CAPÍTULO 43 "Mente psicópata"

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Segunda Temporada

- ¿Qué pasó?, ¿Acaso ya te enamoré? - abrió sus ojos en la cama.

- Aún no, sólo espero que no sea pronto. Necesito estar soltera por un tíempo.

- Lo harás, todas caen y si necesitas tiempo podré esperarte.

- ¿Pero que dices? - reí.

- nada eso... Que básicamente eres lo que hace que esté de buen humor y que me tengas loco.

- Creo que el que se está enamorando es otro.

- No hace falta que me digas que no, yo de todos modos estoy aquí contigo y lo estaré el resto que la vida me lo permita viviendo para protegerte y quererte siempre.

- Mauro... no se que decir - me sonroje.

- no digas nada, con que me mires y sonrías es suficiente. yo soy feliz a tu lado - Me puso el pelo detrás de la oreja.

- En verdad eres bueno... Y te agradezco que estés aquí ahora - sonrió.

- De eso no tengas dudas.

Nos mirábamos fijo al estar a centímetros encima de Mauro y susurrarnos aquellas palabras pero luego eso terminó en miedo al sentir la voz de Mariano por el pasillo.

- ¡¿VAL?!, ¡VALENTINA AMOR!...¡¿DÓNDE ESTÁS?!...¡¿En qué habitación?!, ¡¿Valentina?!.

- Ay por dios es Mariano!, Mauro ¿que hacemos? - hablé entre dientes.

Abrimos los ojos y nos levantamos asustados. Mauro miró rápidamente la situación y se dirigió al pequeño balcón de la habitación que estába en el piso 96, sacó medio cuerpo por la ventana y miró hacía arriba y luego hacía abajo, con desesperación corrió a ponerle seguro a la puerta y justo en ese momento comenzaron a mover el picaportes con desesperación y tocar la puerta muy fuerte para luego volver a escuchar que gritaba mi nombre.

¡VALENTINA!, ¡VALENTINA!... ¡¿ESTÁS AHÍ?! ¡CONTÉSTAME!.

- Vamos!, debemos salir por ahí o de no ser así entrará - Apuró.

- ¡¿qué?! ¡¿Estás loco?!... No voy a salir como una ladrona! - negué con la cabeza.

- Tendremos que hacerlo, y no lo harás sóla... por favor confía en mí.

Me extendió la mano al tener un pie en el barandal y otro en la habitación y una cuerda gruesa atada al mismo, a lo que tragando saliva reaccioné y lo tomé de la mano para caminar y escapar con él.
Subió el primero cruzándose como cuándo te sientas en un caballo y me ayudó a hacer lo mismo, pisó y controló que todo estuviera bien y seguro para entonces mirar para abajo y caer en el balcón del 95.
Luego volvió a sacar su cabeza y miró para donde estaba yo, a lo que lo miré muy asustada hasta que me dijo que bajara con cuidado. Entonces me asusté cuando sentí que estaban empujando la puerta de la habitación de arriba y me desesperé de tal forma que me agaché y me bajé con miedo sin mirar abajo por nada en el mundo, como consecuencia me calmé un poco cuando sus manos tocaron mi cintura y caí parada con él en frente, debido a eso nos mirámos y me sonrió soltando aire y yo estaba atemorizada.

- ¿Antes habías hecho esto? - tragué saliva.

- Nunca antes, Vamos!.

Me susurró tomándome de la mano pero antes desatandome el nudo de la cintura que me había puesto. Corrió la puerta lentamente y estiró su cuello para comprobar que no hubiera nadie en la habitación, por lo tanto, caminamos lentamente sin hacer ruido y al llegar a la puerta de salida, detrás de nosotros sentimos una voz infantil.

DIME QUE SOY UN PSICÓPATA© ✔️[Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora