Capítulo 17

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Bulma.

La sensación de que alguien me está observando se apodera de mí, volteo a todos lados pero no veo a nadie, camino más rápido.

—¿Adónde vas, niña bonita? —logro reconocer la voz de 18 pero no me tranquiliza para nada— te traje algo, importado desde Italia —una sonrisa maquiavélica aparece en su rostro.

Unos hombres más la siguen y traen a Krilin consigo, lo toman del cuello aventándolo a mis pies.

—¡Krilin! —grito y caigo con él al suelo— ¿estas bien? —pregunto preocupada.

—Sí… —responde preocupado— ¿tú que haces aquí? Me asusté mucho cuando te vi en la subasta de esclavos.

—Es algo complicado —respondo examinado que no tenga heridas.

—Regalo del Príncipe —vuelve a decir 18, todos hacen una pequeña reverencia antes de irse.

—¿De…del Príncipe? —pregunta miedoso.

—He sido secuestrada por él.

—Oh, Bulma, debemos de ser estratégicos, estos tipos no se andan con rodeos y harán lo que sea para sacarnos información —me alerta.

—Lo sé, te diré un secreto ¿okey? —susurro y asiente— estoy tratando de enamorarlo para después poder escapar —le guiño un ojo segura.

—Estas bromeando ¿verdad? —pregunta incrédulo dándose una palmada en la cara— estas totalmente loca si crees que él se enamorará, primero te mata antes de enamorarse, te lo aseguro.

—Es nuestra única esperanza de escapar —apoyo mi mano sobre la de él— estamos juntos en ello.

—Hagámoslo entonces.


***

Tengo que explorar el territorio del enemigo, me escabullo sigilosamente por la parte norte del Palacio.

Hay guardias por todas partes pero todos muestran respeto ante mi.

《Raro》

Una puerta de hierro llama mi atención, intento entrar pero solo se puede con una tarjeta. Espero a que alguien pase y rápido lo sigo sin ser vista.

Me escondo entre las mesas metálicas, es como una especie de laboratorio y los veo: los científicos locos que son buscados en más de cinco países, sus experimentos no eran para éticos.

Sigo paseando mi vista, contiene todo lo que tiene que tener un laboratorio: instrumentos, máquinas, muebles, aparatos, etc.

Veo como uno abre una cortina donde hay varias personas atadas.

—Prueba doce de la semana —dice cerca de una grabadora— sujeto a prueba: hombre de veintidós años de edad. Iniciando experimento —le da un asentimiento a un guardia, este rápido agarra la cabeza del sujeto abriéndole la boca contra su voluntad.

Introduce una pastilla azul… ambos esperan la reacción de este hombre que es instantánea, sus ojos se vuelven completamente negros, las venas se le saltan, sus músculos se engrandecen, se vuelve loco… avienta lejos al guardia y al doctor, se desata como si fuera lo más fácil del mundo y comienza a destruir todo a su paso.

—¡Deténgalo! —grita otro doctor.

Muchos guardias llegan con armas de fuego pero no es suficiente para matar al hombre con fuerza sobrenatural, asustada comienzo a correr de regreso pero las puertas no abren, las comienzo a golpear con mis puños como si eso sirviera de algo.

—¡Ayuda! —grito lo más que puedo.

Los gritos y disparos se escuchan a mi espalda. No debí haberme metido aquí.

La puerta se abre pero soy empujada por un ejército de escoltas, rodean al hombre que fue usado como experimento y lo someten.

—Señora mía, no debería estar aquí —dice una chica que está vestida de la armadura Sayayin, me ayuda a levantarme.

—Estaba… explorando —me excuso nerviosa.

—Le avisaré al Príncipe que está aquí.

—No, no —la detengo antes de que hable a través de su Rastreador— yo… iré con él.

—Creo que eso no es necesario —dice y la miro confundida— el Príncipe está entrenado.

Volteo y en efecto, está entrando al laboratorio con toda la arrogancia posible, camina con seguridad, sin ver a nadie, todos se inclinan ante él.

《Aquí se toman muy enserio la realeza》

—¿Qué es todo este escándalo? —pregunta enojado.

Un hombre da un paso al frente, es el mismo doctor que le dio la pastilla al pobre hombre.

—Lo siento, Príncipe Vegeta, estábamos haciendo experimentos y se salió de control —
—¿Estaba aquí cuando ocurrió el incidente? —no me pregunta a mí aunque no deja de mirarme.

—Sí —apenas es audible la respuesta que le dan.

—Mátenlo —sentencia dirigiéndose al científico que retrocede petrificado.

Dos hombres lo toman de sus extremidades inmovilizándolo, una mujer se acerca y le rompe el cuello.

—¡Cualquiera que ose poner a su Princesa en peligro será ejecutado en seguida! —sentencia y nadie rechita.

Mi corazón se acelera, han matado a ese pobre hombre sin ningún tipo de piedad ¡por mi culpa!

—¡Largo! —todos obedecen enseguida.

《Su palabra es la ley》

—Yo… solo quería… conocer —me excuso con la mirada en el suelo.

—No quiero que te pongas en riesgo —dice levantando mi mentón.

—Lo siento —volteo a ver al hombre que está muerto en medio del laboratorio, el miedo me invade.

Él voltea a ver el cuerpo leyendo mi mente.

—Él tuvo la culpa —dice— no obedeció mi orden de protegerte.

—No entiendo todo esto —confieso— ¿su Princesa?

—Te lo explicaré en la noche, cenarás conmigo —abro la boca para protestas pero rápido me interrumpe— y no acepto un no como respuesta porque no te estoy preguntando —cierro la boca enseguida.

—No iba a decir que no —respondo.

Volteo a ver una vez más al hombre muerto ¿eso podría pasarme a mí?


***


Me pongo un vestido largo blanco, hace juego con la noche, Pink me guía al jardín cerca de la piscina donde hay una mesa con dos sillas hay velas alrededor.

Tomo asiento y el pelinegro llega en cuestión de segundos.

—¿Es una cena?

—¿No es obvio? —responde tomando asiento.

Pink junto a otro hombre que está vestido de mesero nos destapan los platillos que se ven deliciosos, sirven vino en nuestras copas y también agua en unos vasos de vidrio.

—Bien, ¿me explicarás? —pregunto llevando la copa de vino a mi boca.

—Te casarás conmigo —me atraganto ante sus palabras— la boda será en un mes.

—¿Qué?

—Lo que escuchaste.

Toma mi mano colocando un aniño de compromiso.

—¿Y si yo no quiero esto? —preguntó sin salir de shock— ¡es mi vida! ¡tengo que elegir yo!

—Nena, tú me perteneces —dice burlándose de mí.

Como si mi opinión no contará en lo absoluto.

𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 𝑱𝒂𝒑𝒐𝒏𝒆𝒔𝒂 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora