One shots (Multifandom)

5. Bill Skarsgård

Advertencias: Ninguna
Aviso: En este OS la película It aún está en grabación
Dedicado a:   espero que lo disfrutes.

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— ¡Y corte! — Gritó el director, indicando que la escena había llegado a su fin. — Bien hecho Nicholas, se queda esa toma. —Felicitó con una enorme sonrisa a Nicholas o ¿Debería decir al nuevo Henry Bowers? Muschietti se acercó hacia donde me encontraba sentada para tomar el libreto entre sus manos. — Es momento de que Sophia haga la escena de Beverly y su padre, ¿Podrías ir a buscarla? ¿Por favor? Está con la maquillista.

— Claro, ese es mi trabajo. ¿Recuerdas? —Le respondí con cierta burla mientras me levantaba de mi silla y me dirigía hacia la parte del set donde la maquillista se encontraba. Pude escuchar una pequeña risa de parte de Andy a mis espaldas. Ni en mis más locos sueños hubiese imaginado que estaría hablándole así a un importante director de cine.

— Hola, Sophia. —La saludé cuando llegué a su lado. Lily aún seguía retocando el maquillaje de la adolescente. — Muschietti te está esperando, quiere grabar de una vez la escena de la pelea entre Beverly y su padre.

—Listo. —Anunció Lily, alejando su gran brocha del rostro de la peliroja. — Eres libre de irte.

—Gracias Lily. — Agradeció Sophia mientras se levantaba de la silla.

Ambas comenzamos a caminar hacia la parte del set donde se llevaría a cabo la escena. Sophia me miraba de reojo cada tantos segundos, pensando que estaba siendo discreta.

— ¿Tengo algo o quieres decirme algo? —Le pregunté sintiendo curiosidad sobre su comportamiento.

— ¿Te gusta trabajar aquí? — Preguntó. — Me refiero a... uh, trabajar con nosotros. Con Nicholas, Finn, Jaeden... conmigo.

— Claro que sí, de hecho, no sé qué haré cuando acaben las grabaciones. Tendré que volver a mi departamento y ser una triste estudiante, otra vez. —La adolescente rio ante mi respuesta. — Los voy a extrañar.

— Y nosotros a ti, eres buena con nosotros y bueno, al menos yo te considero como una amiga. —No pude evitar sonreír ante sus palabras, con uno de mis brazos rodeé su hombro para poder abrazarla. ¿Cómo no querer a estos chicos? Y justamente cuando estaba pensando que sería buena idea salir con ellos a que se diviertan, Sophia abrió la boca nuevamente. — Pero, estoy demasiado segura de que no seremos a los únicos que extrañes. —Una sonrisa traviesa se formó en sus labios. — Y puedo apostar que tampoco soy la única que te extrañará, sé de alguien en especial que te va a extrañar más que todos.

— Tienes razón, todos en la producción me extrañarán. Sobre todo Andy, extrañará que le preparé su café descafeinado cuando ustedes le dan dolor de cabeza.

—No oh, por más que trates de negarlo sabes de quién hablo. — ¿Qué tan lejos quedaba el maldito lugar de la escena? Estos niños se ponían de acuerdo para molestarme. — Su nombre empieza con B y su apellido es bastante difícil de pronunciar.

Y sí señoras y señores, me sonrojé como un tomate sin poderlo evitar.

— No sé de qué hablas. —Negué a lo que ella me miró con una ceja arqueada. — Bill y yo solo somos amigos, Sophia. Obviamente lo voy a extrañar y quiero suponer que él a mí.

— Ajá amigos. — Rodó los ojos como si le cansara escuchar esa palabra cada vez que yo la decía. — Todos en este set somos conscientes de que ambos se miran con cariño, menos ustedes. ¿Por qué no admiten que se quieren como algo más que amigos?

¿Por qué una adolescente de 15 años estaba hablándome sobre eso? Y lo más importante, ¿Por qué me sentía nerviosa?

— Bill y yo no nos miramos así, no podemos admitir algo que no es verdad. — Sophia bufó al mismo tiempo que me gritaba "¿Segura que no es verdad que te gusta Bill?" — De todas maneras, si ese fuera el caso él ya habría dicho algo, sabes cómo es Bill. Él nunca se anda con rodeos y es directo, si sintiera algo más que una amistad ya me lo habría dicho. Además, es, es imposible. Cuando acabe la grabación yo regresaré a mi casa y probablemente nunca lo vuelva a ver. Las relaciones a distancia no sirven y... —Cerré la boca cuando me di cuenta de la bola de tonterías que estaba balbuceando. Quise darme una cachetada por haber hablado de más, también quise cubrirme con una sábana cuando vi la burlesca sonrisa de Sophia abriéndose paso por sus labios, dándome cuenta de que mis mejilla se habían tornado inclusive más rojas y ella no lo iba a pasar por alto.