CAPÍTULO 8 "¿Por qué ese beso?"

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Primero nos hicimos amigos y de amigos a mejores amigos que íbamos juntos a todos lados, ella me acompañaba al gimnasio y yo a ella a la facultad.
Me sentía muy cómodo estando con ella y de seguro ella conmigo, me confiaba todo hasta puedo decirte que un día me pidió opinión de un bikini que se había comprando para el verano, se había cambiado delante mío estando solos los dos en su hábitacion y sin vergüenza alguna con total normalidad. Teníamos mucha química con ella y con su familia pero solo me faltaba llevarme un poco mejor con Eneas pero nunca pensé que ese fuera a ser el problema.
Recuerdo el día en que tuvimos sexo por primera vez. Cansado volvía de la facultad, ella no había ido porque se sentía mal y todos habían salido. Doña Irina con Titi se habían ido a la escuela porque tenían reunión de padres y no llegarían temprano, Don Sebas estaba en el trabajo y llegaba tarde, y Eneas no sé dónde andaba pero no estaba así que ella no quería asustarlos y hacer que se preocuparan por una estupidez (supuestamente), yo de parlanchín me decidí ir a verla. En parte siempre después de la facultad me iba a su casa de todos modos ya se me estaba haciendo costumbre.

Cuando llegué, toqué el timbre y no dejo pasar segundos que abrió la puerta y se me trepó encima mientras nos largamos a reír de su actuar infante que me agradaba muchísimo. Caminé para adentro de la casa con ella en mis brazos y cerré la puerta con el pie puesto que no podía con las manos.
Me acuerdo clarito lo que me dijo mirándome a los ojos apenas nos sentamos en el sillón continuados en aquella posición mirándonos a los ojos.

- ¡Espera Nano!, ¿qué tenés en el ojo? - me besó de prepo. Le sonreí y le pregunté para saber su respuesta.

- ¿Por qué ese beso? - dije a propósito.

- No lo pude evitar, desde ese día que llegaste a casa por un trabajo me gustaste.
Entonces no la deje hablar pues la volví a besar y recostados en el sillón la remera me empezó a sacar. Poco a poco nos comenzamos a desnudar como pudimos hasta quedar en ropa interior. Llevándome hasta su habitación de la mano, me tiró a la cama y el cuello me besó cruzando su pierna sobre mi abdomen mientras yo la tomaba de su pequeña cinturita que encajaba perfecto para mi.
Después tuve el mismo ritmo de despertarme tarde y medio dormido. Me levanté y estaba solo en su cuarto, por un momento me moría de miedo porque pensaba que alguien me estaría viendo o que en cualquier momento entraria su hermanito o su mamá y me verían ahí todo en bolas, pero no fue así, simplemente ella entró con una bandeja en la mano y con una sonrisa que hizo que yo también le sonría sorprendido.

- buenos días - dijo sentándose al lado mío.
Estaba tan boleado que me había quedado mirándola con una cara de boludo y despeinado por un rato y después de que me besara reaccioné, así es, hasta el desayuno me sirvió y encima en la cama sin ninguna necesidad. "Dios mío esta mujer", pensaba en esos momentos.

- En estos momentos quiero comerte otra vez chiquita - dije mientras le apreté los cachetes, ella se quedó mirándome con una trucha, los ojos abiertos y sin pensarlo la besé un par de veces en toda la cara hasta el cuello que largó una carcajada y en la cama declaramos nuestro amor.

Valentina era todo para mí, era la mujer de mi vida, ella me hacía feliz.
Su familia me caía muy bien y a ellos al parecer yo también. Eneas me re copaba solo que era muy celoso, pero no me molestaba porque yo en su lugar creo que haría lo mismo. Don Sebastián parecía mi papá, con él pegamos honda rápido el primer día. Doña Irina era mi segunda mamá, a ella le encantaba verme ahí en su casa y Titi me recordaba a Joaco cuando me peleaba mientras jugábamos a la Play.
Más feliz no podía estar, tener dos familias fué lo mejor que podía pasarme que lo malo no tenía lugar en mi vida.






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Se vienen cosas nuevas!... ayúdame a compartir si te gustó mi novela!

Mira el siguiente capítulo!

Besos 💋

DIME QUE SOY UN PSICÓPATA© ✔️[Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora