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Abrió la puerta en par en par y se fué corriendo pues cuando salí del baño siguiéndola hasta alcanzarla en el largo pasillo blanco ya se había calmado el escalofrío de momentos anteriores. Hasta retomar mi reacción desesperante al saber que se había ido llorando pues no quería perderla ni tampoco debía haberle gritado ni tratado de la forma en la que la traté. De un solo impulso me levanté tornando mi cara presionada en dirección al suelo blanco a la de asustada al abrir mis ojos y tragar saliva cuando me dí cuenta que se había ido y aún permanecía llorando en el suelo blanco. El ruido de los vanz al raspar en patinoso piso fué lo último que escuché al saber que me encontraba fuera de aquel blanco espirituoso baño de hospital.- ¡VALENTINA! ¡ESPERA! ¡ESPERA!,¡ESCÚCHAME! - milagrosamente pude tomarla de los brazos.
- ¡SUÉLTAME! DÉJAME TRANQUILA! - gritó con la voz quebrada.
- ¡Escúchame por favor! - suplique.
- ¡NO! ¡DÉJAME SOLA! - la detuve con una sola mano pues la hice volver hacia mi lado.
- ¿En verdad quieres eso? - afirmé cuando la tenía sujetada con mis manos puestas en su cintura apoyada a mi cuerpo mientras ella trataba de quitarse de mi haciendo fuerza con sus brazos.
- ¡Si! ¡Tu no me quieres! ¡Así que suéltame! - se movía fuertemente pero aún así no la quise soltar.
- ¡No! - negué con la cabeza - No voy a soltarte que te quede claro... No hasta que me escuches - rodeo los ojos pues permanecíamos con los ojos lagrimosos.
- ¡Yo siempre te he tratado bien siempre estoy contigo acompañándote! ¡Lo único que quiero es que estés bien! ¡¿No puedes entenderlo?! - elevaba la voz cuando la solté y se apoyó en una pared con la mirada hacía arriba mientras sus lágrimas caían por su mejilla. Busqué tranquilizarme al oír sus palabras.
- Mira... no quise tratarte así, no quiero pelear contigo y menos cuando más te necesito... te traté mal y no supe valorarte, siempre estás ahí para mí apoyándome... yo solo soy un estúpido idiota que no lo ve - me acerque hacía ella poniéndome en frente para buscar su mirada - ¿me perdonas? - murmuré con lágrimas en los ojos mirándola fijamente. Luego de unos segundos me miró a los ojos y soltó aire.
- Todo lo que hago... lo hago por una sola razón... porque Te amo Mariano - junté mis labios con los suyos y la besé suavemente.
En eso llegó el Doctor Baeker y dijo que tenía que hablar conmigo sobre mi madre, los cuidados del hospital y el traslado de habitación por lo mucho que había avanzado su enfermedad ya que empeoraba por etapas.
Dijo que no tenía mucho tiempo de vida y que debían cambiarla de habitación porque su enfermedad avanzaba peor y querían "mejores cuidados"para mí madre pero que necesitaban sacarla de la habitación.- Verás, los déficits de memoria en esta etapa son graves y, a menudo, los pacientes olvidan datos importantes que afectan su vida cotidiana, como su domicilio o número de teléfono... Mariano es posible que no puedan identificar dónde se encuentran o qué hora del día es... La progresión de la enfermedad puede variar según cada persona, por eso los familiares y proveedores de cuidados deben conocer las etapas típicas que tienen lugar durante la progresión... Tus padres han tardado demasiado tiempo en decirnos lo que tenía tu madre - explicó al encogerse de hombros.
- ¡Maldita sea! - renegue.
- Es un camino difícil de transitar tanto para la persona que padece la enfermedad de Alzheimer como para sus seres queridos, aunque saber qué esperar puede ayudar a aliviar parte del estrés y la incertidumbre - afirmó.
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DIME QUE SOY UN PSICÓPATA© ✔️[Completa]
Teen FictionVOLVÍ A NACER DE 14 A 18© Mariano es un adolescente de 18 años que sufre de un trastorno esquizofrenico el cuál desconoce, y debido a eso es que su vida se vuelve más complicada de lo que ya es. Sin importar que continúe, él termina de arruinarlo to...