One shots (Multifandom)

37. Spencer Reid (1/3)

Nota: Posibles spoilers, imaginemos que Derek y Hotch nunca se fueron.

Los pequeños gritos de júbilo se escuchaban por todo el lugar, los niños corrían como locos por el césped dándole vida al gran parque. Era fin de semana, por lo cual el lugar se encontraba bastante concurrido por niños, padres y alguno que otro grupo de adolescentes pasando el rato mientras respiraban un poco de aire fresco.

Era curioso que al estar rodeada de tantas personas fuese más fácil ocultarse, mezclarse entre las personas siempre había sido una tarea sencilla para ella y después de su paso por la BAU, donde adquirió nuevos conocimientos, mejoró aquella habilidad que la había mantenido protegida y oculta. Varios desconocidos podían darle un vistazo a su persona, pero estaba segura de que nadie recordaría con exactitud sus rasgos pues ella no destacaba y a primera vista parecía alguien promedio, común; fácil de olvidar.

Le gustaba ese parque, era uno de los más grandes de la ciudad, estando ahí sentía esa libertad que tanto extrañaba. Sin embargo, no podía confiarse porque tarde o temprano él la encontraría o ellos. No tenía un día específico para acudir al parque, tampoco tomaba la misma ruta, ni siquiera vestía de manera similar porque eso sería crear un patrón y los patrones eran mala idea cuando estabas huyendo.

Cerró su libreta y la metió dentro del morral que cruzaba su pecho. Observó a los niños corriendo hacía el gigantesco juego de plástico y metal que ocupaba gran parte del espacio, le gustaba la manera en la que aquella estructura parecía un laberinto; dividido en cuatro partes por rejas metálicas, donde la única manera de pasar a la otra sección era a través de los toboganes y escaleras del juego o rodeando todo por fuera —lo cuál era pésima idea pues la estructura era extensa. Claro, para los padres aquello era un infierno porque debían prestarles toda su atención a sus pequeños, pero para los más chicos era una aventura.

Miró el reloj en su muñeca, era momento de irse, pero antes de que pudiese ponerse de pie los vellos de su nuca se erizaron. La sangre comenzó a bombear con frenesí dentro de sus venas, alguien la estaba vigilando, podía jurarlo. Largó un suspiro en un intento por tranquilizarse, debía mantener la cabeza fría antes de reaccionar. De manera sutil comenzó a observar a su alrededor en busca de ese alguien, ella sabía que tarde o temprano los volvería a ver, pero eso no le impidió que jadeara bruscamente cuando los vio a varios metros de distancia. Ya no pudo ocultar que los había visto y ellos tampoco podían hacerlo, sentía como las personas que una vez habían sido sus amigos, su familia, no dejaban de verle, pero ella solo tenía ojos para cierto castaño que seguía apareciendo en sus sueños.

La necesidad de huir le ahogó, su mente le gritaba que corriese porque así tenían que ser las cosas. Spencer Reid leyó su expresión corporal, claro que lo había hecho, porque al mismo tiempo que él dio un paso hacia el frente, ella se levantó de la banca con el propósito de escapar.

Ella ya tenía su ruta de escape planeada, sabía a dónde ir, cómo moverse y el tiempo que tenía antes de su vía de escape se viese reducida. Apostaba que ellos sabían que intentaría huir, pero no conocían el parque tan bien cómo ella. Corrió hacia la estructura gigante donde los niños jugaban, sabiendo que en ese momento tanto como Luke, Matt y Derek le seguían; ellos, por su complexión, se les complicaría arrastrarse por los toboganes y tubos de plástico que componían aquel juego, esa era su más grande ventaja pues ella sabía que no era tan rápida como ellos.

Escaló, evadió, trató de no lastimar a ningún niño y se arrastró por toda aquella estructura, no miró atrás porque serían segundos valiosos desperdiciados, no había ninguna duda en su mente que ellos no dejarían de seguirla. Una vez que estuvo fuera de la estructura, su cuerpo se movió de manera mecánica, aquel escape lo había trazado tantas veces en su mente, había sido meticulosa que hasta lo podía hacer con los ojos cerrados. Corrió como si el mismísimo diablo la persiguiera hasta la zona de canchas y gradas, ellos tenían la ventaja de que podían comunicarse para avisar a dónde se dirigían y así ir eliminando posibles vías de escape.

No se sorprendió cuando corrió hacia la cancha de baloncesto que casi nadie parecía utilizar y vio que los cuerpos de Hotch y JJ aparecían por la otra entrada, esperaba eso, así que pronto sus pies giraron bruscamente hacia las gradas de cemento a un costado de la cancha. En su carrera se quitó el morral que cargaba con cierta fluidez y la aventó a uno de los huecos que había entre los niveles de las gradas, después fue turno de que su propio cuerpo atravesara aquel espacio. Si se raspó, no le tomó importancia pues no tenía mucho tiempo para escalar la valla de metal y saltar al otro lado. Pateó el morral por el diminuto espacio entre la tierra y el final de la valla para después aferrar sus manos al metal y así comenzar a escalar.

No lo pensó dos veces cuando estando en la cima, saltó al otro lado, aterrizó de manera estrepitosa, pero no podía darse el lujo de perder tiempo. Sin embargo, cuando encaró la reja para tomar sus pertenencias, el rostro agitado de Derek le saludó cuando ambos sujetaron su mochila. Él le dijo algo, pero la sangre tronando en sus oídos le impidió escucharle. Escuchó el derrape de llantas y volteó a un costado para ver la familiar camioneta negra tan cerca de ella, vio cómo los cuerpos de Reid, Prentiss y Rossi bajaban de ella. El sonido de su reloj le hizo saber que un tenía una vía de escape, así que volvió a echarse a correr, dejando por perdidas sus pertenencias.

Se adentró en una calle de sentido contrario y justo como lo había calculado, las puertas de una escuela se abrieron para dejar salir una horda de jóvenes vivaces. Se mezcló entre los cuerpos, reduciendo su carrera hasta llegar a aquel deportivo comunitario. Actuando con normalidad, entró al edificio y se dirigió a los lockers del lugar. Nadie le prestó demasiada atención pues era normal que las personas entraran y salieran del lugar, después de todo era un lugar gratuito y abierto al público. Buscó aquel locker que había intercambiado con un chico por unos cuántos dólares, tenía que ser rápida así que una vez que abrió el pequeño candado comenzó a sacar la ropa que mantenía dentro. En menos de dos minutos estaba vestida completamente diferente, incluso con un beanie para que no pudiesen identificarla por su cabello. Guardó la ropa anterior en la mochila blanca que mantenía ahí y con su nuevo aspecto se dirigió hasta la zona de autobuses.

...............

— Nada, hemos puesto vigilancia en cinco calles a la redonda, pero no hay ni un rastro. —La exasperación de Derek era notoria.

—Ella ya tenía un plan trazado en su mente. —Todos miraron a Reid. No había dicho una palabra desde que le perdieron la pista. — Conocía perfectamente el lugar, a dónde ir en caso de que alguna ruta de escape se viese bloqueada. No dudó ni un segundo, no se desesperó salvo cuando dejó su mochila atrás, pero todo lo demás ya lo tenía previsto.

—Nos hizo un perfil. — Declaró Hotch. — Sabía cómo actuaríamos, quienes irían detrás de ella, analizó sus ventajas y desventajas y las utilizó a su favor.

—No quiero ser el malo aquí, pero... —Todos le prestaron atención a Rossi. — ¿Qué si no nos perfiló a nosotros? Si no que, simplemente hizo un perfil en general, en caso de que algo saliese mal.

—Entonces eso significaría que no solo está ocultándose de nosotros, sino también de él. Sabe que va a ir detrás de ella.

Las palabras de Luke dejaron a todos preocupados porque si ellos ya la habían encontrado, ¿cuánto más tardaría él en hacerlo?

—Tenemos que encontrarla. —Spencer no era de aquellos que perdía el control tan fácil, pero Cat les había advertido que nada sería tan fácil pues su cómplice no descansaría hasta verle arruinado y sabía que su punto débil era aquella chica de la que estaba enamorado. 

Sé que tengo varios pedidos pendientes, estoy trabajando en ellos lo más rápido que puedo.