CAPÍTULO 22 "Extraña Sensación"

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  Las personas con las cuáles estaba compartiendo fiesta tenían la mente ida al igual que yo, pero no tanto como yo, creo que no eran lo suficientemente fuertes al decidir querer beber una bebida sumamente alcohólica y solo bastaba con mojar los labios y fingir estar embriagado y decir boludeces para caer bien. O si no es cierto me gustaría saber cuál es el argumento perfecto para desmentir mi propuesta a mis palabras heróicas y reales pues desde ya podrías ir haciendo la idea en que físicamente somos así y no como creemos o llegamos a creer, es por eso que en los boliches o clubes o bares bailables o fiestas clandestinas el setenta por ciento de la gente tiende a no estar completamente embriagado o bueno podría más bien ser un sesenta o mejor un cincuenta ya que literalmente no son tan idiotas como la mayoría de las veces pensamos que así lo es. Cuestión que básicamente a lo que quería llegar es que estábamos en la casa de un amigo y fue mi amigo quien se había olvidado que estaba ahí, pues era el más ebrio después de su novia y de Frank, pero Mauro, Valentina y yo si habíamos bebido bastante pero no tanto como para no poder permanecer quieto o de pie por más de cinco segundos y era lo que mi amigo y su novia habían espectaculizado.
  Luego de haber terminado de jugar aquellos juegos peligrosos tal como lo había dicho Valentina, al decir que no quería jugar, así terminó el juego al igual que todos en la sala de living. No puedo recordar bien el número de tiempo que pasamos de estar sumamente ruidosos y molestos a quietos y tranquilos pues para ser honesto creo que literalmente para las parejas, la fiesta era divertido porque bastaban con ellos dos para pasarla bien, pero no para los que estaban solos como Frank y Mauro aunque no sé muy bien si estaban aburridos o no; con ellos el grupo completaba hasta ese entonces pero no obstante quisimos o mejor dicho era necesario agregar a más o bueno a cuatro personas más y sin darnos cuenta pasamos de ser solo Valentina y yo a ser díez más puesto que en algún momento fueron especiales en mi vida y saber que ellos estaban ahí me daba fuerzas para seguir luchando contra el sistema. Entre ellos estaba Gabriel quién era el dj y el más serio del grupo que solo se la pasaba pegado al celular, literalmente todo el tiempo. Pero dentro de su ser sometido nunca dudé en presentir que escondía un secreto. Quizás por eso nunca llegó a realmente formar parte del grupo.

  Estábamos bailando con la música y el dembow a todo lo que da, tomando cerveza y demás bebidas fue entonces cuando el vehículo se detuvo en la vereda y tocó bocinas a lo loco, es que, al sentir aquello salimos unos pocos a ver quién era o quiénes o que ocurría pero de haber sabido que eran Melissa y el musculoso Jordi no les habría dado la bienvenida porque si que esos dos eran una bomba. Luego a cada gota del grupo llegaban personas que hasta el mismo dueño de casa no conocía pero de alguna manera decían conocer a mi amigo y como la casa de Alejo era espaciosa pues bienvenidos sean. Completamente el living estaba repleto de personas hasta en el garaje, personas que no parecían querer hacer ningún daño simplemente bailar y pasarla bien como todos en su cumpleaños. Alejo y Maggie bailaban a lo que da el Reguetón con el mix o de vez en cuándo la electrónica, música para locos decía mi mamá. Frank y Mauro estaban como unos totales vírgenes jugando al play o bueno no tan vírgenes si tenían a chicas jugando con ellos o bueno no lo sé sólo se que Valentina y yo estábamos en la cocina esperando que salgan nuestras pizzas del horno ya que por momentos nos había dado hambre de tanto beber pues éramos conscientes que en cualquier momento íbamos a ser los vomitones pero en ocasiones así todo te chupa un huevo literalmente.

  Nuestro amigo Jackson a pesar de ser un pesado y burlón también era cantante a lo Beyonce, básicamente Alejo había husmeado su biografía y vió que manipulaba bastante bien la guitarra, el bajo y hasta el piano. Verdaderamente seductor para las mujeres al escucharlo cantar pero no eran las mujeres quiénes le atraían sino uno solo llamado Mauro pero eso nadie lo había notado o él no lo hacía notar. Nuestro amigo era bisexual y en esos momentos no lo sabíamos, era lo poco que lo comenzaba a conocer.
  Alejo de muy metiche lo sonrrojó ligeramente ante toda la juventud que bailaba en la sala pues nunca notamos que había conectado el micrófono y tampoco que su madre daba clases de música para lo que tenía el privilegio de poder hacerlo cantar sin problemas pero lo que tenía Frank, es que, era tímido o bueno no cuando tomaba confianza como ya la tenía con nosotros.

DIME QUE SOY UN PSICÓPATA© ✔️[Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora