CAPÍTULO 24 "I hate me too"

57 3 2
                                    

.

.

.

Segunda Temporada

2:50 de la mañana, cuándo aún estábamos despiertos en la cama al quedarnos hablando un rato después de terminar de comer la pizza de pepperoni que habíamos encargado, la señora Irina tenía invitados importantes por la mañana y quería tener todo en orden para no hacerlo a las apuradas mañana. Se trataba de una reunión de trabajo, según para ella era importante y no quería perder tiempo, es decir, quería quedar bien con los jefes. Cuándo llegamos a la casa nos topamos con toda la sala dada vueltas osea la señora Irina estaba decidida a cambiar los sillones y los muebles por unos nuevos, quitar los cuadros y el tapete, en pocas palabras, estaba renovandolo porque era un quilombo el ver a los hombres colocar los nuevos estantes y muebles que había comprado. Mientas Estefanía preparaba la comida, estaba a full en la cocina y debido a eso nos pusimos a ordenar un poco para acelerar la mudanza.

- Bienvenidos chicos, por favor me encantaría que me disculparan por no poder atenderlos es que estoy demasiado ocupada con la comida para mañana - habló nerviosa.

- No tranquila Estefanía, no pasa nada - afirmé.

- Tranquila no tenemos hambre - asintió.

De la mano me tomó para dirijirnos a su habitación pues quería cambiarse de ropa pero la detuve indicándole con la cabeza que fuéramos a ayudarle a su madre que estaba demasiado preocupada pues después de rodear los ojos obedeció. No estaba mal en un principio pero luego se tornó agotador porque debíamos mover muebles, bueno no tanto Valentina ya que no la dejaba hacerlo sólo se encargó de colgar unos cuadros y acomodar los libros en el estante pero los hombres habían hecho gran parte y yo quería ayudar.

- ¡Por favor los muebles que estan en el garaje no los desecharemos literalmente sino que necesitaría que los llevaran al sótano! - nos miró y negó con la cabeza.

- ¡Eu amigo ayúdame con ésto! - grité.

- ¡No, no, no Marianito! ¡No hagas eso para eso están los muchachos, déjalo! - regañó.

- ¡Por favor Irina! me sentiré mal si no colaboro - insistí. Me miró y después acepto.

- Okey está bien ¿sabes? ponganlo al lado de la canoa - indicó.

Para ser sincero no era para nada liviano pues el sótano, como ya saben, estába debajo de una habitación de la casa, justamente debajo de las escaleras. Es que jamás había entrado en este lugar de la casa porque el lugar que más conocía era la habitación de Valentina y después la cocina o el patio interno. Tampoco Val me había contado que tenían un sótano pero es que era enorme, prácticamente abarcaba gran parte de la casa y como me lo imaginaba estaba empolvado, lleno de muebles y otras cosas.
La canoa estaba prácticamente en la entrada así que no teníamos mucho que caminar o buscar, era de Eneas porque la etiqueta con su nombre lo decía todo. Al entrar me puse de curioso puesto que el chico con el que había llevado el sillón se volvió hacia arriba dejándome completamente sólo. Por momentos las lámparas parpadearon cuando caminaba delicadamente observando sus cosas pues el cuadro apoyado sobre una caja enorme me llamó la atención porque para ser un cuadro era bastante grande y para ser un cuadro llevaría una foto, la cuál al limpiar el vidrio, ví a una pequeña de chuletas sentada en un triciclo y detrás se veía a una sombra grande. Era negra no se la veía muy bien tal vez por la calidad de la imagen pues era una fotografía antigua pero lo solté de inmediato cuando pegué un salto del susto al oír a Valentina detrás mío.

- ¿Estás de chismoso? - se cruzó de brazos.

- ¡Por dios Val algún día me vas a matar! ¡no vuelvas a hacer eso! - río. Se disculpó.

DIME QUE SOY UN PSICÓPATA© ✔️[Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora