Especial 15 De Septiembre

454 58 13
                                    

Tipo de narrador: Omnisciente.


18 había dado con la dirección de Cooler, a pesar de que había sido difícil pido hacerlo saqueando algunos sistemas del gobierno con ayuda de Bulma.

Cooler se encontraba en Alemania, Krilin y ella fueron tras él. Se encuentra escondido en un taller mecánico como una vil rata, pero una muy astuta que se dio cuenta que venían tras él gracias a las cámaras que había instalado días antes.

Fue en ese momento que se escucha un rugido repentino, urgente y ronco desde el interior del taller. 18 y Krilin se miran y comienzan a correr hacia el edificio. Un perro guardián, despertado por el ruido y con su instinto depredador estimulado por la carrera de los dos ejecutores, empieza a agitarse rabiosamente, con sus feroces mandíbulas masticando el aire.  Krilin corre trazando una curva para no ser alcanzado por el rottweiler encadenado. Cooler aparece a toda velocidad a un costado del edificio montado en una inmensa bestia roja de motocicleta.  Tanto Krilin como 18, quedaron paralizados durante un momento cuando la musculosa moto de competición se abalanza sobre ellos, Cooler lleva la cabeza cubierta por un casco rojo de motociclista. Cooler mueve la moto como arma. La rueda delantera se separa un poco del suelo cuando él acelera el motor, que lanza un agudo rugido de furia.

《No puede escapar》 piensan ambos al mismo tiempo.

La adrenalina inunda el cuerpo de Krilin, ralentizando el tiempo. Hasta ese momento la moto se había movido a gran velocidad, pero ahora parecía embestir hacia delante con una aceleración imposible, como si Krilin la estuviera enfocando con un zoom muy veloz. El calvo y la rubia se arrojan en direcciones opuestas y la motocicleta salta entre ambos. Krilin rueda en el suelo un par de veces antes de detenerse. Acaba de incorporarse sobre una rodilla cuando algo inmenso y oscuro choca contra él.  Por una fracción de segundo piensa que Cooler ha vuelto con la motocicleta para acabar con ellos, hasta que gira y ve las enormes mandíbulas del rottweiler que se le viene encima. Krilin echa la cabeza hacia atrás justo cuando el perro cierra los dientes con fuerza.  Siente el frío del moco y la saliva del perro en la mejilla, pero se da cuenta de que el animal no ha logrado alcanzarlo. Vuelve a rodar, esta vez en la dirección opuesta, sigue rodando en un movimiento continuo y oye los feroces gruñidos del perro que se convierten en un ladrido de furia y frustración cuando el animal llega al límite de la cadena. 

Se pone de pie. 18 también se ha incorporado y esta mirándolo para comprobar que este bien, aunque la rubia no lo admita del todo, el calvo le importa. 18 no lo piensa dos veces y se abalanza sobre la trayectoria pasando el BMW a la motocicleta.

—La llave está puesta?  —le grita a Krilin que sigue paralizado.

Antes de que pueda contestar ella llega hasta la motocicleta y aparta de un empujón al guardia que esta sosteniéndola por atrás. Enciende el motor y sale a toda velocidad en la dirección que cogido Cooler.

Dobla en la última esquina a demasiada velocidad.  18 lleva la chaqueta de cuero habitual, pero sus piernas están protegidas sólo por la tela de sus tejanos, y la rodilla casi ha rozado el asfalto en la última curva.  Sabía que Cooler era un crack a la hora de huir, sabe que debe acelerar su vehículo al máximo para mantenerlo a la vista. Tiene que entrecerrar los ojos para protegerlos del rugido del viento cuando aceleraba en las rectas.  Ha salido a la Hohe-Schaar-Strasse, obligando a un Mercedes a clavar los frenos y virar abruptamente. Alcanza a ver una mancha roja a lo lejos cuando Cooler cruza como un trueno el puente sobre el Reiherstieg. La BMW rugía de bajo de sus piernas mientras ella calcula la distancia hasta la curva siguiente.

18 acelera cada que tiene oportunidad llevando a la moto casi a su límite de doscientos kilómetros por hora. Esta acercándose a Cooler;  era obvio que él no había mirado su espejo retrovisor y no quería correr riesgos. Seguramente esperaba que lo persiguieran en coche, y jamás podrían igualarlo en velocidad o maniobrabilidad. La distancia entre ambas motos se redujo.

𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 𝑱𝒂𝒑𝒐𝒏𝒆𝒔𝒂 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora