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Segunda Temporada
Una cuadra antes de llegar al hospital me llegó un email de un usuario llamado "@1418Debby". Solo leí la primera parte de lo que parecía un poema. Realmente desconocía el emisor.
"¿Por qué me llega esto amí?" - pensé con el auto en movimiento.
Bajé el panel pero no quise continuar con la lectura, Valentina me podría estar mirando y no quería que empezara una discusión o peor a hacerme un cuestionario de cincuenta preguntas cuándo en realidad desconocía el emisor e íbamos tranquilos por el avenida así que mejor me quedaba con la intriga hasta que me encontrara solo. Mi mente se quedó con ese email, estaba ansioso, quería saber de quién se trataba pero tenía que abrirlo cuando Valentina no estuviera, a lo mejor estaba exagerando y quizás solo fué equivocado pero de repente me acordé del papel escrito con la letra de molde.
Mientras tanto maquinaba constantemente durante minutos de conducción."¿Será la misma persona o solo es coincidencia?" - pensé.
Estacionó el auto y nos dirijiamos a la entrada del hospital, de ese maldito hospital. Noté a Valentina preocupada y nerviosa mientras caminabamos hacia los ascensores, sabía que no le gustaba para nada entrar a esta heladera llena de personas enfermas o delicadas pero sabía que lo hacía por mí y por mi madre.
En intensivos los médicos, enfermeros y pacientes nos conocían todos, amaban a mi madre y a Valentina, ella era muy servicial con la gente parecía una enfermera más. Nunca obedeció a lo que yo le decía sobre los tratos: "para eso están las enfermeras amor", pero ésta hacía oídos sordos y ayudaba sin problemas. Aunque estuviera asustada no hacía por demostrarlo en ningún momento de lo contrario podía darme cuenta que fingía delante de los enfermos internados por otras enfermedades crónicas que no le permitían salir de aquí.Mi madre estaba ahí en aquella cama con los cables y tubos que le daban respiración, tenía la mirada cansada con movimiento escaso simulando la tristeza que llevaba dentro.
El evitar correr y abrazarla me quitaría la fortaleza y me llenaría de debilidad y haría volver la infancia en mí para tan solo poder correr y abrazarla fuertemente con el temor de que ese abrazo fuese quizás el último que pudiera darle antes de su partida que se aproximaba.
Antes de decir que mi vida se había arruinado, antes debía ignorarla por completo pero la vida lo quiso así, quiso que estuviéramos cuidandonos los dos por durante tres años y unos meses hasta que llegara éste día, el día del quizás tú último abrazo. Tenía la certeza de que no me ibas a dejar solo, de que una mujer hermosa y fuerte me dejabas a mi lado al igual que unos compañeros para levantarme cuando intentara caerme, pero también tenía el temor, ese maldito temor que no quería tener nunca porque sabía que si te marchabas me ibas a dejar aquí, tirando solo de la gran roca la cuál vinimos tirando de la cuerda juntos de lo contrario ya sabes no se puede hacer carrera con la vida. Sólo debes correr hasta que ella decida dónde te corresponde tu meta, tu fin de los momentos para comenzar tu inicio con recuerdos de aquellos momentos en los que estás con vida junto a las personas que la vida te dió como familia y amigos para que estén contigo y así tuvieras una vida feliz a pesar de que esta esté compuesta por pirañas y pleitos. Sino a pesar de todo siempre estuviste ahí, siempre viviste la vida sabiendo lo basura que es y es por eso que estés dónde estés cuando te vayas nunca dejes de recordar, de recordar lo mucho que te Amo. Tampoco olvides que algún día nos volveremos a ver o más bien volveremos a nacer.
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DIME QUE SOY UN PSICÓPATA© ✔️[Completa]
Novela JuvenilVOLVÍ A NACER DE 14 A 18© Mariano es un adolescente de 18 años que sufre de un trastorno esquizofrenico el cuál desconoce, y debido a eso es que su vida se vuelve más complicada de lo que ya es. Sin importar que continúe, él termina de arruinarlo to...