Capítulo 35

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Vegeta.

—Ordena que vengan aviones de ataque —le ordeno a Nappa que enseguida asiente.

Tengo que estar precavido por si quieren volver a atacarnos ahora que estoy débil.

—Están llegando muchos enemigos, las calles están inundadas de soldados, además tenemos atrás a la Mafia Roja —se queja Cherry— las municiones se acaban ¿qué diablos haremos?

La miro directamente a los ojos pero no logro concentrarme en sus palabras, no me importa que todos nos quieran atacar, o que cada vez somos menos, lo único que me importa en estos momentos es recuperar a Bulma.

—Busca a Bulma.

—¿Qué? ¿Estas loco? ¡nos van a matar a todos! —me ve como si fuera un completo lunático.

—Te he dado una orden.

—¿Qué sucede contigo? ¿Sabes qué no solo estás arriesgando tu vida? ¡la vida de todas las tropas está en peligro!

—¡Haz lo que te ordeno! —la tomo con brusquedad de la mandíbula para después soltarla con la misma intensidad—. ¡Búsquenla, en todos lados, revisen cada edificio, todos los estacionamientos, si es necesario hasta debajo de las piedras! —ahora me dirijo a todos mis hombres reunidos.

Me siento en el sofá, un sirviente se acerca y me da un vaso con whisky, me bebo de un solo trago todo el contenido, me cargo un humor de mierda.

Derribamos a la mayoría de los enemigos después de que el hecho se hiciera público.

—No sé mueva, majestad —pide temerosa Cat que me está cociendo la herida de bala de la pierna.

—Cállate y haz tu trabajo —le respondo enojado— no me tienes muy feliz, tu único trabajo era cuidarla —me altero—, ni ese puto papel pudiste hacer —me levanto de manera intimidante y tomo el arma que está en la mesa con los demás instrumentos quirúrgicos— ahora tienes que morir.

En sus ojos puedo ver el terror cuando le apunto en la frente con el arma, me vale una mierda todo ahorita, galo el gatillo, Cat cae enseguida muerta. Fue su culpa de que Bulma esté desaparecida.

—Limpien esto —demando.

Nappa se acerca, esta herido pero sabe que no puede demostrar debilidad frente a mí.

—El apoyo viene en camino —dice, en su voz puedo notar el dolor que le causa estar de pie con las costillas rotas.

Lo ignoro y paso de largo.

Entro al salón donde están todos mis soldados heridos, unos mueren en el proceso de recuperación.

—Rey Vegeta —me llaman—, t…tengo información… —se queja— sobre la Reina.

Camino hasta Raditz que está gravemente herido.

—Habla.

—Había una mujer… una muy joven —habla con dificultad— a…ambas se dirigieron al garaje… y… —sus ojos se van cerrando pero lo agarro del cuello sacudiendo.

—¡Termina de hablar, insecto! —lo muevo bruscamente pero es inútil. Ha muerto.

《Que mierda, mi única pista ha sido un completo idiota》

No sé que hacer, tengo mil cosas por resolver pero mis pensamientos están en Bulma. La idea de que este muerta no abandona mi mente, porque si es así, sé que es mi culpa. Debí escucharla cuando dijo que quería vivir alejada de todo esto.

El dolor de cabeza crece a cada paso que doy, entro a mi oficina, aún sin sentarme cojo la botella de licor dándole tragos largos y profundos, no me importa el ardor que causa en mi garganta… solo quiero recuperarla y tenerla a mi lado.

Seis meses después.

Llegamos a la Isla Bejīta, odio la sensación de soledad que invade mi pecho.

—Esperamos órdenes, jefe  —pide Nappa.

—Encárgate de ello.

No estoy para lidiar con problemas en este momento, de hecho, no creo estar listo en ningún momento.

La búsqueda de mi Reina no dio frutos, en ninguna instalación gubernamental hay rastro de ella.

Odio darme por vencido, pero también es agobiante.

Me dejo caer en el trono, y recargo mi cabeza hacia atrás, los sirvientes vienen a atenderme, terminan de hacer su labor y antes de que se vayan, colocan una toalla húmeda en mi rostro.

Levanto un poco la toalla tomándome con Nappa.

—¿Qué quieres? —pregunto malhumorado.

Rápido se arrodilla en la alfombra roja e inclina su cabeza.

—Solo quiero su permiso para enterrar a Raditz en Marruecos, él siempre deseo eso —pide aún con la cabeza inclinada.

—Haz lo que quieras, pero solo sal de mi vista.

Asiente ante mi petición y se marcha, esto es un completo desastre.

Los días se tornan grises y solos, estar aquí me da jaqueca, odio sentirme así y más por una mujer… una linda mujer de cabello azul.

《Vamos, Vegeta, contrólate, puedes liderar con esto y más》

Tengo que hacerlo, seguir adelante… aunque me sea imposible.


***


La toco, la toco como nunca antes he tocada a alguien. Me embriago del aroma que desprende su piel blanca, paseo mis manos por todo su cuerpo, deleitándome de su suavidad.

—Te amo —me dice viéndome fijamente a los ojos.

Sus ojos zafiros me confirman lo que me ha dicho, sonrío ante sus palabras.

《Te amo》

Vuelve a besarme con fervor mientras acaricia mi espalda con intensidad, la tomo se la cintura atrayendo la más a mí, no quiero que se aleje nunca.

—Nunca te vayas —digo con imponencia.

—¿Qué pasa si me voy? —pregunta en medio del beso de manera juguetona.

—Te encontraré —aseguro.

La tomo de la cadera y la recuesto en la cama sin dejar de besarla, mi mano viaja hasta su trasero, lo entrujo, deseando a mi mujer. Coloco su pierna atrás de mi cadera mientras hago movimientos como si la estuviera embistiendo.

—No sabrás dónde estaré —creo que esta conversación la está divirtiendo.

Beso su cuello con intensidad, marcando la, quiero que todo el maldito mundo seña que es mía, solo mía.

—Lo sabré.

—Claro que no ¿cómo podrías saberlo? No es como si fueras mi dueño —se ríe.

Me alejo un poco, contemplo sus labios levemente hinchados antes de decir:

—Nena, tu me perteneces.

Despierto con brusquedad incorporándome en la cama. Esto es una completa mierda, bajo la mirada encontrándome con una casa de campaña debido a mi erección.

《Esto debe ser una broma》

No puedo quitarla de mi cabeza, por más que lo intente no puedo. Me dejo caer en la cama colocando mi brazo sobre mi rostro.

Debo de aprender a controlarme… debo de olvidarla, ni siquiera sé si está viva… estos pensamientos me están matando, tengo que seguir… sin ella.

“Tú eres el tornillo que le faltaba a mi cabeza y, por desgracia y como era de esperar, lo he perdido"

𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 𝑱𝒂𝒑𝒐𝒏𝒆𝒔𝒂 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora