Capitulo 13

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Bulma.

Arrugo la nariz con molestia, los rayos del sol me dan justo en la cara. Me veo abrumada por lo que pasó anoche.

Me levanto de golpe sosteniendo las sábanas contra mi pecho. Levanto levemente la sábana para comprobar mi desnudez.

《Me he acostado con él》

—Soy una tonta —me reprocho dándome una palmada en la frente dejándome caer de nuevo en la cama.

Se escucha el sonido de la puerta, de ella entra la chica pelirroja llamada Pink.

—Señora, debe prepararse la esperan en el comedor —anuncia y comienza a asear el dormitorio.

Me levanto vergonzosamente con la sábana y me meto al baño para darme una ducha.

《¿Qué querrá de mí?》

Salgo y me pongo la ropa que ya está preparada para mi.

《Esta ropa esta horrible》

Bajo torpemente por las escaleras, este palacio esta muy gris. Los recuadros adornan las paredes, son fotos de la familia Real Sayayin.

—Basta, manda a los Saibaman a que peleen por nosotros —escucho la voz de la rubia.

Me acerco cautelosamente a la habitación de donde provienen las voces.

—Eso haré, no creas que soy tan tonto de ir nosotros personalmente —responde 17.

Hay varias personas, incluso el maldito calvo y el de pelo largo.

—Bien, en la próxima embarcación me iré con un grupo de Saibaman, en lo que ellos hacen el trabajo sucio yo me reuniré con los dealers para darles la mercancía —dice Nappa.

Todos asienten de acuerdo.

—Yo me encargo de que tengan el camino despejado —le guiña el ojo la rubia— hablaré con el General Brief.

《Mi padre ¿qué tiene que ver con todo esto?》

—Bien, más te vale que sea así, al jefe no le gusta que no salga como él no ha planeado —concuerda 17.

Salgo rápido de ahí antes de que me vean, sigo los pasillos hasta dar con el enorme comedor.

En la cabeza está el Rey Vegeta, una leyenda viviente, él creo todo su reinado juntando una gran cantidad de guerreros Sayayin e invadieron territorios de los que antes gobernaban la mafia y así él se hizo el Rey.

Controla la jerarquía encabezándola, mi padre y él tuvieron un enfrentamiento hace muchos años, me contó que el poder del Rey Vegeta es benevolente, todo un escuadrón imbatido un hotel donde se hospedaba el Rey pero ni así lograron capturarlo, y ahora estoy frente a él y su hijo.

—Toma asiento —me ordena Vegeta.

Trago grueso y me siento dos sillas alejada del Rey con la mirada cabizbaja.

Varios empleados colocan el desayuno en los platos y nos sirven de beber.

《Viven como reyes》

—¿Ya le hablaste sobre el trato? —miro al Rey Vegeta.

—Aún no, pero lo haré —responde el pelinegro.

El ambiente es muy tenso, apenas y he probado bocado.

—Come todo —sentencia Vegeta sin verme.

Ahora soy su prisionera, debo de obedecer. Como todo lo que hay en mi plato sin dejar nada.

—Me iré a Los Ángeles —dice el padre— tal vez regrese en ocho meses.

𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 𝑱𝒂𝒑𝒐𝒏𝒆𝒔𝒂 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora