Capítulo 30

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Goku.

El Parlamento Bicameral es un caos, todos están de allá para acá, hemos sido invadidos con ejército europeo, no entiendo porque si se supone que el Parlamento es algo cien por ciento japonés.

—¡Ey! ¡Goku! —me llama Yamcha— el ministro Hit nos necesita al frente.

—Voy para allá —respondo, asiente y se va.

《Primero paso por algo de comida》

Camino al comedor militar, Milk está en la cocina.

—¿Otra vez tu Goku? —pregunta cuando me ve— no son ni las tres de la tarde y ya son cinco veces que vienes hoy.

Me rasco la nuca mientras sonrío con los ojos cerrados.

—Perdón, Milk, pero ya sabes que a mi me da mucha hambre.

—Esta bien —me extiende una bandeja de comida— recuerda recoger a Gohan de la guardería, voy a doblar turno hoy en la central.

—Oh, el pequeño Gohan, ya tiene dos días que no lo veo —digo recordando— yo paso por él, no te preocupes.

—Tienes que pasar por él, la última vez lo olvidaste, si se te vuelve a olvidar juro que jamás te daré de comer —amenaza haciendo que entre en pánico.

—¡No, no! —muevo mis manos frenéticamente— juro que no lo olvidaré.

Me da una última mirada de advertencia antes de seguir en lo suyo, camino a una mesa sola y comienzo a devorar todo lo que me ha dado mi esposa. Me dirijo a la explanada, todos los soldados están formados, siempre soy el último.

Me formó como el protocolo manda, recto y firme, el coronel pasa por las filas cerciorándose de que todo este en orden.

—¡Los he mandado a reunir por una simple razón! —habla Hit al mismo tiempo en que camina— ¡la mafia es algo que nos ha dado Dolores de cabeza los últimos cien años. Nos ha llegado información sumamente confidencial del posible paradero del líder mundial, necesito a sus tropas listas para el ataque; la misión será capturar vivo al Rey y todo aquel que esté con él!

—¿Cómo rayos haremos eso? —le susurro a Yamcha.

—Cierra la boca —me regaña sin verme.

《No entiendo realmente lo que pasa》

—Necesito a todos los capitanes en la sala de juntas ¡ya! —ordena— ¡regresen a sus labores!

De mala gana, sigo a los demás hasta llegar a la sala de juntas, todos guardamos silencio en lo que llega el ministro Hit y el subministro; el maestro Roshi.

Ah, el maestro Roshi es un buen tipo, recuerdo que él me enseñó todo lo que sé de el combate, le tengo mucho cariño. Desde chiquito me entrenó y por ello siempre le estaré agradecido.

—Tenemos cinco días  para planear una estrategia perfecta —empieza a hablar Piccolo— fuentes confiables nos informaron que el Jet del líder aparcara en Tokio, a las diecinueve horas, ahí es donde entramos nosotros, sus hombres estarán preparados para cualquier amenaza así que tenemos que ser más listos y cautelosos.

—¿Qué sabemos sobre sus matones? —pregunta Hit mientras ve unos planos del aeropuerto donde se sabe que llegará el Jet del líder.

—Nappa, conocido en el mundo del crimen como El Carnicero, ha descuartizado más hombres que ningún otro, fue entrenado en el desierto árabe, él es el segundo al mando en ausencia del líder. Raditz este es más bien escurridizo,  pero no lo hace menos peligroso y siempre ataca por detrás con armas pesadas —informa el coronel— siempre están con el Rey, así que esta vez no será la excepción.

𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 𝑱𝒂𝒑𝒐𝒏𝒆𝒔𝒂 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora