𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 𝑱𝒂𝒑𝒐𝒏𝒆𝒔𝒂 ✔

Epílogo

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Contiene escenas fuertes y subidas de tono, no quiero que nadie se sienta ofendido, se pide la mayor discreción posible.
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Un año después.

Krilin.

—Camina —le ordeno al prisionero mientras lo empujo.

Por fin, después de un año de arduo trabajo, 18 y yo por fin dimos con Cooler, el muy hijo de puta estaba disfrutando de los placeres de la vida en Argentina.

—Espero que Vegeta esté de buen humor —comenta 18 mientras se acomoda un mechón de cabello— casi siempre está de mal humor, espero que esto lo calme un poco.

—¡Suéltenme! —exige el grandote— ¡no saben con quién se están metiendo! —forcejearon tratando de liberarse de las cadenas.

《Que inútil》

—Cierra la boca —dice al mismo tiempo que lo empuja de una patada— eres un cínico.

—No te tengo miedo, ni a ti ni a tu Rey —se regresa de manera amenazante quedando frente a frente con 18.

La rubia sonríe de lado disfrutando del momento.

—Pues mi Rey disfrutará mucho cuando supliques por tu vida.

Me quedo estático fuera de la conversación, sé que soy un total miedoso pero ese tipo tiene pinta de rufián aparte me dobla de estatura, no entiendo con 18 puede enfrentarse a tipos como él día a día.

Lo llevamos hasta los calabozos donde Vegeta ya nos está esperando, no tiene buena pinta, creo que otra vez bebió.

—E…eh —comienzo a titubear.

《¿Por qué rayos las palabras no salen de mi boca?》

—Por fin lo encontramos —habla 18 y avienta a Cooler para que caiga de rodillas ante Vegeta— estaba en Argentina, nos costo trabajo pero…

—No quiero escuchar los detalles de tu incompetencia —la corta rápido pero dirige su mirada al que está en el suelo— Cooler, Cooler, cuanto tiempo ¿no?

El Italiano se queda estático en su lugar pero a leguas se ve que esta enojado y asustado al mismo tiempo.

—Nappa, trae los juguetes —ordena.

Me quedo petrificado cuando Nappa trae una clase de resistencia de roble y unos alambres de púas.

Ok, creo que me estoy cagando en los pantalones, no sabía que eran tan extremos.

—¿Q…qué me van a hacer? —pregunta Cooler con los ojos bien abiertos— V…Vegeta no hagas una tontería.

—Tu eres el único culpable aquí, yo no te mande a matar a mi padre —le responde con rabia el pelinegro mientras levanta las muñecas, Nappa le ata los pies— esto te gustará.

Lo cargan y lo colocan sobre la madera de forma que queda arqueado, las otras puntas del alambre las amarran de la habitación.

—Tienes que pagar el precio de meterte conmigo  —sonríe de manera perversa.

《¿Qué demonios vio Bulma en él?》

—Te diré lo que quieras pero por favor no me mates —suplica y 18 suelta una pequeña risita.

Dios, ¿soy la única nena que está asustado?

—Ja, de todas formas me dirás lo que quiero aunque no sé que podrías decir realmente.

Camina alrededor de él como un felino apunto de matar a su presa. Ese hombre está loco.

—Mi…mi hermano me…

Le comienza a tapar la boca con trapos interrumpiéndolo. Creo que los trapos son para evitar que vomite. Le introducen tubos por medio de las fosas nasales hasta el estómago, en estos mismos vierte agua de manera que el estómago queda lleno completamente de agua. Es algo horrible. Cooler forcejea pero al hacerlo las púas se clavan en sus muñecas tobillos.

No me puedo imaginar el dolor de sentir el estómago apunto de explotar, además de las heridas causadas por el alambre.

Es algo horrible, inhumano ¿porqué rayos es tan despiadado? Salgo rápido de los calabozos, el estómago se me revuelve… ¿qué mierda? Espero que sea mi primera y última vez que presencio algo así.

—Vamos, no te comportes como una niña —escucho la voz de 18 y después siento su mano sobre mi hombro— terminaras acostumbrándote, es más, apuesto que participaras en el futuro.

La miro con horror, espero que nunca de los nunca suceda algo así, me estremezco de solo pensarlo.

—No me siento bien —admito.

—Tranquilo, vamos arriba —me regala una sonrisa, asiento y juntos nos vamos de ese lugar horrible.

Espero que Vegeta se tranquilice un poco, no quiero que vuelva a gritarme como siempre y menos que me encierre en jaulas con presos como si yo fuera uno.

***

Vegeta está sentado en el trono más grande con su capa roja, hoy toca hacer guardia así que 18 y yo estamos estáticos en los muros con armas en mano, hay más guardias pero eso no importa.

—¿Por qué hay tres tronos? —le pregunto susurrando a la rubia.

—Un es para el Rey, el otro para la Reina y el más pequeño es para el Príncipe —susurra igual— Vegeta antes utilizaba el del Príncipe.

—Nunca conocí a su madre.

《¿Tenia madre?》

—Su madre murió en combate hace varios años, Vegeta tenía como veinte años pero eso nunca le importó, de hecho, nunca mostró sentimiento alguno con sus padres, pensé que sería diferente con sus amigos.

—¿A…amigos? —pregunto confundido— ¿Osea tú?

—Hm… no, más bien Nappa y Raditz pero cuando Raditz murió él ni siquiera fue a su entierro —no le quito los ojos de encima.

Lázuli es muy hermosa, creo que haría cualquier cosa por ella.

—No creo que tenga sentimientos una persona como él —digo seguro.

Es imposible que alguien que disfrute de matar y torturar a sus víctimas tenga sentimiento alguno.

—Yo también pensaba lo mismo… hasta que llegó tu amiga, bueno más bien hasta que la secuestró —la miro confundido— ella lo hacía ser diferente incluso él descuidada sus deberes como Príncipe y Rey con tal de estar con ella… la cuidaba como un lunático incluso le puso tropas completas a su merced, para que la cuidaran en caso de su ausencia.

¿Eso es cierto? ¿Bulma lo hizo cambiar?

—Eso es una locura.

—Yo tampoco lo creí, pensé que solo eran órdenes de cuidar a la hija del general para poder extorsionarlo, pero eso se convirtió en algo más y así terminó siendo nuestra Reina.

—Vaya… ¿quién diría que el Rey de la Mafia se había enamorado?