DIME QUE SOY UN PSICÓPATA© ✔️[Completa]

CAPÍTULO 37 "Palma de Mallorca"

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Segunda Temporada

- La Romántica: Géminis. Eres muy buena con tus amigas, las quieres y las cuidas mucho; Te gusta estar cómoda, no te gustan los escotes ni la ropa ajustada; Un sábado a la noche prefieres estar viendo tu serie favorita en casa o leyendo un libro, a estar en un boliche.
No te gustan las peleas, ni el contacto físico; No confías fácilmente en las personas.
Te da miedo que te saquen de tus lugares de confort.
Crees en el amor, en el chico ideal, el príncipe azul, en que existe la media sandía, con quien te vas a casar y vivir feliz para siempre.
No te gustan los boliches, te sientes incomoda en lugares con mucha gente, no te gusta que las personas se te acerquen, ni el contacto físico.
No fumas, no tomas y no entiendes porque los otros lo hacen. Te cuesta mucho trabajo socializar con gente nueva, pues eres mega extrovertida; sin embargo, eso le llama cañón la atención a los niños, pues les resultas un tanto misteriosa.
Simplemente así eres tú... única e inigualable.

Frank nos leía los signos del zodíaco a cada uno. Él creía en todos esos tipos de cosas locas y absurdas como son el tarot o los médium o ese tipo de cosas espirituales que solo son circunstanciales inventos de las personas turbias que se creen Dios, es que sí, si nos pararamos a pensar bien las cosas o ese tipo de cosas espirituales nos topariamos con un montón de ideas y formas de creer o no. Básicamente es comercio más que realidad ya que la realidad es social en el sentido de la vida basándose en una construcción más bien cultural de las personas inculcandonos valores religiosos que jamás decidímos seguirlos y que solo la realidad social cultural nos dió a conocer. Nunca nos dimos una idea de cómo es en verdad nuestra "realidad" o nuestra " Construcción Social", ya que cuando nacemos, nuestra familia, nuestros padres nos dicen qué es en lo que debemos creer y en lo que no dándote unos ejemplos podría hablarte de los judíos; ellos tienen otro tipo de creencia y si los padres lo son, los hijos deben serlo también; así como los evangélicos, ellos alaban a un Dios que jamás vieron y conocieron y que solo creen en su existencia por una manta manchada con sangre la cual jamás existió o por el simple hecho de que un libro escrito nos diga lo actual, eso nos perturba la mente, pero hay que dejar en claro que estamos para aceptar esas creencias y religiones que nos mantienen cuestionando todo el maldito tiempo acerca de cómo soy en verdad. ¿A qué viene todo esto?, A que debemos hablar más acerca de lo que creemos creer para no creer lo que no debemos. Es lo mismo cuando de pequeño querés un libro y tu mamá te compra un videojuego, cuándo te gusta leer en vez de ir a jugar al patio; o viceversa. Entonces ya no estás siguiendo tus propios valores ni tampoco estás dejando construir tu propia realidad, simplemente sigues los pasos que tú familia quiere darte o enseñarte y eso no es propio estilo sino es seguir un orden.
  Es fascinante hablar de la realidad como construcción social basándose en las religiones aunque en consecuencia estamos hablando de personas dejándose llevar por un instinto o por una cultura ya escrita.
Es fácil decir " Hay que ver para creer", cuando ni siquiera es " Hay que creer para ver". Todo es tan obvio como la realidad actual. Cada uno no piensa lo que quiere, cada uno piensa lo que le conviene pensar. [...]

Astros, 1418. VAN

  Terminó de hablar y de contarnos su aburrida despedida que había tenido con sus padres antes de llegar al aeropuerto y varios de nosotros nos estábamos durmiendo.
Los que seguían despiertos éramos pocos, quizás éramos cuatro y uno de esos éramos Valentina y yo. No queríamos hablar, no íbamos a hablar. Estábamos cansados de tanto esperar en la fila y de esperar a que este día llegue, (bueno en mi caso eso sentía).
Todo iba normal, el avión no tenía señales de que se iba a estrellar así que íbamos a viajar bien durante 16hs aproximadamente hasta llegar al destino soñado y planeado. Esperábamos que todo saliera bien, y por ahora todo iba más que bien.
  Ella se levantó agarrándose del asiento de adelante para hacer impulso para levantarse y caminar por entremedio de los asientos marrones repletos de personas dormidas, hasta llegar a la puerta del baño el cuál estaba ocupado así que se apoyó en la pared a esperar. La miraba constantemente, como de la distancia de nuestro lugar al final del pasillo dónde se encontraba el baño. Ella estaba mirando el techo con las manos atrás en posición de espera.
Miró el techo; miró los pasajeros; miró la ventana; pero nunca me miró, simplemente se mostraba seria alo que entendí, ya que estaba cansada y quizás le había dado sueño.