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Segunda Temporada
Las causas y razones obvias por las cuáles he hecho lo que hice me han provocado desahogo y posibilidades de controlar mucho mejor mis sentimientos, todo por el capricho femenino de la persona que alguna vez fué mía o nunca ha dejado de serlo. Lo importante es que todo lo que me he planteado hasta el día de hoy desde el día en el que ingresé al hospital, ha sido un éxito con respecto a mis planes.
Estos últimos meses dediqué mi tíempo a conseguir todo lo que mi mente me decía y a obedecer sus palabras que claramente tenían una obvia razón para hacerlo. Lo que si me negaba a limitar mi labor o me había costado hasta cierto punto fueron algunas personas que jamás podrán reconocer mi identidad, ni tampoco saber a quién informarle mi personalidad oficial.
Traté de ser comprensible en casos inútiles y por más que lo intentara era imposible llegar a un acuerdo, es que las súplicas hacían más cínica la escena. Tarde o temprano iban a comenzar a soñar o a padecer de arrepentimiento celestial inalcanzable e inexistente. Culpa será lo primero que llegarán a tener aquellos que han predicho que los esquizofrénicos somos psicópatas.
La persona Esquizofrénica no mata, tiende a observar y presenciar la realidad y conforme a eso tiende a conducirse, en cambio, la persona criminal o más bien, psicópata, tiende a no tener empatía o algún sentimiento de culpa. La única concordancia que podría existir entre estos trastornos es que tanto el Esquizofrénico como el psicópata tienden a analizar a los comportamientos y hasta a veces a desaforarse dejándose de lado la realidad.Hace un mes me detectaron oficialmente que tengo trastorno esquizofrénico, primero escuché a los de guardapolvo blanco analizar mi cerebro muy delicadamente cuando estaba acostado desnudo en medio de la sala iluminada. Sobre mí tenía apenas una manta celeste que cubría todo mi cuerpo que temblaba ligeramente sin reconocer el porqué, acostado y desnudo me sentía cómodo porque las enfermeras estaban cerca y ellas se encargaban de cambiarme y trasladarme a mi habitación cuándo el daño que me hacían los de blanco finalizara. Mientras tanto al esperar observaba apreciadamente mis testículos y trataba de recordar cuándo fué la última vez que había ido al baño y también cuándo habrá sido la última vez que habré tenido relaciones sexuales.
Mojé mis labios y volví a mirar el blanco piso de arriba, tenía sueño así que me ganaban los bostezos, y aúnque no podía moverme hasta que el sonido dejara de atormentarme, yo me negaba a seguir estando ahí puesto que al respirar profundamente de lo cansado que estaba de tanto estar quieto, se acercó a mi lado con la silla de ruedas y mi pijama.- tardaste mucho - rodeé mis ojos mirando a los de guardapolvo blanco que seguían discutiendo con ganas y ya me había puesto serio con tal sólo tenerla a mi lado y de falda corta. Pensaba que a lo mejor era para provocar una reacción en mí pero yo sabía que su actuar era innecesario para mí placer. La atracción femenina había desaparecido.
- lamento eso, ¿podrías ayudarme con la pijama? - no quería mirarla directamente a los ojos ya que me daban dolor de cabeza porque se encontraba en dirección a la luz, así que miré hacia adelante y con apenas un movimiento de labios respiré normalmente escuchando las voces de nuevo.
- no lo conseguirás.
Un guardapolvo blanco caminaba en dirección a la puerta por dónde había entrado la femenina. Al verlos conversar juntos en la puerta de entrada me di cuenta que había dejado de temblar y entonces cerré mis ojos porque la luz los quemaba. Las voces me decían que querían y necesitaban descansar pero que ese no era el lugar indicado sino más bien reposar sobre los corderos muertos en dónde estaban las sombras en las cuatro paredes.
Al abrir mis ojos el guardapolvo blanco hablaba con el guardapolvo azúl y mientras yo estaba siendo examinando por las femeninas de falda corta, mi mente iluminaba las palabras y los sucesos ocurridos hace un mes aproximadamente cuando el oficial me cuestionaba con muchas ganas e insistía constantemente que hiciera memoria y que le confesara lo que pasó el día después de la boda de mi único y verdadero amor, Valentina.
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DIME QUE SOY UN PSICÓPATA© ✔️[Completa]
Novela JuvenilVOLVÍ A NACER DE 14 A 18© Mariano es un adolescente de 18 años que sufre de un trastorno esquizofrenico el cuál desconoce, y debido a eso es que su vida se vuelve más complicada de lo que ya es. Sin importar que continúe, él termina de arruinarlo to...