CAPÍTULO 10 "Me encanta verte así"

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  Estaba a media cuadra cuando mi vieja me llamó y por teléfono la noté demasiado asustada.

- Mariano ¿podés venir por favor? te necesito es urgente.

- Estoy llegando ma', tranquila - contesté nervioso mientras comencé a correr. En casa la ví recostada en el sillón pues se estaba durmiendo.

- ¿Ma' que te pasa? ¿Estás bien?- pregunté sobresaltado  por llegar apurado.

- No sé, creo que me mareé… No me siento bien - dijo quejosamente encogiéndose entre hombros.

  A causa de la situación le dije que fuéramos al médico y sin rodeos fue lo que hicimos aunque se negaba la llevé sin pensarlo, pedí un Uber y nos fuimos. En el hospital el médico nos dijo que no era nada grave que podría ser alguna comida que le habria hecho mal pero no quería confiarme en las palabras descuidadas del doctor, para mí no era eso porque ella sabía de esas cosas y se cuidaba con la comida. Nunca se había sentido así por comer algo a menos que no lo haya sabido.

  Estaba intranquilo y asustado, a ella le habían colocado un inyectable para calmarle el dolor de estómago que tenía y para casa nos mandaron luego de terminar con las revisaciones médicas.

- Con eso se sentirá mejor - dijo el médico con las manos en los bolsillos del guardapolvo. Asentí con la cabeza.

- Quédate tranquila ma', con eso estarás mejor… Muchas gracias Doctor - tomándola de los hombros.

Al llegar a casa comenzó a sentirse mejor y eso me aliviaba porque tenía miedo de que volviera a sudar cómo lo había hecho antes o a sentir mareos pero después de pasar una hora ya en la cama estábamos los dos viendo una peli de terror que nos gustaba ver lo paranormal. Aunque yo seguía preocupado y me sentía con un poco de culpa por haber salido y haberla dejado sola. No le daba mucha bola a la película por estar preocupado, hasta que en eso se durmió y la dejé descansar. Entonces decidí tomar un baño y abriendo el grifo del agua caliente ya sin ropa, llamé a Valen y le conté lo que había pasado. Ella se preocupó mucho pues quiso venir a casa pero no la dejé, era muy tarde así que le dije que estaba todo bien para tranquilizarla -en parte no le estaba mintiendo- y puesto a eso nos quedamos hablando durante mi ducha. Había activado el altavoz del celular y lo dejé en el mueble de arriba para que no se mojara, por momentos desconfiaba que mi vieja se despertara por el ruido de la lluvia o por la voz de Valen, pero me quedé tranquilo cuando ví que continuaba dormida en la cama al salir del baño con la bata puesta. La película había terminado sin embargo no quise apagar el televisor puesto que ella tenía el sueño liviano y podría darse cuenta.
  Valentina me comentaba cosas del gimnasio y de la facultad, también me contaba como se habían conocido con su mejor amigo y que quería presentarmelo. Hablábamos de todo un poco pero nunca dejábamos de hacerlo. Siempre que me sucedía algo le contaba o viceversa, eso me gustaba de ella. También saber que se había preocupado por mi madre y saber su actitud al decirme que quería venir a casa a altas horas de la noche por el simple hecho de ser mi mamá. Me di cuenta que comenzaba a amarla más porque todo lo que ella hacia y decía estaba bien, y lo hacía con amor y cariño.
  Ella y mi vieja me calmaban, me hacían sentir que todo iba bien. La verdad era muy afortunado al tenerlas conmigo, la vida no era del todo mala para ser sincero, jamás pensé que una día iba a darme cuanta lo mucho que aún las amo.

  6:00 AM la alarma sonaba, tenía que ir a trabajar. Me abrí en la cama bostezando con la cara arrugada y los pelos parados, no quería levantarme pero milagrosamente tenía un trabajo. Me incliné en la cama mirando la ventana que estaba abierta en par en par con esa luz brillante del sol que al apreciarlo te das cuenta que va a ser un día estupendo. Me senté, rasqué mi cabeza y me tapé la cara con las dos manos al quedar encorvado para despertarme. Mi madre tocó la puerta y como permanecía abrierta puesto que no tenía necesidad de cerrarla porque vivíamos solos, entró a la habitación con medialunas calentitas dándome los buenos días, debo aclarar que amaba que me despierte así pues le sonreí y ella respondió con lo mismo.

- Me encanta verte así - sonrió.

- ¿Cómo así? - frunció el ceño sonriente.

- Hermosa como siempre y con esa sonrisa - se acercó y me dió un beso en la frente - Hay facturas con dulce de leche - sonrió sin mostrar los dientes, sonreí. Son mis favoritas. Se volteó y desapareció por las escaleras.

Respiré aliviado mientras me tumbé de nuevo sobre la almohada caliente pero no dure mucho acostado que voovi a mirar la hora y me levanté. En el baño me lave la cara y los dientes, orine y salí al armario por el equipo. En la cama lo tendí para buscar mis botines negros, me puse una remera blanca y un shorts y bajé. En la cocina preparé café y mamá había comprado facturas con crema y dulce de leche. Siempre en las mañanas no faltaba el progama de televisión preferido de mamá, "TN o Todo Noticias", cómo quieran llamarlo, en dónde mientras desayunábamos teníamos que apreciar los crímenes y robos de las madrugadas al igual que las noticias maldichas del clima que la mayoría de las veces no le acercaban o quizás como siempre le decía a mamá, "no pueden jugar con la naturaleza, ella siempre les hace el contra", pues tenía razón. Mi parte favorita era cuando debían pausar e continuar las publicidades, me gustaba cambiarle de canal hasta que volviera del comercial, le molestaba ver ESPN a las seis de la mañana y más cuando tenía que ver hombres partirse la cara en un combate de lucha libre o tener que traducir su habla puesto que no eran latinos los participantes y por eso traducian sus voces. Decía que la musculatura a "La roca" le impactaba ya que se pueden apreciar claramente los músculos humanos y eso es desagradable, pero quién con sus gustos. Así eran todas las mañanas con mi madre, solo con el ruido de la televisión y los vehículos correr por la cuadra, era placentero el olor a café con medialunas de dulce de leche que inundaba cada vez que abría los ojos al despertar.

  Al terminar el café y la última medialuna mi mamá se quedó mirando la televisión y esta vez un canal de cocina-tipico para una señora llamada mamá-en la percha colgaba mi campera de grafa y me cambié pero antes levantando los brazos me rocíe con Rexona en las axilas, luego desconecté el celular que lo había puesto a cargar la noche anterior después de terminar de decirle o mucho que la amaba a Valentina.
Ya estaba casi listo solo debía tomar algo de plata del armario y acomodarme el pelo que aún estaba despeinado, al finalizar mi retoque de cinco minutos en el baño, hice un rápido análisis y me fijé que nada faltara entonces tomé las llaves de casa y volví a bajar antes de hacer la cama. A mamá la tome de las mejillas y le di un beso en la frente, tomé mi mochila y caminé a la parada del bondi que quedaba a dos cuadras de mi casa y en el treinta y dos me subí.

Estaba cruzando el Avenida cuándo me encontraba a unos metros de mi glorioso trabajo y el celular vibraba en mi bolsillo, era Valen que me estaba llamando para decirme que se iba a mi casa a estar con mi mamá y que me quedara tranquilo. Ellas estarían bien.

- Gracias amor por estar conmigo siempre, sin ti no sé que haría. Te quiero mucho -colgué y crucé la calle, luego entré guardando el celular en mi bolsillo mientras acomodaba mi mochila.











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