco de 18 se asoma por un tronco, la rubia viene más que feliz con la cabeza del hombre en la mano, tanto ella como su caballo están teñidos de rojo por la sangre.

Todos aplauden ante su llegada, deja caer el cuerpo inerte de su presa, tiene varias puñaladas y partes del cuerpo ya no están.

—Eso si que fue divertido —llega a mi lado agitada— ¿pasamos a la otra actividad? —pregunta y asiento.

𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 𝑱𝒂𝒑𝒐𝒏𝒆𝒔𝒂 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora